El tiempo...No hables, sólo se una conmigo /Doreen/ (privado)

por **Isaí Oldman** Vie Sep 17, 2010 4:40 pm

El tiempo no parecía avanzar, parecía estar detenido, regalándoles cada segundo eterno para estar juntos. Isaí sabía que en otro plano no podían estar juntos, porque sus vidas serían diferentes, él continuaría con los errorres del pasado, más muerto que vivo, la distancia, e incluso el simple correr del tiempo les impediría conocerse. El perdido reconoció la segunda oportunidad que se le daba, no estaba dispuesto a desperdiciar eso. No importaba la vida fuera de este mundo irreal, porque al lado de ella, nada parecía falso, él se sentía más que involucrado, más que satisfecho, más que vivo.
La llevó de la mano, primero hasta donde había dejado la maleta, la cargó como pudo y se dirigió a la habitación que había preparado para ella. Antes le lanzó una mirada a Chery, quien ya atendía el lugar gustosa, haciéndole un guiño de complicidad y suficiencia.
Caminaron en silencio hasta la parte de atras del establecimiento, ahi estaba el lugar que Isaí habia preparado con tanto esmero, y que al mismo tiempo parecía estar abandonado, como si el tiempo de nuevo hiciera de las suyas.
En una dimensión desconocida, se internó en la habitación con la mujer más hermosa que jamás habia visto y que al mismo tiempo no podía dejar de ver.
Las palabras se hicieron mudas, y no dijo nada, cerró la puerta de trás de él, dejó caer la maleta y tomó con mabas manos el rostro de Doreen, la miró por un tiempo casi interminable, sin palabras, unicamente con los ojos posados en los de ella, con el brillo intenso y con los labios carcomidos de deseo.
-Te amo, y nada más importa- dijo por fin para terminar besandola con delicadeza al principio, y poco a poco con más intensidad.
Ya no podía más, tenía que demostrarle todo lo que habia de él para dar, tenía ella que saber la profundidad de su amor, la profundidad y la intensidad de sus deseos.
Su mano se posó en el cuello de ella, aun con los labios besando los suyos, acarició con suma delicadeza ese vano e insulso cuello. Poco a poco la dirigió hasta el gran lecho al centro de la habitación, abría los ojos sólo para mirar ese rostro extasiado como el suyo.
-He sido tuyo desde el primer día, pero esta noche mi amor, déjame cerrar el ciclo que nos unirá para siempre- la miró de nuevo por un tiempo casi eterno y la besó dejando caer el cuerpo de ella con cuidado en la cama.

por **Doreen Conrad** Lun Sep 20, 2010 6:33 am

Me había costado demasiado trabajo soltarme de sus besos, soltarme de aquella cercanía que teníamos, de sus abrazos, de su mirada con la mía, pero era necesario, cómo pude lo solté, volviendo a colocarme de pie, deslizando mis pequeños pies en los tacones que apenas hace unos momentos me había retirado, sonreí con suficiencia y caminé a su lado, orgullosa de la persona a la cual había decidido sin ningún problema entregarle mi alma, mi cuerpo y a unos pocos momentos mi corazón- Sonreí al llegar a la maleta y no pude evitar darle un ligero apretón de mano en señal de aprobación, cuando lanzo aquella mirada a Chery, sentí que el tono de mis labios se había deslizado por completo a mi rostro, mordí mi labio inferior de nuevo con fuerza intentando eliminar aquel rastro de nerviosismo. Seguimos avanzando ya con mi gran maleta en la mano suelta de él mientras nuestros dedos jugaban divertidos al estar entrelazados, de vez en cuando subía mi mano a la altura de mis labios, la mano que tenía entrelazada a la suya, solo depositaba un pequeño beso en el dorso de su mano sonriente, nerviosa, pero completamente feliz al estar con él.

Aquel tramo había sido demasiado corto pero suficiente como para poder sentir una gran mezcla de emociones al quedarnos parados por escasos segundos a la puerta, a nuestra puerta, su hogar, mi hogar, NUESTRO HOGAR. No me dio tiempo de poder observar aquel lugar que él había preparado para mí, sus ojos estaban de nuevo frente a los míos, lanzándome una mirada suplicante por poder estar el uno con el otro, quería llegar a pensar que los dos teníamos esa sensación. No me había percatado de la manera en que se veía ya que su oficina no estaba tan iluminada como aquí, el brillo de sus ojos era completamente intenso, el color de su piel parecía cobrar vida, lo mire emocionada – Isaí, estas más vivo amor – Sonreí completamente, abrazándolo, depositando un cálido beso en su pecho, por encima de su ropa, aspirando su aroma dulce, lo amaba, y lo amaría el rostro de mi existencia.

Pronto los besos no pudieron evitar llegar, mis labios parecían danzar con los suyos al compas de una melodía creada por nuestros corazones, los besos eran lentos, delicados, cómplices de lo que pronto se volvería un beso lleno de pasión, mezclado con aquel amor que sentíamos y sentiríamos siempre, no pude evitar soltar un suspiro al sentir sus dedos acariciar la poca piel desnuda de mi cuello, sentí un gran escalofrío, solté una risita traviesa, subí mis manos acariciando desde sus muñecas con la yema de los dedos hasta por fin colocar mis manos en sus hombros abrazándolo a mí, acercándolo por su cuello, baje una de mis manos recorriendo su espalda despacio, no podía dejar de besarlo, sus labios ahora eran parte de mis mayores adicciones. Al terminar de recorrer su espalda, sentí el borde de sus costuras, introduje mi mano entre su prenda teniendo un poco más de acercamiento a su piel, estaba completamente frío, abrí los ojos sonriente. – Tu temperatura es perfecta, te amo – Confesé separándome un poco de aquellos besos que me habían despertado deseos y emociones que nunca antes había conocido, su frio me ayudaba a olvidar la sed, me recordaba que tenía que estar de la misma manera, fría, pero sin perder ese toque de calor que podía gustarle.

Sentí como me había empujado a la cama cayendo delicadamente en ella, no podía evitar sonreír, incluso sentirme tan feliz, imaginaba que mi manera tan emocionada de estar era evidente y eso le ayudaba para estar de manera material, esperaba que le ayudará por mucho tiempo. No pude evitar abrir un poco mis piernas para que se acomodara exactamente en medio de ellas, así podríamos estar más cómodos, el pequeño vestido se había subido lo suficiente para dejar ver mi prenda íntima, observe aquello, subí el rostro – Ups – Solté una risita traviesa mirándole a los ojos, dándole a entender que mi expresión era por aquello que se podía exponer, estaba cómoda en aquella cama, era demasiado suave, y podía imaginar las innumerables veces que podríamos hacer esto mismo, o que el incluso cuide mis sueños, volví a jalarlo, esta vez me tome mi tiempo, lamí sus labios con la punta de mi lengua, empecé por el superior, hasta que por fin llegue al último milímetro del inferior terminando con una mordida coqueta atrayendo sus labios a mí, por ultimo lo bese con pasión, enredando mis dedos en su cabello, cerrando los ojos, gozando el momento.

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Re: El tiempo...No hables, sólo se una conmigo /Doreen/ (privado)