La última parada ~ Libre

por **Aleksandra Milkovich** Dom Nov 27, 2011 7:33 pm

La ropa de cama tenía un olor floral que me recordaba al pelo de aquella mujer rubia de la que una vez hube de encargarme. Hasta el momento nunca me había parado a pensar en ellos, ¿por qué ahora? En mi mente persistían con fuerza las imágenes de cadáveres que un día fueron personas, personas hasta que aparecí yo.

Me giré en la cama, con los ojos cerrados. Llevaba al menos dos horas despierta si es que esa noche había llegado a dormir. Aún no me había parado a pensar en cómo salir de allí. Las primeras respuestas que obtuve del regente del hotel fueron insatisfactorias, diría que le divertía lo que yo le preguntaba. Estiré el brazo para mirar la hora en el móvil- que era lo único para lo que me servía entonces. Faltaban tres minutos para que fuesen las ocho de la mañana. Al menos en otra parte del mundo. No sabía cómo se correspondía con aquel lugar aún no hubicado en el mapa.

Lentamente me levanté de la cama, metí mis pies en las zapatillas con ceremonia y me dirigí al pequeño baño por el que el precio de la habitación se duplicó. No me miré al espejo hasta que fue inevitable, en ese momento alcé la vista para encontrarme con unas pupilas de un extraño tono violeta. Contemplé mi reflejo durante unos segundos, con la mente en blanco, pero el pulso acelerado. Lo irracional escapa a una mente metódica. Era sencillamente incapaz de asimilar la situación. Y no lo haría. Salí del baño desviando la mirada del espejo.

Con la misma tranquilidad me vestí, elegí un suéter morado de cuello barco con unos vaqueros oscuros. Por evitar volver al baño no me recogí el pelo, así que no tardé demasiado en tomar mis cosas y bajar al restaurante. En esta ocasión me permití pararme por los pasillos para observar con ojo analítico el lugar. La decoración hablaba de años anteriores, realmente se veía descompasada respecto a las nuevas modas; sin embargo el sitio parecía cuidado. No llegué a encontrarme con más huéspedes hasta llegar al restaurante.

Una vez allí descubrí que las personas dispersas por la sala no compartían rasgos en común. Había una chica de color, un hombre asiático, un anciano latino… Tampoco había una tabla con los menús. Pedí un café, y lo hice en inglés, que sería el idioma en el que probablemente más gente me entendiese. Me retiré a una de las mesas a tomarlo, observando a las personas sentadas allí. Buena parte parecía estar tranquila, pero también había quien miraba nervioso a su alrededor, incómodo. Al terminar el desayuno decidí que era hora de comenzar a moverse.

Mi primer intento de obtener información del personal del hotel había sido insatisfactorio, no iba buscando un segundo; de modo que me dirigí a una de las mesas, donde la persona sentada parecía segura de sí misma, se me ocurrió que eso podía deberse a que se encontrase cómoda con el lugar, es decir, que lo conociese. En esta ocasión probé a comunicarme en alemán, y así comenzar a descartar posibilidades:

- Disculpe, ¿sabe cada cuánto tiempo llegan trenes a la estación?

por **Evi Arlequín** Miér Nov 30, 2011 5:48 am

gire sobre la cama y por alguna razón el sonido de un gato siendo aplastado llego a mi cabeza... lo que hizo que me despertara de un salto cayendo de la cama. me quede extendida en la misma preguntándome se sería prudente salir a esa hora de la madrugada, pero Manzana andaba raro y sus ojos brillaban más de lo normal... el mismo bajo de la cama y se sentó en mi espalda maullando por lo alto. si seguía comportándose de esa manera nos terminarían echando del hotel... y eso por cualquier ángulo que se pudiera ver no sería una buena idea...

me arrastre hasta el baño empujando a Manzana fuera, no iba a salir a estas horas y estaba decidido. me metí en la tina del baño, acomodando unas toallas y me eche a dormir de nuevo... lo curioso sucedió cuando desperté. al parecer el sol ya había salido, no en su totalidad, puesto que estaba algo nublado afuera, o eso era lo que se apreciaba ver por la ventanilla del baño... bostece y me senté en la tina, mirando como la misma estaba llena de florecillas rosadas y blancas ¿de donde habían salido? me quite las que tenía en el brazo y me levante a como pude de la tina, algo adolorida pero nada tenía, me mire al espejo estirándome, y bueno mi ropa de ayer estaba limpia y aun hasta tenia los zapatos puestos... el cabello si estaba un poco despeinado pero lo arregle amarrándole en una cola alta. me lave la cara y me lave los dientes. y salí del baño mirando a Manzana desde la cama con cara de pocos amigos.

- vamos a desayunar Manzana - le dije con una hermosa sonrisa en el rostro... pero ese maldito gato era peor que una vieja, me quito la cara y se bajo de la cama esperándome a un lado de la puerta - tú no te pareces a mí, así que en definitiva las mascotas no se parecen a sus dueños - abrí la puerta, el salió, yo salí y cerré.

camine por los pasillos sin muchas ganas, baje por las escaleras para perder un poco el tiempo hasta que llegue al restaurante que había dentro del hotel, busque un lugar desocupado y pedí dos manzanas, y un te frio de durazno. cuando trajeron la orden le di a Manzana... su manzana... mientras yo me quedaba con la mía, tratando de pensar en lo que debía o no hacer... pero al parecer alguien mas estaba en las mismas... solo que no entendía lo que me estaba diciendo ¿en qué me estaba hablando? - disculpa... pero no te entiendo - le respondí... ciertamente había optado hablar en lo que mas había escuchado que se comunicaban, así que el francés lo había dejado de lado - yo... ¿quieres manzana? - le pregunte estirándole mi manzana mordida. puede ser que me haya dicho que quería manzana... o que estaba antojada de manzana o no me estaba diciendo nada relacionado con la manzana, pero que iba a saber yo que me estaba diciendo.

por **Aleksandra Milkovich** Mar Dic 06, 2011 4:14 pm

Definitivamente debíamos de haber salido de Alemania, hubiese sido tentador probar con mi idioma natal ya que la estación en la que pude ir a parar podría estar cerca de mi destino; sin embargo deseaba obtener otro tipo de información con más urgencia. Le sonreí con condescendencia, también hablaba inglés por lo que comunicarme con ella no sería problema, en un principio.

- No es problema.- mi acento se dejó caer en esta frase, lo hacía a propósito, quería ver si por alguna casualidad se trataba de una paisana- Preguntaba si sabía cada cuánto tiempo llegan los trenes a la estación.

La examiné con disimulo, no había ningún rasgo fuera de lo común en ella. Ni siquiera los ojos, que tenían un color de lo más común tras los cristales de unas gafas de pasta. El pelo recogido dejaba sitio a un rostro de rasgos fuertes, poco que ver con el timbre de la voz de la chica, y aún menos con su atuendo. Se me hacían curiosos todos esos colores trepando por sus piernas, le daban un aspecto simpático y original; mas con todas las personas tan distintas que encontré a mi paso no me había percatado de ello antes.

- Y gracias, pero no quiero manzana, creo que el gato lo agradecerá más que yo que ya he desayunado.- por supuesto me había fijado en el animal que movía el rabo con pereza de un lado a otro, a nadie parecía importarle, ni siquiera al personal del hotel que estaba más ocupado de hacer su trabajo que de cualquier otra cosa, sin servicios extras.

Esperé una respuesta pacientemente, de pie junto a ella, realmente esperaba obtenerla, no me gustaba nada la forma en que las personas de allí habían estado evitando responder preguntas. También detestaba tener que recurrir a otras personas para obtener información, la mayor parte de las veces se equivocaban, o no llegaban a los detalles, que sin duda en una búsqueda por mi cuenta serían una parte del plan. Solo me quedaba cruzar los dedos y esperar tener un poco de suerte con esa chica.

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