florecillas, florecillas [libre]

- NO MANZANA - grite sintiendo como venia detrás de mí.

Odiaba cuando jugaba de esa manera, terminaba rasguñada por todos lados cuando le ponía atención e intentaba jugar junto a el, me subí sobre la cama tomando una almohada, al menos la habitación era espaciosa así que tenia donde correr, no como en mi pequeño cuarto en la feria, si con costos entrabamos en ella, oh Dios ahí sufría cuando a Manzana le daban sus ataques por jugar, por eso no acostumbraba a tener cosas frágiles a la vista, todo lo mantenía guardado en cajas bajo la cama o dentro del closet, para que no corrieran peligro.

- No manzano, mírame soy Evi tu dueña eso no se hace, quédate quietecito – le pedí moviéndome despacio.

El baño no estaba lejos podía llegar a el, antes de que manzana se me colgara del pie, baje de la cama de n salto algo chueco si quedaba entera esta noche seria todo un éxito. Antes de que pudiera cantar victoria, tropecé con mi maleta, ¿Por qué demonios no la había dejado debajo de la cama?

Caí como era de suponerse, me golpee los brazos cuando caí, intentando cubrirme el rostro, mi rodilla choco contra las ruedas de la maleta, ahí quedaría un morete, de esos grandes, me quede desparramada sobre la maleta sintiendo como Manzana jalaba de mis medias como un bicho de esos no cuales bichos como el gato maldito que era cuando se le metía el agua, moví mi pie derecho quitándomelo de encima.

Gire sobre mi misma, quedando acostaba en el suelo boca arriba, mire la lámpara, si lo hice una vez aunque no lo hice conscientemente, pero tal vez si lo logre hacer poniendo atención en ello.

- a ver manitas – dije estirando mis brazos moviendo chistosamente los dedos de mis manos – aparezcan – dije pero no paso nada – aparezcan – volví a decir algo mas duro pero lo único que recibí fue una florecilla quemada que callo lúgubremente – esto no puede ser tan difícil – me dije cerrando mis ojos,si lo hacen a si al “aparezcan” con mis manos fijas bueno, intentaría hacerlo tranquila, sin presiones.

Moví mis dedos suavemente como cuando cepillabas el cabello de un niño y jugabas con el mismo, respire profundo imaginado ese rico olor a algodón de azúcar, sentí ese jalonazo gracioso en mis dedos, ya no era desagradable, sentí como algo rozaba mi rostro cayendo con suavidad, abrí mis ojos y me maraville, ahí estaban esas florecillas de nuevo, eran blancas pequeñas bordeadas con un lindo color vino, cayeron entre mis dedos y reí para mi misma.

De una cosa estaba seguro… entrar en un hotel sin permiso estaba mal , adentrarse en un largo pasillo en un lugar donde no se tenía permitida la entrada estaba mal , todo aquello estaba mal hecho, pero sin embargo yo lo estaba haciendo… y lo que era peor, seguía curioseando por todo el hotel. No me había hecho un gran esfuerzo poder entrar, simplemente entre como si de un cliente se tratara fui hacia sitios y rincones de ese hotel donde hubiera muchísima gente y empecé a buscar identificaciones, como por arte de magia… y con mucha suerte había encontrado la información adecuada de un cliente estaba en una de las plantas fui a recepción y dije
‘’ Tengo una habitación reservada’’ ni siquiera al tomar aquella identificación me moleste en mirar de quien provenía, luego deje lo que había encontrado en su lugar correspondiente.


Con pasos sigilosos y ligeros movimientos fui corriendo poco a poco hasta algunas de las salas e incluso habitaciones, todas las puertas que estaba viendo contenían un nombre, para mi parecer… un apellido, seguí con mi paseo matutino… más habitaciones y más habitaciones y otras cuantas más, ya casi ni me importaba encontrarme con alguien… me puse a silbar entonando una estúpida melodía que había escuchado unas cuantas veces por la radio en Francia, en un momento inesperado solté una seca e inesperada carcajada, incluso a mi mismo me había sorprendido aquel repentino cambio de humor… de un par de silbidos a un par de risas, lo cierto era que una de todas aquellas puertas enormes y rectangulares había llamado mi intención ‘’Arlequín’’ sin duda… un apellido poco sonante y lo que era ya el colmo, aquel apellido tan extraño pero original… estaba relacionado con el mundo del circo, del arte y del espectáculo… con todas aquellas personas que llevaban el típico traje de circo con unos cuantos cuadrados de colorines dibujados en las camisetas y las caras pintadas de dos colores.

Me acerque hasta la puerta, para mi gran sorpresa estaba a medio cerrar pero aun abierta, mire un poco… se veía un poco borroso, otra cosa lo que estaba haciendo estaba mal , ‘’para variar’’ pensé, vi a una chica de cabellos morenos junto con un gato y haciendo suaves movimientos con las yemas de los dedos por un momento pensé que ella estaba poseída luego me di cuenta que no… ella simplemente estaba estudiando la ley de la gravedad lo pude comprobar cuando una flor fue a parar del techo hacia ella.

Resumen: entrar en un hotel sin permiso no es difícil, adentrarse en una habitación ta
mpoco lo es…

Luz parpadeante, manos inmóviles, seguidamente manos temblorosas y un gato con los ojos brillantes esa era la escena que había en aquella extraña habitación en esos momentos, me entraban ganas de reírme al ver todo este pequeño espectáculo que estaba acompañado por pétalos de flores color blanco y amarillento, realmente todo esto parecía un estampado e incluso un retrato, era algo… raro y curioso, allí adentro sucedían cosas extrañas, cosas que nunca antes habían sido vistas por mis ojos pero que eran dignas de ver y admiración, puesto que me sorprendía al ser la primera vez de verlo.

‘’Crack’’ aquel había sido el crujido de la bombilla de una lámpara destruida, dejaron de caer pétalos blancos y amarillos de ningún color… por aquel instante toda la habitación había perdido el encanto de antes, ya no tenía la misma sintonía, ahora todo era normal… podría a ver tenido una alucinación?
Quizá… pero era algo lo suficientemente imposible, desde que había llegado aquí todo parecían alucinaciones aun que no lo eran, todo parecía imposible.

Ella se había girado, ella miraba hacia la puerta y lo que no me gustaba en absoluto era que ella me miraba a mí y me hablaba. Mierda me ha descubierto, ahora tendré que marcarme un farol… para no llamar demasiado la atención , me sentía inmóvil… no me podía mover, ni un solo dedo
– Perdone, soy del servicio del hotel, una de las chicas que ordenan su habitación me a dado aviso de que tiene la bañera rota por lo tanto al bañarse quizá se escape un poco de agua de la bañera y estoy seguro de que no queremos que pase eso, entonces… si me permite revisar la bañera y ver donde esta el defecto… - mi voz era clara y no se veían signos de nerviosismo al revés era un tono más bien amable, evidentemente… la había mentido, yo no era del servicio de habitaciones ni del hotel, pero no podía permitirme que me descubriera como estaba curioseando tras de la puerta.

– Me da permiso para entrar? – le sonreí – Y si quiere luego le cambio la bombilla que se le acaba de romper de la lámpara, ha dado un crujido bastante fuerte – bien todo iba bien por el momento . Espere… a que ella me dejara pasar, espere a que ella se lo creyese y no me echará a patadas de su habitación, al fin y al cabo era su habitación.

Habría sido lo suficiente creíble? Espero que sí, espero que si… , de no ser así tendría que tomar una nueva decisión y posiblemente un último intento, no sabía exactamente porque hacia eso… cavia la posibilidad de que fuera para que no pensara que era un curioso pero eso tampoco me importaba mucho… en esa habitación había visto cosas volando, pétalos que venían de algún lugar y a una chica haciendo gestos raros con las manos, eran razones suficientes como para querer entrar en esa habitación y decir ‘’ ¡Oye y que se supone que estás haciendo?! brujería? Porque por un momento pensé que estudiabas la gravedad … .