Luz de luna [El cuervo]

por **Doreen Conrad** Dom Ago 01, 2010 5:31 am

Confusión. Era irónicamente el sentimiento más exacto que sentía en estos momentos, la vida que tenía viajera había terminado por completo desde que había subido a ese tren, ya no era la misma de antes, ahora que había descubierto que clase de criatura era no podía hacer otra cosa que aprender a vivir de esa manera. Ese cambio tan drástico me tenía hecha un mar de problemas en la cabeza, solía ser demasiado inquieta, no me gustaba la idea de permanecer sola en un sitio, me gusta conocer y experimentar cosas nuevas. Yo, no me consideraba alguien que negará su naturaleza como otros sintiendo pena por sí mismos al alimentarse de aquel líquido vital, como lo hacía ahora.

En realidad amaba mí condición, siempre lo disfrutaría. Mis pasos se habían reducido por solté un suspiró, quitando de mis pensamientos la imágenes de mis padres, imaginaba su sufrimiento y preocupación, peor no podía mortificarme, sabía que por extraña razón no podía salir de aquí, y tenía que disfrutar la estancia tanto como disfrutaba mi nueva condición. Me adentro a un bosque lo más que podía, necesitaba pensar un poco, reflexionar de las cosas que hacía, de las que tenía que ser y mi manera en que tenía que sobrevivir por completo, extrañaba los bailes, el poder pintar un cuadro a la luz de la luna acompañada de algunas velas, poder leer poesía, cantar, todo aquello que me motivaba extrañaba.

No medí ni el tiempo ni la distancia que había recorrido, pronto me había adentrado en el bosque sin ningún problema, disfrutando de los olores que desprendía la naturaleza, me retiré el abrigo que tenía, dejando que la luna marcará cada una de mis líneas corporales, cada una de mis facciones en el rostro, tenía un pequeño y ligero vestido blanco que alcanzaba a transparentarse por la luz, pero no me importaba en ese momento, estaba sola y esperaba no encontrarme con nadie conocido, aunque no tenía muchos conocidos, por eso la libertad que sentía. Los tacones los había dejado a mi paso, solté mi cabello sintiéndome un poco más natural. Pensaba meterme un poco al agua.

Hasta que por fin empecé a meter los pies en aquel líquido relajante. Un inquietante movimiento en el agua me hizo retroceder unos pasos. Pero me tranquilice notando que sólo eran ondas pequeñas por las hojas caídas de los árboles. Me gustaba la soledad, de hecho la disfrutaba mucho porque podía reflexionar, contestar preguntas que traía en la cabeza con total calma. Me senté a la orilla río, jugueteando con los pies dentro, un olor inundo mis sentidos, volteando a ver para todos lados sin éxito alguno. Volví a centrar mi mirada al agua, disfrutando del reflejo de la luna en esta, los arbustos estaban inquietos, alguien estaba rondando él lugar – ¿Quién está ahí? – Pregunte un poco enfadada al no ver a alguien

por **El Cuervo** Dom Ago 01, 2010 6:31 am

Ofuscado entre los árboles estoy con todos los cuervos. Somos vigías de la villa y los ojos del roble fantasma. La vida como un ave suele ser diferente a cuando estás entre los hombres caminando. Solo son ojos y oídos, la vida es fácil. Las aves empiezan a posarse en cada una de las ramas, no son una, ni dos, son un centenar. Mi vida como cuervo es muy diferente, ahora que soy una especie de guardián del señor del sombrero, el cual debo proteger en cualquier circunstancia.

El bosque siempre esconde cosas, esconde esas creaturas que se perdieron en un punto. Donde dicen que la salida está cercana, con ese olor sofocante, pestilente y los cuervos revolotean las alas cuando escuchan sus pasos arrastrarse, pero esta noche todo está tranquilo. Bajo de la rama para posarme cerca de la Nocturna, su olor puede ser especial, ese olor a sangre es inconfundible. Me gusta el olor del agua, ese olor fresco. Miro a la Nocturna con mis ojos de cuervo y grazno abriendo mucho el pico.

Se escucha el revolotear de las aves y muchas están en algunas de las ramas con sus ojos brillantes, otras sobre las lámparas de los árboles, pero me atrevo a estar sobre una roca cerca de la nocturna. Grazno.

por **Doreen Conrad** Lun Ago 02, 2010 2:38 am

Volví a centrar mi vista en el río, aquella soledad era buena, nadie venía a interrumpir las cosas, la “paz” que se podía encontrar en la villa. Desde que había llegado a este lugar podía sentir más de una mirada encima de mí aunque me encontrará sola era una sensación rara pero tal vez sólo eran alucinaciones mías, jugué con un mechón de mi cabello que se movía por el aire que pegaba en aquel momento. Estaba fresco, la temperatura, el aire incluso el agua estaba demasiado fría, pero me gustaba aquellas sensaciones eran buenas y me hacían olvidar por completo la sed, mientras más fría estuviera mucho mejor para mí.

Aquel sonido me saco de mis pensamientos, me levante rápidamente, aquel sonido peculiar, no era de algún pájaro cualquiera, busque entre los árboles, encontré la gran cantidad de aquellos cuervos, di dos pasos atrás algo espantada, era una gran cantidad, ¿Por qué estaban en aquel lugar? Al llegar al lugar no había notado que hubiera alguno de ellos, incluso si hubiera visto unos cuantos hubiera pensado en quedarme o no, pero ahora no podía dar marcha atrás, seguí dando pasos para atrás chocando con una roca, uno de ellos, parecía el que mandaba a los demás había hecho aquel sonido, hice una mueca con los labios, ¿ahora qué? Pensé para mí, me iban a atacar? Bufe molesta por aquello.

Pensé por unos momentos en tomar una piedra, arrojársela para que se marchara pero seguramente los demás vendrían contra mí. Cruce los brazos molesta y recargue mi cuerpo en el árbol que estaba próximo a mí, mire al pájaro, tal vez no me entendía pero que importaba - ¿Acaso disfrutas espantar a alguien solitario con tus demás amiguitos? – Le mire curiosa, el pajarraco me miraba como si de verdad me entendiera – Pues si es así con tantos de ustedes lo lograste – Lo mire por unos momentos, sus plumas negras brillaban en contraste con la luz de la luna, sonreí por unos momentos, suponía que ambos buscábamos paz en este lugar, relaje mi cuerpo, recargue mi cabeza sin decir más, de todos maneras no deje de mirarlo, por cualquier cosa… Solté una risita, tal vez me vería demasiado loca al hablar con el animal pero ¿qué importaba? Todos aquí parecían locos.

por **El Cuervo** Mar Ago 03, 2010 4:34 am

Mis plumas se mueven con el viento y el sonido del agua hace que medio cierre mis ojos de cuervo. Grazno. La nocturna se asusta, en verdad no quiero que eso suceda, pero suele ocurrir con la parvada. Abro el pico, pues no puedo sonreír con este.

En unos instantes se escucha el crujir de los huesos, el Graznido se hace desgarrador y la pequeña ave empieza a transformarse en lo que soy, un hombre corpulento de más de dos metros, musculoso, cabello oscuro y largo, ojos de cuervo. Me tambaleo un poco agitándome un poco la cabeza, con la piel humedecida por el sudor el cambio suele ser demasiado doloroso a pesar del tiempo.

-No. -apenas pude articular mi voz bastante ronca- quise… asustarte… -la desnudez suele no importar cuando eres un cambiante, me trueno el cuello y aun así en forma humana grazno un par de veces. Vuelvo agitar la cabeza y termino de acomodar los huesos. Los cuervos hacen una nube oscura a mis espaldas. Siempre olvido donde dejo mi ropa ¿Dónde la había dejado esta vez?...

El olor de la nocturna siempre es como de cereza con sangre, es un olor dulce hierroso. Sonrío levemente, necesito mis cigarros, aclaro la garganta mirándola - ¿Tienes cigarrillos? –en ese momento recuerdo donde dejo los vaqueros y camino hasta donde están los arbustos, me coloco los vaqueros y la musculosa, busco enseguida los cigarros, me llevo uno a la boca y rasco un poco la barba- No debería estar aquí Sola Nocturna ¿Cómo se llama?

por **Doreen Conrad** Jue Ago 05, 2010 4:21 am

Aquel pájaro empezó a gaznar cuando escucho mis palabras, bufé habiendo tanta cosa rara en la Villa ya nada me sorprendía, probablemente me entendería, suspiré, aquella noche había estado hasta el momento demasiado tranquilo, deje de ver al pájaro disfrutando un poco la brisa del aire mezclada con un poco de agua del río era un poco extraño percibir más las cosas, pero mi nueva condición me ayudaba mucho con eso. Me quede mirando por unos momentos a la parvada, nunca había visto tal cantidad de esas aves juntas, ¿Acaso querían decir algo? No era buena descifrando esas cosas, o al menos eso creía yo.

Escuche varios crujidos del ave que se encontraba a mí lado, me quede mirándola por un momento, parecía poseída, enarqué una ceja, no aparte mi vista de él, vaya que esto era demasiado raro, estaba cambiando, observe cada detalle de su transformación hasta notar completamente al individuo que estaba enfrente de mí, por simple educación volteé mi vista, él estaba desnudo, debía guardar la compostura, solté un suspiro nerviosa por la situación en la que me encontraba. – Es bueno saber que no era esas sus intenciones – Susurré aun sin verle – Me refiero a lo de asustarme – Solté una risita nerviosa. Me levante dando unos pasos, aproximándome al río, sentí su caminar, como si buscará algo, mire de reojo notando que ya tenía algo de ropa, al menos ya podíamos tener contacto visual. – No tengo, lo siento – Sonreí a medias observándole descaradamente, desde sus pies hasta su cabello.

Lo observe girando mi cuerpo para tenerlo bien de frente, lo mire de manera confusa - ¿Por qué se supone que no debería estar aquí? – Sonreí de manera sínica – Se supone que este lugar es público ¿Me equivoco? – Aquel hombre era demasiado alto, debía tener cuidado, parecía ser de armas tomar, pero no estaba siendo grosero, tenía un toque de amabilidad detrás de toda aquella imagen de rudeza. – Doreen – Estaba dudosa de decirlo o no, pero muchos de los habitantes del lugar sabían más de los otros que nosotros mismo - ¿Tú? – La curiosidad mataba, que podía hacer el ahí. – Qué hace también a estas horas, ¿No es peligroso? – Sonreí de manera burlona, muchas veces no media el riesgo de las cosas, no sabía si estaba en peligro o no, daba igual sólo quería hacer algo diferente y distraerme.

por **El Cuervo** Lun Ago 09, 2010 12:11 am

Fumo estoy más tranquilo, el dolor se va desvaneciendo y los cuervos revolotean y graznan a mis espaldas. No entiendo a esa nocturna. Sonrío. Los nocturnos siempre se apegan a los placeres y a Bacco, a Pan. Su mirada me recorre como un objeto extraño. Muy bien nocturna empezaba a dudar de tus pasiones.

-Porque si se aparece un cuervo de dos metros ¿Cómo podrá huir de el? – Sueno un poco sardónico y aunque no son mis intenciones hacerle daño solo le quiero hacer ver que estos lugares no son seguros- Es público, sí, seguro, no.

Despuñes de una pequeña pausa.
-Soy cuervo –le digo al escuchar su nombre- Si es peligroso estos lugares, más de noche. Pero... ¿Quién me podría hacer algo? ¿Usted?... Inténtelo.

Rio y fumo mi cigarro, guardo la compostura, el dolor se ha ido y eso me hace sentir mucho mejor, trueno el cuello. Listo, ahora sí toda mi atención y los ojos de cuervo se detienen sobre la Nocturna.
-No me dijo, ¿Qué hace aquí sola? ¿Dónde se está quedando?

por **Doreen Conrad** Mar Ago 10, 2010 3:43 am

Solté una risita, no pude evitarlo, no iba a atacarlo, no conocía su fuerza, podía pensar que era mucha, pero antes de querer luchar con alguien siempre debía de estudiar los movimientos, o al menos eso pienso. Nunca he luchado con alguien, espero que él no sea la excepción. – Las mujeres podemos ser armas de doble filo - Mordí mi labio inferior con coquetería, guiñe un ojo y pose mi vista para otro lado. – No me crea tan débil Cuervo, aunque no me interesa atacarlo, ¿por qué razón lo haría? – Suspire, aspire por unos momentos el aroma que provenía de él, no era nada desagradable, a mí gusto era un poco rancio o salado, pero parecía interesante, parecía apetecible.

Volví a sentarme a sentarme a las orillas del río, escuchando sus palabras con atención. ¿Qué hacía aquí? Buena pregunta. – A veces los lugares más peligrosos son los que pueden llenar de paz mi ser – Sonreí irónica, nada era seguro aquí, absolutamente nada, incluso yo era mi propia enemiga con ese deseo insaciable de beber sangre, quería beber en estos momentos, quería beberlo a él.

¿Dónde me estaba quedando? Otra buena pregunta… ¿Pero por qué interés en eso? – Si tanto le interesa le diré, en luz negra ahí me estoy quedando… ahí trabajo, ahí vivo – Sonreí al recordar a mí perdido, probablemente no le hubiera gustado verme en esta situación, pero ya lo estaba así que tenía que lidiar con ella – Usted… ¿Qué hace por aquí? – Pregunte curiosa, girando mi rostro, buscando su mirada, sosteniendo la suya con una risita sínica en los labios.

por **El Cuervo** Jue Ago 12, 2010 2:17 am

Sonrío a medias mientras sigo fumando mi cigarro. La observo con discreción de pies a cabeza y ese carisma que poseen esos seres es un poco inquietante, no puedo negar que su figura es estilizada y por su forma de hablar debe ser una persona muy bella… doy unos pasos más hacia adelante, no puedo verle porque estoy ciego pero puedo escuchar y luego oler, es diferente el efecto que produce al mirar, aunque funciona también. Solo asiento al hecho que las mujeres son un arma de doble filo, las amas pero nunca estés seguro de que ellas quieran lo mismo que tu. Me encojo de hombros en reacción a su pregunta. –Uno no sabe como reaccionan los Nocturnos, a veces la sed puede traicionarlos. Parece que esta noche no tiene sed. Cuando responde lo que le pregunto me quedo callado un momento pensando. (Cuervo no huele a rancio ni a plumífero, tiene un escaso olor a maderas y cigarros). Puedo sentir su sed acercándome hasta donde está la Nocturna y me siento a su lado en una roca.

Fue interesante la respuesta de aquella mujer, saber que se queda en la luz negra. Justo el lugar de aquel perdido, aun debo ir a visitarle. Saco el humo y me quedo mirando el rio un momento.-Entiendo- Comento casi ausente y luego la miro- Soy el vigilante de la Villa… recorremos la villa los cuervos y yo todos los días para mantener la seguridad de los habitantes. –trabajo cortesía del roble y del señor Wickham- ¿Cuándo llegó a la villa Doreen?... –Enciendo un nuevo cigarro y le ofrezco uno- Los cambios dan mucha hambre… ¿Qué tal está la comida en la luz negra? ¿Le gustaría acompañarme?

por **Doreen Conrad** Vie Ago 20, 2010 2:33 am

Su presencia podía ponerme completamente nerviosa, no era miedo, el nerviosismo era lo que me ponía estar alerta a sus movimientos, no lo conocía así que debía tener mucho cuidado con las cosas que hacía y que decía. Preste atención a sus movimientos, no cabía duda que podía ser un hombre muy rudo de apariencia pero demasiado preciso en sus movimientos, me daba la impresión que antes de hacer o actuar, le gustaba analizar bien las cosas. Un tipo listo, pensé para mí sonriendo. Aparte el poco humo que llegaba hasta mí, moviendo ligeramente la mano a la altura de la nariz, no me desagradaba por completo, pero mientras menos estaba cerca del humo mejor. Giré mi cuerpo por completo para poder mirarle de frente aun sentada, sentí su cercanía y trate de concentrarme para no abrir más mi sed. - ¿Usted conoce algo de mi especie? – Si bien, era cierto que estaba demasiado cómoda con mi nueva condición, y me estaba acostumbrando bien, estaba aprendiendo de ella, y sacaba provecho, pero sabía que habían cosas que aprender, y que mejor que preguntarle a alguien que está vigilando constantemente la villa.

Sonreí más para mí que para él, sabía que sería de gran ayuda. – Quisiera poder conocer un poco más de mi condición, conocer porque de algunas reacciones – Confesé suspirando, ahora ya no me sentía nerviosa, ni incomoda, ahora me sentía tranquila, a gusto, además el aceptaba que podíamos ser peligrosas, que podía ser peligrosa, tal vez, lo era, aun no sabía me faltaba mucho por conocer. Ambos nos quedamos por unos momentos callados, el silencio no era incomodo, no cuando alguien sabia apreciar la privacidad del otro, incluso el silencio solía muchas veces decir más cosas si sabias interpretar la situación.

Y el silencio se volvió un recuerdo, de aquellos que en un principio eran confusos pero mientras vas apreciando lo que pasa a partir de ese recuerdo, sueles apreciarlo. Así pasaba con mi primer recuerdo en la villa, cuando el señor del sombrero me había entregado aquella bombilla roja, por aquel instante todo era confusión, incluso miedo, pero ahora con forme pasaba mis días aquí, apreciaba el momento. – Hace un poco más de un mes – Salí por unos momentos de mis pensamientos para contestar de manera correcta, el silencio era bueno, pero no era correcto dejar esperando tanto tiempo a alguien. – La comida de Luz negra es demasiado agradable, incluso puedo tener sangre fresca a mi disposición, Isaí me la proporciona – Sonreí por completo al recordarlo, incluso ya lo extrañaba, por lo regular no mencionaba su nombre, pero ahora no podía evitarlo – Claro, puedo acompañarlo… ¿ Algo en especial que quiera hacer allá? – Sonreí un poco, aspire profundamente el aroma. Error, mi garganta raspaba, quemaba, mis ojos se dilataban, su aroma, me provocaba sed, sed profunda. Cerré los ojos – Puedo atenderlo yo misma, también trabajo ahí – Seguía con los ojos cerrados, intentando concentrarme, intentando borrar la sed que tenía sólo por unos momentos.

por **El Cuervo** Miér Ago 25, 2010 6:03 am

La observo y puedo sentir algo más que su nerviosismo, la empatía llega a mi piel como pequeñas punzadas. Fumo, no puedo evitar humear tanto como una chimenea. Lucita está en mi sangre y corre dejando esa fluidez de las sensaciones, todo es más cercano y loco.

-Nocturna… bombilla roja, sed, mucha sed, tanta que suele ser desgarradora. Sangre… deseo de sangre, como si un vampiro se tratase. –fumo y me siento- Les llaman nocturnos, el sol les molesta los ojos y la piel, no les mata pero les debilita y cuando pasa el tiempo con esta condición van sintiendo deseos de no ver el sol. Pueden controlar su temperatura. Mientras mas fría esté su piel menos sed sienten, mientras más tibia esté más sed sienten. Es un precio el que deben de pagar para tener la piel como la de un humano común…

Me quedo mirándola como si realmente la viera y alego mi mano hasta su rostro para acariciarle, sin faltarle al respeto no nada por el estilo solo quiero saber como es y acerco las yemas de mis dedos hasta sus labios, los acaricio y luego le toco sus colmillos. Retiro la mano.

-Pueden cortar la carne y entumir, secretan una sustancia como anestesia local –sonrío apagando mi cigarro-… muchos dicen que los Nocturnos son como sátiros…viven de sus placeres sin importar cuales sean, solo satisfacen su sed y no precisamente es una sed física.

Escucho nuevamente el nombre de Isaí. No digo nada, pero algo pasa con la mujer puedo percibir su sed, tienen ese olor a hierro cereza.
-¿Tienes sed?... puedo darte un poco de mi sangre, no importa… pero si me invitas la cena.

Una carcajada sale de mi pecho y llevo un nuevo cigarrillo a la boca y le doy fuego, los cuervos revolotean, algunos graznan.
-Es mejor que nos adelantemos. Mi propuesta sigue en pie.

por **Doreen Conrad** Mar Ago 31, 2010 3:41 am

Preste suma atención a las palabras del cuervo, parte de las cosas que decía poco a poco las había ido aprendiendo, algunas no tenía muy bien entendido por qué pasaba, por ejemplo la temperatura, como ayudaba, lo estaba aprendiendo, sabía que mi temperatura cambiaba drásticamente pero no sabía en qué me beneficiaba, sonreí complacida al escuchar las palabras. Recordé mi bombilla roja, le había hecho una especie de amarre, en la parte de abajo, donde no estaba completamente la luz que le daba ese tono rojo hermoso, que podía ser colgada en el cuello como un collar bello, pero prefería tenerla guardada en una cajita, como lo más valioso que tenía, y era el objeto sin duda más valioso aquí. No quería extraviarla.

Lo observe acercarse un poco más, por un momento pensé que los cuervos se acercarían más a mí y me atacarían, negué por un momento la cabeza, sintiendo la yema de los dedos en rostro, en mis labios, por un momento cerré los ojos disfrutando el tacto, solté un gran suspiro controlando mis instintos, y al sentir que apartaba su mano de mis labios mordí el inferior un poco traviesa. Por un momento recordé una pequeña escena de pequeña en un viaje a la playa mi padre se había parado a comprar provisiones en un pueblo bastante bonito, en una cerca habían bastantes cuerpos colocados de manera casi exacta uno después de otro, su graznido me había hecho gritar del miedo, pero mi padre me había dicho que tuviera calma, a los cuervos no se les tenía que tener miedo, al contrario, se les debía tener respeto, eran unos seres increíblemente listos, que sabían dónde atacar, o donde mantenerse serenos, siempre buscando el beneficio, propio su supervivencia. Suspiré tranquila, no tendría ningún beneficio que ellos me atacaran demás el que era su líder, que tenía frente a mí parecía tranquilo, incluso podía jurar que mi presencia le parecía agradable, por el simple hecho de permanecer aquí.

Escuche aquello de los placeres, otras respuestas que aclaraban tantas dudas que tenía dentro de mí, por eso mis reacciones, lo mire con cierto enrojecimiento – Si, he notado lo impulsiva y apasionada que me he vuelto, aunque no le veo lo malo, todos nos dejamos llevar por las pasiones, aunque unos más que otros claro está – Me encogí de hombros observando a la gran cantidad de cuervos que estaban detrás de él. – Usted… espero no le ofenda mi pregunta, pero… ¿¿Qué especie es?? – Pregunte demasiado curiosa, nunca había visto a alguien cambiar frente a mí. Podía percibir varios olores distintos pero no identificaba que podían ser.

Arqueé mi ceja, desde que había llegado sólo un habitante me había dejado beber de manera gustosa, lo recordaba de manera divertida, y me emocionaba recordar el encuentro, pero era algo ya pasado no debía recordarlo, sonreí completamente divertida – No puedo hacer que la casa pierda – Comente en todo de burla – Se imagina que a cada individuo que encuentre yo lo invitara a comer a Luz negra, quedaríamos en quiebra – Me acerque a él tomando su hombro, como si fuéramos amigos de hace mucho tiempo, comencé a caminar con el – Si tengo bastante sed, y tenerlo cerca me dan ganas de morderlo – Dije un tanto indiferente, sin dejar de caminar por aquel lugar, sintiendo a los demás cuervos, aunque no sabía si venían o nos observaban…

por Contenido patrocinado

Luz de luna [El cuervo]

Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]

Re: Luz de luna [El cuervo]