Aleksandra Milkovich
2 participantes
Página 1 de 1.
Aleksandra Milkovich
•Aleksandra Yelena Milkovich•
Sobrenombre: Sasha, es el diminutivo de su nombre.
Raza: Maldita.
Edad: 27 años.
Actividad: Asesina a sueldo.
Nacionalidad: Es rusa, nació en San Petersburgo.
Orientación sexual: Heterosexual flexible.
Estado civil: Soltera.
Descripción física: Mide alrededor de un metro setenta y cinco, de complexión atlética. Su pelo cambia a su antojo, no le disgustan los tintes igual que las pelucas, aunque realmente su pelo es castaño oscuro y lo lleva largo. Es una mujer atractiva bien debido a sus rasgos marcados, bien a sus expresivos ojos que juegan entre el verde y el azul o bien por el curioso reflejo dorado de su tez, que aislada del Sol es pálida. Tiene unas manos finas y suaves igual que los pies, se mueve como un felino: ágil y elegante. No gusta de escotes, faldas cortas o colores llamativos; el negro siempre es su fiel amigo junto a ropa sobria y cómoda. Tiene varios tatuajes que luce a menudo sin darles la menor importancia. Es incapaz de ocultar su acento aunque no es excesivamente marcado.
Descripción psicológica: A la hora de realizar su trabajo es una mujer seria y fría, no conoce la piedad, solo el deleite, pero no se deleita con la muerte-alguna aunque otra vez ha llegado a lamentar alguno de sus crímenes- realmente lo que ella disfruta es la acción de la que disfruta, el riesgo y las situaciones en las que vislumbra su vida escaparse por el cañón de una escopeta. Descubre una faceta de sí misma cuando está al límite, en la que lleva cualquier sentimiento a su expresión máxima, es entonces cuando puede conocer una ira devastadora, una pasión atroz o una lástima asfixiante. Sin embargo, una vez finaliza la jornada laboral, demuestra ser una mujer sensible, extremadamente paciente y tranquila que gusta de una conversación interesante acompañada de un buen vaso de vodka que dedica a la vieja Rusia. Misántropa, no obstante Veronika es su excepción.
•Historia y Familia•
Historia:
Familia: ~Irina. Madre. Trabajos temporales. Viuda.
~Yelizaveta. Tía. Antigua profesora, daba clases gratis.
~Veronika. Hermana. Abogada. Casada.
- Spoiler:
- Nació en San Petersburgo, en una familia en la que faltaba el padre y en la que la guerra y la decadencia de la URSS no dejaban de hacer estragos, eran demasiados hermanos, los cuatro primeros hijos del mismo padre que murió por enfermedad, los otros tres- entre los que se le incluye a ella- de buenos ratos que pasó su madre. Ninguno aprendió a nada más que a leer y a escribir, impulsados por su tía, que enamorada de su patria y su idioma se empeñó en que sus sobrinos supieran más de él. Aleksandra siempre tuvo un especial cariño por su hermana Veronika, igual que ésta por ella, la segunda era un año mayor aunque siempre estaba enferma, era débil y Aleksandra, o Sasha, como solían llamarle, se encargaba de sus cuidados. Así pasaban prácticamente todo el tiempo juntas, compartiendo secretos, juegos y apoyándose la una en la otra.
Crecieron trabajando, viendo cómo dos de sus hermanos mayores eran llamados a filas y no volvían, cómo su madre traía más hijos a casa y cómo tía Yelizaveta enfermaba cada invierno, empeorando cada vez más aunque yendo siempre desde su casa en un extremo de la ciudad para seguir instruyendo a los más pequeños. Resultó que Veronika tenía una auténtica afición por las letras, era rematadamente inteligente, hasta el punto de que la tía se decidió a pedir ayudas para sacarla de la miseria y poder enviarla a Moscú para que completara sus estudios. La pequeña comenzó a prepararse, estudiaba día y noche con ahínco, Aleksandra dejó de verla, se sintió mal porque no estaba con ella pero se olvidaba de su dolor cuando Veronika le abrazaba cada madrugada cuando se metía en la cama con ella; sin embargo tuvo que llegar el momento inevitable, vinieron a llevársela, para siempre, para que estudiara y pudiera ser una gran mujer y servir con orgullo a su país.
Aleksandra se quedó así sola, o al menos de esta forma lo sintió, ahora sin Veronika nada le quedaba en casa, aunque siguió trabajando, leyendo los libros que tía Yelizaveta le traía; se volvió así una persona solitaria y huraña, que rehuía del trato con los demás y casi que sentía aversión hacia aquellos que le rodeaban. En vista de que le quedaba bastante tiempo libre, demasiado para reflexiones, se dedicó al ejercicio físico cuando no, trabajaba en una licorería en la que tenía como jefa a una vieja comunista que no dejaba de quejarse del nuevo orden o sacaba de la tienda a jóvenes demasiado occidentalesa golpe de bastón. Su vida se limitó a la rutina, ajena a fiestas, pasiones o cualquier cosa fuera de lo normal. Celebraba el Año Nuevo por compromiso, el Viejo Año Nuevo lo pasaba en las afueras de la ciudad y el Día de la Risa reía sin ganas los chistes malos de sus hermanos menores.
Así transcurrió prácticamente toda su adolescencia. Tía Yelizaveta murió, madre quiso echarle de casa cuando comenzó a salir cada noche, buscando un sustituto que ocupara el lugar de Veronika, la cual en ningún momento dejó de estar en su mente.
Comenzó como un juego, siempre juegos. Primero ella fue la invitada del grupo, no se metía en sus correrías demasiado, no participaba en los linchamientos y tampoco hacía ningún encargo para El Jefe, al menos no de forma directa. Pero lentamente se fue integrando en el grupo, sintió algo más que aborrecimiento y silencio, sintió que la adrenalina activaba cuerpo y mente, la sintió hacerse dueña de ella y revivirla; todo aquello parecía maravilloso y no podía soltarlo: Se hizo adicta a la adrenalina. Realizaba los encargos con gusto, se quedaba la última cuando ardía un coche o el guarda de una joyería yacía en el suelo agonizante; cada vez dudó menos, se arriesgó más y fue ascendiendo escalafones en esa nueva religión hasta que recibió los encargos directamente de Petrov, El Jefe, ex oficial del Ejército Rojo.
No le importaba ser la asesina, no le importaba quitar vidas, para ella era una forma de vida fuera de sus libros, su música o sus esculturas; una vez recibía su dosis diaria de adrenalina ya se sentía completa, matar por placer era una buena acepción y es que la búsqueda del riesgo le llevó a unas situaciones prácticamente suicidas, sin compartir siquiera una opinión por lo que hacía, sin estar al tanto de los intereses u objetivos de Petrov y su grupo. Viajaba continuamente, estudiaba a sus objetivos con precisión, cada vez los asesinatos eran más metódicos, siempre a un palmo de que la descubrieran. Mientras se adentraba en el arte del homicidio Veronika ocupó un lugar más reservado en su memoria, la imagen que tenía de ésta no se deformó con el tiempo, sino que permaneció a un lado, callada. Ahora no se permitía pensar en ella, era presa de su nueva forma de vida, una forma de vida que se vio alterada la noche que regresó al hotel de Leipzig (Alemania).
Dos cartas sobre la cama, una de Petrov con el pago del último servicio-nunca olvidaría la persecución que le siguió; la otra era de madre: Veronika había regresado, el sobre llevaba adjunto un billete de tren.
El día que emprendió el viaje se encontraba ansiosa por ver de nuevo a su hermana. Era una persona por lo general muy tranquila, así que la ansiedad que sentía se convirtió en toda una novedad para ella. Para su sorpresa, cuando apenas se había instalado se acercaron a comunicarle que había habido un error con los billetes y que tendría que mudarse a primera clase. Creyó ver la huella de Petrov en ese acontecimiento, con lo que confiada, cambió de vagón. El encontrarse sola no supuso sorpresa alguna, su jefe sabía de lo incómoda que se sentía al estar rodeada de gente. De este modo sacó uno de los libros que llevaba en su bolsa y comenzó a leerlo, lentamente las palabras dejaron de tener sentido, las frases se alargaron y las letras se volvieron borrosas. Cayó dormida al poco rato.
Al despertar supo al instante que algo había cambiado. Algo estaba mal. Era ese sexto sentido que había ido desarrollando con el tiempo gracias, en buena medida, a su profesión. Salió de la estación cargando sus pertenencias. Todo estaba en ruinas, el tiempo había ido depositando una capa de polvo en cada rincón para que la vida fuese quedando enterrada poco a poco. Echó un vistazo a su teléfono móvil, no captaba señal alguna. En ese instante un reloj anunció la media noche, un llamado a una niebla que ganó terreno con rapidez. Se creyó en un sueño, la situación escapaba a cualquier explicación lógica que le pasase por la mente.
Una persona entró en escena, su rostro quedaba oculto, de alguna forma sintió que hacerle preguntas era inútil; además, quería de ella que tomase la bombilla que le tendía. La cogió, sin asombrarse demasiado por el hecho de que estuviese encendida, llenando de reflejos cobalto su mano al sostenerla. No recibió explicación alguna a ese hecho, el hombre simplemente desapareció y la dejó unos instantes: sola, confusa y perdida.
Y entonces se encendieron las luces.
Familia: ~Irina. Madre. Trabajos temporales. Viuda.
~Veronika. Hermana. Abogada. Casada.
•Otros Datos•
Nivel de adquisitivo: Siempre tuvo más de lo que gastaba, algunas vidas tienen un precio muy alto y ella lo cobraba. Esto le permitía darse un capricho de vez en cuando aunque el hedonismo no iba demasiado con ella, por lo que gastaba con cabeza.
Pertenencias: Lleva la misma maleta que suele acompañarle en sus viajes de trabajo, con capacidad para contener ropa para dos semanas, un neceser con los básicos de aseo, un libro que está a punto de terminarse y otro en alemán que aún no ha estrenado. En su bolso de mano llevaba un ipod con sus correspondientes auriculares, un par de cajetillas de tabaco, un monedero con varios pasaportes falsos, en general nada excepcional… si no se tiene en cuenta la Magnum calibre 357 que lleva en su chaqueta.
Enfermedades: Adicta a la adrenalina ~ Neurosis
Antecedentes: Los asesinos de verdad saben cómo no ser descubiertos. Nadie le persigue, su historial está completamente limpio.
Manías o Trastornos: Ninguno.
Fobias: Que Veronika se olvide de ella.
Gustos: Le gusta tomar un vaso de bourbon mientras lee un libro con final triste, limpiar su arma escuchando a Mozart, planear su próximo asesinato mientras se relaja contemplando cuadros en algún museo.
Pertenencias: Lleva la misma maleta que suele acompañarle en sus viajes de trabajo, con capacidad para contener ropa para dos semanas, un neceser con los básicos de aseo, un libro que está a punto de terminarse y otro en alemán que aún no ha estrenado. En su bolso de mano llevaba un ipod con sus correspondientes auriculares, un par de cajetillas de tabaco, un monedero con varios pasaportes falsos, en general nada excepcional… si no se tiene en cuenta la Magnum calibre 357 que lleva en su chaqueta.
Enfermedades: Adicta a la adrenalina ~ Neurosis
Antecedentes: Los asesinos de verdad saben cómo no ser descubiertos. Nadie le persigue, su historial está completamente limpio.
Manías o Trastornos: Ninguno.
Fobias: Que Veronika se olvide de ella.
Gustos: Le gusta tomar un vaso de bourbon mientras lee un libro con final triste, limpiar su arma escuchando a Mozart, planear su próximo asesinato mientras se relaja contemplando cuadros en algún museo.
•Extra•
Religión: Atea.
Habilidades: so de armas de fuego, armas blancas y combate cuerpo a cuerpo, siendo más hábil en la primera.
Deportes: Practica el atletismo con regularidad, también gusta del tiro con arco, el ajedrez y en general deportes que requieran precisión..
Mascotas: Su estilo de vida no se lo permite.
Idiomas: Ruso, inglés y alemán con fluidez, los dos últimos aprendidos por los continuos viajes en esos países; también conoce el francés y el italiano aunque no se maneja con la soltura que desearía. Ha estudiado latín, siendo capaz de hacer traduciones realmente exquisitas.
Estudios: Título de bachillerato, hizo los dos primeros años de Historia del Arte, pero la universidad le restaba demasiado tiempo y lo dejó.
Habilidades: so de armas de fuego, armas blancas y combate cuerpo a cuerpo, siendo más hábil en la primera.
Deportes: Practica el atletismo con regularidad, también gusta del tiro con arco, el ajedrez y en general deportes que requieran precisión..
Mascotas: Su estilo de vida no se lo permite.
Idiomas: Ruso, inglés y alemán con fluidez, los dos últimos aprendidos por los continuos viajes en esos países; también conoce el francés y el italiano aunque no se maneja con la soltura que desearía. Ha estudiado latín, siendo capaz de hacer traduciones realmente exquisitas.
Estudios: Título de bachillerato, hizo los dos primeros años de Historia del Arte, pero la universidad le restaba demasiado tiempo y lo dejó.
Aleksandra Milkovich- Mensajes : 99
Bombillas : 18
Fecha de inscripción : 24/05/2010
Edad : 40
Re: Aleksandra Milkovich
Ficha Aceptada
Bienvenid@ a La Villa del Roble Fantasma.
La Bruma- Narrador
- Mensajes : 115
Bombillas : 81
Fecha de inscripción : 20/07/2010
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Sáb Jun 02, 2012 7:18 pm por Lucy V. Matersson
» Avatería oficial
Sáb Abr 28, 2012 11:47 am por Lucy V. Matersson
» Mekare Sttromblade
Mar Abr 17, 2012 8:19 am por Mekare Sttromblade
» Edward Potter
Miér Abr 04, 2012 7:29 pm por Edward Potter
» Lucy V. Matersson
Lun Abr 02, 2012 2:29 pm por Lucy V. Matersson
» -Preguntas frecuentes.-
Mar Mar 27, 2012 10:22 pm por Azul
» Forever Mine -Recien Abierto- {The Vampire Diaries} Afiliacion Normal Se buscan persoanjes Cannon y
Sáb Ene 28, 2012 5:34 pm por Lena Night
» The Madness (normal).
Sáb Ene 28, 2012 1:47 am por Invitado
» A New Hogwarts- Recién Abierto- Élite- Pj's cannon dispo.
Vie Ene 27, 2012 11:05 am por Invitado