En el pasado, estando aquí en el otro pino… (Doreen)

Ni literatura, ni obras ni escribir ni leer… nada, estaba en la biblioteca y simplemente miraba a la gente que pasaba por mi lado izquierdo con cara de obsesionado y una tremenda sed, pero a un no sabía lo que hacer, tampoco sabía de qué forma u modo actuar, se me hacia algo incomprensible y lo que era peor irreconocible, todo se había ajuntado de una forma extraña, todo era nuevo para mí. Recordé cuando deje a Golfo en la puerta de la biblioteca para que no armara aquí un escándalo y nos tuvieran que echar a los dos, por ello estaba aquí solo, entre tantos libros y sin coger ni uno, a pesar de que me encantaba y fascinaba leer todo tipo de libros, así que tal curioso estaba que no tenía otra cosa mejor que levantarme ir hacia unas estanterías color marrones y empezar a curiosear algunas obras literarias apartado por apartado, mientras a su misma vez observaba algunas bombillas color azul celeste desde la lejanía. En un momento abrí los ojos de par en par, como platos, acababa de descubrir entre tantos libros uno en especial ‘’El mundo de Sofía’’ lo reconocía a la perfección, su portada y contra portada, aquel color verdoso oscuro. Sí, me hacia recordar aquellas tardes de verano en Inglaterra junto al gran ventanal al atardecer, yo allí sentado, leyendo aquella novela… me encantaba, pero a pesar de ello nunca pude acabar de leerlo, al irme a vivir a Francia por los estudios deje muchísimas cosas en mi casa de siempre de Inglaterra, entre esas cosas estaba aquella magnífica obra y ahora encontrarla aquí… era como volver al pasado sin ni siquiera estarlo, sin pensarlo una sola vez cogí el libro y sentándome en una de las sillas, empecé a buscar por la pagina que iba. Concretamente no recordaba mucho de aquel libro de filosofía, a penas recordaba la pagina… si no me equivocaba iba quizá por la pagina 423, pero sin estar seguro empecé a leer aquella pagina, no… no la lograba recordar, aun que me costara mi esfuerzo comencé a leer la obra desde la primera pagina ‘’cuando Sofía recibe una carpeta para un curso de filosofía’’. Levante la vista por un momento mirando todo mi alrededor, había un tremendo silencio de no ser por algunos grupos de personas que estaban en una gran mesa; cotilleando, husmeando, hablando… o a saber que otra cosas, todas se trataban de conversaciones absurdas y sin sentido, calificadas incluso de un tono vulgar u raro, excepto una joven de ese grupo que estaba completamente ‘’sumergida’’ en un libro de poemas de Federico García Lorca. Por último di una última vista hacia la puerta de la entrada, para luego volver la vista a mi libro ‘’un momento, wowwwwww!! ‘’ pensé para mis adentros… una de las chicas de la adentrada parecía Doreen, aquella chica que conocí en una sala de fiestas de Inglaterra, con el cabello castaño oscuro… casi al punto de un color negro pero sin llegar a serlo. No estaba del todo seguro si era ella, opte por lo mejor intentar ser un ‘’poco’’ discreto y estar quieto en el lugar donde estaba, para poder identificar si era ella…

La gran pregunta de la década que pasaba por mi cabeza… ‘’ a caso esta biblioteca es para socializar con las demás personas?’’ si, al parecer así era… todo eran grandes murmullos no se callaban, pero… la verdad era que yo tampoco estaba demasiado atento por el libro, más bien parecía un cotilla mirando hacia todos lados cada dos segundos en aquella gran sala. Por un momento opte por ir hacia donde se encontraba la bibliotecaria e ir a pedir unas cuantas hojas y un bolígrafo, para ponerme a escribir las cosas que podría hacer hoy en todo este extraño sitio del otro lado del mundo… además acababa de llegar hoy a este lugar que al parecer se llama ‘’La Villa’’, algo tenía que hacer, en primer lugar no tenía una casa, habitación, lo que fuera… donde hospedarme y mucho menos sabia de algún lugar donde poder hacerlo, en segundo lugar tenía una sed terriblemente asquerosa y en tercer lugar no conocía muchos sitios de La Villa.

Si, finalmente me levante de aquella rustica silla y me dirigí hacia una anciana de media estatura y pelirroja ya con algunas canas en ella… de seguro ya rondaba por la jubilación, debía ser la bibliotecaria – Perdone, podría darme una hoja con bastante espacio para escribir y un bolígrafo del color que sea…-le pregunte con cierto aire de educación y disciplina, ella bastante alegre se levanto haciendo algunos esfuerzos y después de quitarse unas gafas blancas de lectura y buscar entre unos cajones y armarios, encontró las hojas y el bolígrafo en la parte superior de una estantería justo al lado del ordenador portátil de la recepción –Gracias… y perdone la molestia- le dije sin ser del todo sincero, la verdad era que no me había importado molestarla… en cambio parecía que le había dado una alegría al a verla hecho levantar su trasero de aquella silla que parecía tan incómoda.

Me dirigí hacia mi sitio anterior mientras iba jugueteando con el bolígrafo, en un acto automático me lo puse detrás de la oreja… cualquiera diría que parecía uno de esos vaqueros del oeste con su ramita detrás de la oreja. A la vez que iba con paso firme y bastante sonoro hasta mi silla y mesa de lectura, levante un poco la vista hacia la chica que se parecía tanto a Doreen, la escuche soltar una diminuta risa… parecía que aquella risa se provoco sin poder controlarla y salió de inmediato de su boca o quizá vio algún libro que le provocara risa… alguna vez eso a mí me había pasado.
Finalmente saque mi silla hacia atrás y me senté, coloque la hoja en la mesa, quite el bolígrafo que estaba situado en la oreja y me puse a anotar cosas que tenía que hacer hoy, parecía la lista de una compra e incluso daba el semblante de que estaba en un salón de parvulario ‘’ Encontrar un lugar donde pasar horas sin aburrirme, meditar que jodida cosa me pasa desde que me dieron la bombilla color rojizo y observación del lugar donde me encuentro’’ genial… no se me ocurría ni una maldita cosa más, empecé a tamborilear en la mesa de madera con la yema de los dedos, un segundo, dos segundos, tres minutos… nada, nada más para hoy.

Me puse hacer garabatos en la hoja, primer garabato: antigua profesora de matemáticas en mi época de instituto, cuanto la llegue a odiar… recordando como la llamaba en mis pensamientos ‘’la ogro’’ , estúpida profesora… estúpida asignatura, si algún día la llegaba a volver a ver, si tenía la bonita ocasión le mostraría este garabato orgulloso de mi imperfecto dibujo. Aparte la hoja y el bolígrafo hacia un lado de la mesa… justo cuando me di cuenta de lo grande que se veía el garabato era inmenso ocupaba toda la parte de la hoja ya que todos mis apuntes estaban al otro lado de la hoja. Me puse de nuevo con la lectura, abriendo la obra por la pagina 56… ‘’ Sofía estaba analizando una de las faltas de ortografías de la carta que iba a enviar al filosofo’’ así empezaba aquella pagina… estaba lo suficientemente inquieto como para no poder estar concentrado en el libro, me quede mirándolo fijamente haciendo ‘’teatro’’ de que lo estaba leyendo, era todo lo contrario… estaba en mis cavilaciones de pensamientos y mirando embobado el libro sin ni siquiera leer palabra, cuando de repente escuche una voz bastante conocida a decir verdad… la había escuchado antes dando sus datos cuando se registro para entrar a la biblioteca pero estaba tan sumamente en mis pensamientos que ni me di cuenta de cuando dijo su identificación… pero si, si era mi gran amiga ‘’Conrad’’ – Doreen, siempre que te guste la filosofía o que estés lo bastante tranquilo para leer el libro…- le conteste a su pregunto, diciendo lo ultimo ‘’estés lo bastante tranquilo para leer el libro’’ diciéndolo… para mí.
Incluso a un que la había escuchado y había dicho su nombre, se me hacía imposible que fuera ella, doble el principio de la punta de aquella pagina del libro, lo cerré y acto seguido me levante, me quede mirándola y sonreí dándole un ligero golpe en el hombro, si, si era ella.

Antes lo tenía puesto en duda, había dos cosas diferentes… una era ‘’ después de tanto tiempo sin verla y me la encuentro aquí, en el otro lado del mundo o que se yo’’ y la otra era ‘’ ella no tiene la culpa de no a ver mantenido conversación alguna o comunicación, al fin fui yo quien se fue de Inglaterra’’ pero seguía sorprendido y anonado, me la había encontrado justo aquí.

Lo que no me sorprendió tanto fue su reacción después de tanto tiempo era normal entre otras cosas porque éramos amigos íntimos y aun que yo no hablara con ella en mi mente siempre sabía que podía contar con ella y ella conmigo, correspondí al abrazo joder esta igual de fría que yo o más, su piel es como el hielo e incluso parece que me quema con el tacto de la mía… , sin poderlo evitar me aparte por un momento un paso hacia atrás y me quede mirándola con asombro, lo cierto era que había cambiado muchísimo desde la última vez que la había visto, pero si algo de todos sus cambios me había revuelto mas el estomago era su temperatura corporal, sus ojos… ya no eran los mismos . – Dor, joder… si eres tú por un momento pensé que era algo casi imposible, pensé que era algún efecto secundario de este lugar, imaginaciones… o algo por el estilo, no tengo ni idea como llegue aquí excepto que cogí un vagón del año de la pascuala y aquí he podido llegar… - todo me salió sin más, hacia tanto que no la veía y que no salíamos por algún lugar como antes, que a momentos pensaba que me temblaban las manos después de tanto tiempo sin verla, ella era como mi hermana y a una hermana tarde o temprano se le echaba a faltar .

De nuevo me abrazo y yo la abrace, en un impulso le saque la lengua de forma divertida, siempre me gustaba hacerla rabiar y eso no iba a cambiar jamás, luego vi como se giro hacia el libro que yo estaba leyendo, fue entonces en un acto… cuando me di cuenta que teníamos la misma temperatura, era como si ella hubiese dejado marcada la misma temperatura en mis brazos cuando me abrazo como un muñeco de trapo .

- Sabes que yo tambien estoy muy contento de verte y sobre lo de la lectura… creo que tengo una buena profesora de literatura que eres tu siempre me has involucrado bastante – le guiñe el ojo – Golfo… - murmure en voz muy baja, estos días lo había tenido muy lejos de mi… lo dejaba solo por la Villa y solo iba a visitarlo, jugar un rato con él a tirarle una pequeña pelota color naranja y alimentarle con comida de perro el resto del día la pasaba en completa soledad, de seguro tenía más gente a su alrededor… los peatones, estaba siendo un mal dueño de Golfo y lo había cogido desde que era pequeño .
– Esta… en algún lugar de la Villa, suele estar en el Lago donde hay muchas luciérnagas, creo que le gusta por el agua y porque así por la noche las luciérnagas le hacen luz, supongo.. - tenía miedo de hacerle daño a Golfo por aquella terrible sed que hacia quemar mi garganta, por eso lo tenía tanto a la distancia día y noche, hora tras hora y minuto tras minuto, lejos muy lejos, mientras más… mejor.
– La verdad… es que ese terrible dolor que siento es la causa por la que tengo lejos a Golfo – le devolví la sonrisa mientras le hablaba con un deje en la voz visiblemente apenado – Vamos mejor a fuera, aire , viento… - le dije con sarcasmo, eso era lo que hacía que todos los efluvios se vinieran hacia mi nariz y me hiciera arrugar el cejo. La seguí en cuanto vi como me invitaba a salir y a seguir sus pasos, dejaría que ella me enseñara los lugares aun que ya casi había podido ver todos, confiaba plenamente en que ella tuviera más experiencia por aquí, por esta Villa y todos los rumbos posibles al fin y al cabo yo era un turista mas aquí, un turista por muchísimo tiempo.

Ya me puedo dar por no querido en esta biblioteca he dejado el libro y la hoja junto con el bolígrafo encima de la mesa, un desordenado y que no dejo en su lugar las cosas de la biblioteca….