¿Ya llegamos?

No supo en que momento se durmió, es más... Tampoco recordaba haberse recostado en su cama de dosel. 'Oh que jaqueca' pensó para sí misma mientras que se incoporaba sintiéndose un poco atontada y adormilada.
Y entonces notó algo en lo que no había deparado antes... En primer lugar no estaba la fragancia conocida por ella, la que se ponía antes de dormirse; ya que le daba un reconfort pues el estar lejos de su hogar no le era nada fácil, segundo ese no era ni su cuarto ni su compartimiento, de pronto se le aclaró la mente haciendo que los recuerdos, fugaces y centelleantes, le agolparan la mente mientras que recordaba como un hombre misterioso le había dicho que debía existir un error y que ella debería estar instalada en el vagón número '7'. De solo haber recordado ese compartimiento un inexplicable escalofrío le recorrió toda la espina dorsal.
Y de allí en fuera no recordaba haber aceptado, ni de haberse recostado.
Su mente era blanco y solo eso.

Se incorporó con lentitud pues no deseaba que se le bajara la presión y tener que hablar con sus padres para que le mandaran medicinas para ello, no quería molestarles ni mucho menos. Así que con cierto trabajo se levantó de la cama mientras que se estiraba un poco, realmente había dormido de forma profunda. Cosa que no hacía desde... Bueno desde hace mucho tiempo, ¿para qué engañarse?
Scarlett sin miramientos nota también algo curioso. ¿Tanto se había dormido? Por lo que podía deducir, el tren no se movía así que... ¿Ya habría llegado al destino? ¿Habría llegado al Internado que por cinco años la mantendría encerrada y trabajando como nunca?
Decidió descender para ver que pasaba, y cuando lo hizo... Ni la sorpresa ni la estupefaccón era suficientes para descibir lo que se haya frente de ella.

Aquello era como un pueblo fantasma, con lugares en un terrible estado. Deplorable. La vista castaña de la chica iba y venía, mientras que detectaba todo. El bosque grande y verde que se extendía al este, los sonidos raros que percibía le hicieron hacer un mohín. Cuando comenzó a avanzar, se giró un poco y ahogó un gritito notando que había una estación de tren. Pero ningún tren se hayaba en este. ¿En qué momento se fue? 'Mejor investiga donde estas' le recomendó su mente y ella suspirando un tanto desesperada aceptó mientras que avanzaba uno o dos pasos.

Una extraña nieble comenzó a surgir de la nada, envolviendo todo y haciendo que
el lugar fuera más mortecino y escalofriante.
Un hombre con sombrero, que le cubría gran parte de su rostro, le entregó un bombilla. Al principio desconfió, pues la verdad era que generalmente no aceptaba cosas de extraños. Y se hombre era un extraño. Pero un impulso dentro de ella hizo el trabajo difícil y le hizo tomar aquella bombilla, sintiéndo un calor curiosamente agradable.