¡¡Tengo sed... Demonios tengo sed!! [Merrik]

Ya mi paciencia se comenzaba a colmar, primero un tipejo oloroso en el tren y ahora este galán, que sin ni siquiera presentarse me da un bombillo, ¿Y para que quiero un bombillo?.

Camine por la estación sin saber donde ir, ni donde estaba y para mas remate, no había nadie cerca como para preguntar, pero bueno me tenia que aguantar todo eso, me había prometido que me quedaría en donde se detuviera en tren aunque este lugar no lucia como me lo imaginaba.

Ya llevaba un buen rato caminado, pero tenia algo de curiosidad por salir al pueblo, no sabia que tipo de gente me encontraría allí, y precisamente, tenia la excusa perfecta para caminar hacia el pueblo.
De un de repente una sed imparable me gobernaba, corrí al baño de la estación, bebí montones de agua, pero no me satisfacía, pero algo raro me paso, por un momento pude oler algo me se me hacia sabroso, ¿Que era?.
Me quede de pie en la salida de la estación, con mi cardigan negro, y mi cabello suelto al aire de la noche.

Já que chistoso, por un momento sentía un aroma, como si estuviera en una carnicería, pero por un momento sentí algo completamente extraño con ese aroma, me olía a ¡comida!, pero ¿Por qué?, me puse a caminar hacia aquel aroma, mis cuerpo se escapaba de mi voluntad, mis pasos se volvía mas agiles, pero de repente casi caigo, fue como si hubiera perdido el equilibrio por un momento, pero retome el camino si pensar en nada estaba como enajenada por este aumento en mis sentidos.

No entendía a que se debía todo esto pero algo me daba mal espina ese bombillo rojo que llevaba en la mano desde que lo había recibido que me sentía mal, más bien rara. Meditaba todo esto cuando escuche a alguien, aun más cerca, lo alcance con la miraba, era un hombre, el parecía desinteresado en lo que pasaba, pero me dio la impresión de que quizás el me podría ayudar a descubrir donde me encontraba.

Camine hacia el hombre y curiosamente el olor a comida se incremento, era como si el portara ese aroma, quizás llevaba comida con él. Pero mantuve la calma, la sed ya casi me consumía, pero para no parecer una loca, trate de decir calmadamente, acercándome a él y mirándole a los ojos.

_Disculpe señor, ¿Me podría decir donde nos encontramos? Me temo que estoy algo perdida.

El hombre era bastante atractivo, pero no era mi tipo, pero algo en el me llamaba la atención, hubiera jurado que me pareció oír el transitar de su sangre por sus venas.