::Por la Ventana::

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 2:54 am

Todos los eventos de los últimos días daban vueltas en mi cabeza. Uno tras otro, revivía todo. Aunque me hiciera mal. Pero solo porque no me gustara la forma en que me hacía sentir un recuerdo significaba que debía olvidarlo.

La llamada de prácticamente el único amigo "serio" de mi padre. Royce había sido como un tío para mí, se encargaba de todos los asuntos legales de nuestra pequeña familia. Incluso de su testamento.

Un ataque al corazón...y era mucho más joven que mi abuelo al morir. Aún no me recuperaba de la primera noticia cuando me lanzó la segunda bomba: "Es una enfermedad congénita, el te hizo examinar cuando eras niña y también la tienes Anne..."

Si, fue bastante sutil y considerado al decírmelo...

Por último tener que cancelar mis estudios y dejar oficialmente la universidad. Ver mi dormitorio vacío sabiendo que alguien más lo ocuparía pronto, que alguien más llegaría para vivir el sueño al que tenía que renunciar.

Aunque quería pensar que era solo por un tiempo, solo mientras dejaba los asuntos de papá en orden y me hacía exámenes médicos para saber exactamente en qué condiciones estaba mi corazón.

En verdad quería pensarlo...

Tenía frío, y el viaje apenas comenzaba. Estaba segura de que una bebida caliente y chocolatosa espantaría el frío que me invadía, y que tal vez tenia más que ver con el miedo a la muerte que con cualquier otra cosa.

Caminé hasta el vagón cafetería, era la primera vez que viajaba sola en tren. Pedí un chocolate caliente y me senté, apoyando mi mentón en mi mano y mirando por la ventana mientras los árboles pasaban y el paisaje cambiaba...

Melancolia...

por **Merrik Froid** Lun Mayo 24, 2010 3:16 am

El joven y ilustrado cocinero no tenía nada que hacer, había perdido a sus amigos y tal vez estaban en cualquier otro vagón, se encogió de hombros y camino escuchando otras canciones de su banda favorita cuando entro en la cafetería.

Veo al viejo de la barra, siempre me había gustado intercambiar opiniones con la gente de cocina, ellos sabían bien las cosas y era divertido intercambiar secretos culinarios, un poco de aquello o quitarle algo de esto otro. En fin, encare al barrigón bigotudo y le salude alegremente, a lo que el también me respondió con una sonrisa, me sorprendió su acento suizo.

Merrick no la vio al principio, una muchacha de rubios cabellos estaba sentada en la barra tomando algo caliente, parecía triste o algo así tenia, el no la había visto hasta luego de un rato de haber estado hablando.¿Cuánto serian? Cinco o diez minutos conversando con aquel hombre, en los que el tren se misia de lado a lado casi imperceptiblemente, habían dejado de lado los secretos para pasar a hablar de blues y jazz, el viejo pone a BB King y el vagón se llena de la voz de él y su Lucille, la guitara de King.

Pido disculpas al hombre por la interrupción y le digo que le de una copa de chocolate caliente con chocolate rallado y un poco de crema a la muchacha, no me gustaba ver a las mujeres tristes, me devastaba y dejaba prácticamente idiota.
Me acuerdo de mi madre, la cual estaba feliz allá en el pueblo, estábamos lejos, si…pero al menos un llamado de ella y escuchar su sonrisa a través del auricular del móvil me bastaba para alegrarme la tarde, hacia poco había roto con mi novia y había aceptado la casería para intentar descargar parte de mi frustración con las mujeres.

El obeso hombre deja el chocolate sobre la muchacha y habla en voz solo para ella, “regalo del caballero”, le sonríe a la chica y levanta su tasa, y al grito de “salud” de Merrick, se toma el mismo un trago de su café con leche.
Mira por la ventana y ve las nubes en una bella mañana, suspira y espera recibir el llamado de su jefe de cocina, aunque le extrañe que no llega, se encoje de hombros y continua hablando con el hombre, ahora de las viejas épocas.

La muchacha seguía algo mal, suspiro y me levanto, aunque no la conociese, tal vez me permitiría prestarle el hombro para que llore y asi provocar que se desahogue. Me acordaba de la hija de mi jefe de campo, que en sus ratos libres salía a jugar conmigo.
A ella le gustaba mi trabajo, le parecía interesante y se reía dulcemente, el jefe de la cuadrilla sabía que no estaba en brazos más seguros que los míos, había aplacado una noche que ella se había perdido a un perro salvaje que quería morderla, al final cuando termine con el perro…había pasado a ser MI perro.

El cocinero se levanta camina hacia la muchacha, la mira y frunce los labios, se sienta al lado de ella y continua mirando hacia fuera por la ventana, carraspea y toma valor, no se le hacía bien encarar a una mujer que estaba triste.

-oye…noto que estas triste, puedo…puedo prestarte mi hombro para llorar o escucharte si quieres…-

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 3:14 pm

El cocinero se acerco de nuevo a mi mesa, distrayendome por un momento de mis cavilaciones. Un hombre me ha regalado otra taza de chocolate. Le doy una sonrisa débil a ambos, un agradecimiento silencioso antes de bajar la mirada y volver a concentrarme en lo que está afuera.

Los hombres brindan, esa alegría estoy segura que solo puede pertenecer a gente de buen corazón. Tomo el chocolate con ambas manos y bebo, disfrutando de su sabor, me quedo mirandolo como si esas burbujitas fueran la ultima maravilla.

Aunque en realidad el chocolate si era maravilloso...

El hombre que me habia enviado el chocolate era curioso, enía tatuajes en su cuerpo, pero su apariencia no me asustaba o extrañaba. Siempre me habian gustado los tatuajes pero nunca habia tenido el valor para hacerme uno.

Se sentó a mi lado, y lo que dijo me sacó una sonrisa, aunque tambien ésta era triste.

Voltee a mirarlo.

-Creo que esa es la propuesta mas inusual que haya escuchado.-le contesté, intentando bromear a pesar de todo.

por **Merrik Froid** Lun Mayo 24, 2010 3:41 pm

-Créeme amiga, pueden hacerte muchas otras, pero solo una de esas será excesivamente extraña…como la mía…-

Le sonrió a la muchacha y bostezo abriendo la boca, me estaba dando sueño y no sabía porque, si la noche anterior había dormido largo y tendido, con el mal sueño de aquella ruptura con mi novia, pero al final dormí bien…

Y como si fuese un extraño suceso, Merrick se siente cansado, es extraño ya que el siempre presento una enorme resistencia a la mayoría de las cosas, pero el sueño le estaba venciendo, aun asi se quedaría al lado de la muchacha que parecía un emo de lo triste que estaba.
El muchacho se estira aun bostezando y sonríe a pesar de estar a punto de caer dormido, solo que tendría que volver a su vagón para eso.

-Entonces, ¿Que es lo que tienes? Me preocupa ver a una mujer llorando o entristecida…no es bueno y ella no tienen que hacer eso, les resta parte de su belleza-

Sonrió de oreja a oreja y suspiro, me había acordado de que todavía no había encontrado a mis jefes y eso era algo que no me agradaba en absoluto, realmente quería poder estar con ellos, aunque presentía también que no notaban mi ausencia.
Miro el reloj y veo que se detuvo en el minuto exacto que le pregunte a aquel hombrecito alemán en el andén de la estación, eso no era algo usual, o en realidad si, pero tan exactamente no me parecía…

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 3:56 pm

Reí...el chico era gracioso y me había puesto de buen humor. Me agradaba el cambio, andar tan depresiva no iba conmigo...me sentía extraña actuando y sintiendome asi.

El bosteza..y como suele pasar cuando veo a alguien bostezar...se me pega el bostezo. No me habia dado cuenta de que en realidad si estaba algo cansada. Habia tenido que correr de aqui para allá sin poder dormir.

-Eres gracioso y galante, creo que he descubierto el espécimen perdido del género masculino-le dije, sonriendo, más naturalmente esta vez. - Supongo que estoy abrumada...¿En verdad quieres escuchar los problemas de una desconocida?

por **Merrik Froid** Lun Mayo 24, 2010 4:18 pm

-Para eso estamos los hombres de los bares y los cocineros ¿no? O ¿Prefieres conocer mi nombre, una presentación término medio y luego contarme? Ninguna de las dos cosas me molesta, más que nada…-

Le miro a la muchacha y sonrió de lado, medio triste yo también, aunque podía hacer reír a la gente que estuviese mal, a expensas de mis sentimientos, cosas que se aprenden de estar lejos de casa, de tu madre…de todos tus seres queridos.
Mi móvil suena de la nada y cierro los ojos, no atendería, ya que estaba ocupado hablando con aquella extraña, aunque si miro quien era, pero me aparece un número desconocido, y de la nada se apaga, enarco una ceja y me quedo algo pensativo…en fin, la cosa esa se había vuelto loca…

-En fin, puedes llamarme Gabriel o Merrick…soy cocinero, tengo veintiún años, soy pobre como un rato en estos momentos, no tengo dinero…pero no le digas al barrigón, aunque de todas maneras, si puedo pagar algunas cosas…-

El muchacho sonríe con los ojos cerrados y se acomoda en el asiento de la barra, salvo por él, el tipo barrigón que atendía el café y la muchacha rubia, estaba desierto, algo pasaba en aquel tren, no era muy normal que ya atardeciese en pleno mediodía, o solo era la imaginación de él, tal vez los nervios le estaban volviendo algo loco.

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 4:38 pm

-Tienes razón...supongo- aparté la mirada, nunca miraba a nadie por mucho tiempo. Me sentía intimidada.

-Me parece que me gustaría saber el nombre de mi psicólogo de turno-le contesté, volviendo a tomar mi chocolate, que aún no se había enfriado y que me caía como un bálsamo para sanar heridas en estos momentos.

Su celular suena y lo ignora. Me preguntaba porqué Royce no había llamado aún, se suponía que debía recogerme en la estación a mi llegada.

Escucho a mi compañero, lo miro y de vez en cuando sonrío.

-Bien Gabriel...no le diré nada al gordo-le aseguré antes de presentarme yo. - Soy Anael, pero puedes decirme Anne, soy..era, estudiante de medicina, tengo 19 años y bueno...Supongo que ahora el dinero si será un problema-respiré hondo- Mi padre acaba de morir.

Volví a bajar la mirada, no quería llorar..pero bueno...ya las lagrimas no me obedecían, salían silenciosamente de mis ojos.

por **Merrik Froid** Lun Mayo 24, 2010 6:02 pm

-mmm… pues si te consuela, mi padre murió a mis tiernos quince años, me crio mi abuelo, al estilo antiguo…es decir, vara al lomo y dureza mental, pero por otro lado, no tienes que preocuparte mucho Anne, el te mira y te aseguro que no le gustaría que su hija este tirada en un vagón llorando en plan emo…-

El joven le sonríe a la chica y piensa para sus adentros que no todo está nunca perdido y que siempre se puede salir delante, ya que él en cierto modo había dejado el hogar detrás y su madre vivía de forma bastante bien, ganando mas del cincuenta por ciento el sueldo de él, o hasta a veces llevándose prácticamente todo.

Recuerda el pequeño encuentro en el vagón mirador y el perfume de Ave le llega a la cabeza de nuevo, vuelve a bostezar profundamente entrecerrando los ojos y moviendo la cabeza, el móvil de él no paraba de sonar y de apagarse al mismo tiempo y su reloj estaba dando mil vueltas en las manecillas.

-En fin Anne, tengo algo de sueño, si no te molesta ire a sentarme en uno de esos cómodos sillones y puedes venir conmigo para seguir contándome tus penas, como ya te dije antes, puedo prestarte mi hombro, y toma esto, ¿Deja de llorar quieres? En la vida tenemos que endurecernos sin perder la ternura, eso jamás…-

Había utilizado una de las frases de la persona que para mí era un prócer, El Che Guevara, el argentino que había liberado tantos países y había estado en todos lados, algo prácticamente increíble.
Miro por la ventana de nuevo y abro los ojos de par en par, ¿estaba amaneciendo? Pero si solo hacia cinco minutos era de día…

Me levanto y camino con pasos pesados, bostezando y estirándome hacia el sillón, en parte no quería dormirme y en parte si quería hacerlo, pero no quería dejar a Anne sola. El perfume de Eve llega a mi cabeza otra vez e inunda cada pequeño lugar de esta, como invitándome al sueño. Me siento en el sillón y mis ojos comienza a cerrarse lentamente, y la idea de una buena siesta no estaría tan mal…

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 7:16 pm

Plan emo...de nuevo me hizo reir. Aunque debía aceptar que tenía razón, y que mi padre no querría verme en un estado de depresión profunda..eso era lo ultimo que necesitaba. en realidad Gabriel llegaba como caido del cielo...evitaba que me siguiera hundiendo en la tristeza.

Asentí con la cabeza antes de que bostezara de nuevo. Con la obvia consecuencia en mi...Como siguiera bostezando le daría un golpe..pero un golpe cariñoso, de esos que le daría a un hermano si tuviera.

Se levantó para ir hasta uno de los sillones del vagón, que de repente se me hacían muy cómodos..como si me dijeran: "Ven...duerme aqui...". Lo seguí de cerca y la frase que me dijo me recordó más a mi padre...no estaba muy segura pero esa frase la había escuchado antes..tal vez de sus labios.

El sopor que siento se hace más fuerte, mientras me siento a su lado y miro por la ventana que dejo atrás que el cielo está diferente, como en un atardecer de esos poderosos que quieres sentarte a contemplar...pero en ese momento solo quería dormir...le daría otro golpe a Gabriel cuando pudiera...

Me dejo caer a su lado en el sillón y casi sin darme cuenta me acomodo contra él, abrazándolo antes de dejarme caer en lo profundo de un sueño....

por **Anne Iris Heaven** Lun Mayo 24, 2010 7:21 pm

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