Los días cambian (Privado)

por **Azul** Vie Jun 04, 2010 8:44 pm

Uno, dos, tres semanas las que se había perdido, pero en realidad no le sabía el tiempo, no le sabía a nada. Pasaban los días, pasaban los meses y los años, ella seguía siendo la misma, no cambiaba ni un ápice de su piel y rostro, a pesar de esto, ella seguía atrapada en la maldición que la perseguía. Caminaba en esos senderos perdiéndose en sus pensamientos con su vestido azul arrastrándolo por los suelos y con los sueños desgajados pensando en que todo se había pedido, no había encontrado ni un atisbo de su pasado y los recuerdos estaban torturados en el olvido, pero sabía que dentro de su ser la maldición corría por sus venas, no creía en algo que no podía tener, porque si alguna vez lo tuvo, este se alejó. Los recuerdos de su esposo eran como lienzos mal dibujados y ella se quedaba pensando en eso, en su rostro de Pan en sus movimientos galantes y en las palabras llenas e poesía que salían de los labios del señor del sombrero. Sabía que apenas esas imágenes que le inundaban en la cabeza eran parte de un rompecabezas.

Se halló en un lugar desconocido, había un túnel con una carretilla. Parecía una mina, y con si violín y amante compañero en sus espaldas miró con curiosidad la entrada del lugar, olía a tierra y humedad.

por **Merrik Froid** Sáb Jun 05, 2010 2:51 pm

Me era mucho mas fácil para mi estar en el bosque en forma de oso estos días que siempre, de hecho resultaba placentero el romper las ramas y las pequeñas hojas caídas en el piso por mis patas que con mis pies descalzos.
Además veía todo con muchos más detalles, algo realmente fascinante, me agradaba quela sensación de libertad que expresan los animales al estar en su estado salvaje y libre y no encerrados en una cubeta de cristal como los zoos. Todo tenía un aroma especial, nuevo y único, un sabor especial, todo se veía realmente bien, el viento en el pelo cuando uno subía a la loma de la pradera o cuando me animaba a meterme en los rápidos eléctricos de la villa y sentía el agua dándome de lleno en la cara y mojaba mi pelaje enredándolo, me hacia cosquillas y reía, o eso intentaba…

Pero como había dicho antes, todas las nuevas formas de oler, ver, sentir, oír o tocar eran nuevas, podía sentir olores conocidos a mucha distancia sin nada de dificultad y gracias a eso me ubicaba y podía ir en la dirección correcta para encontrarlo fácilmente.
Hacía tiempo que no había hablado con Eve, desde que le deje el pendiente en la puerta del hotel de hecho que no la había visto y había pasado la mayor parte del tiempo en el bosque o encerrado en mi habitación del hotel, para bien o para mal, pero al fin y al cabo había estado demasiado tranquilo en esos días.

La reina azul, parecía una pequeña niña curiosa, no había visto antes la mina porque me resultaba lugar peligroso para meterse, aunque yo generalmente veía un lugar peligroso y para mí era un cartel de neón de invitación a que entre, pero no aquel momento…
Me quedaría allí, escondido entre los arboles mirando a ver qué hacia Eve, y tal vez disfrutaría de su música que tanto me gustaba oírla y hasta había veces que ponía un vaso contra la pared de la habitación de mi cuarto para escuchar su violín. Me acomode entre los árboles que había cerca y los arbustos, lo suficiente como para poder mirar a través de estos sin ningún estorbo y me acosté, apoyando mi cabeza de oso en las patas delanteras y prestando mucha atención a aquella mujer y su hermoso violín, intentando hacer el menos ruido posible, ya que no quería asustarle.

por **Azul** Dom Jun 06, 2010 12:13 am

Le pareció escuchar algo y con sus ojos curiosos, no encontró nada, y volvió su mirada hacia donde estaba la mina examinando la entrada, sus pies iban descalzos, los blanquecinos pies estaban manchados de aquella tierra húmeda.

Del cuello pendía un dije de una piedra que tenía un color diferente de azul que su vestido, sus pies se adelantaron un poco hacia la entrada de la mina y luego se volvió echar para atrás.

Volvió a escuchar un sonido entre los arboles y sus pasos le dirigieron hacia donde parecía que venía el sonido. Parecía una danza la que hacían sus pies cuando se movía entre el sendero buscando con curiosidad, sabía que había algo ahi y hasta susurró "¿Hay alguien?" con aquella voz melódica que parecía música de violín.

por **Merrik Froid** Dom Jun 06, 2010 2:45 am

Solo quería escucharla tocar el violín, algo que me volvía loco, y allí tenía como todas las noches que pasaba en el hotel, su aroma y el violín, la hermosa música que sonaba y me dejaba dormir plácidamente como un pequeño bebe.
Y ahora estaba a punto de dormirme de nuevo mientras veía su hermosa piel blanca y su pelo rojo llamativo como las flamas de una buena hoguera en la noche de verano más tibia en la playa…

Decidí acercarme, lentamente, no haciendo ruido aunque para una mole como yo era en aquel momento me resultaba realmente imposible, quebraba algunas ramitas y raspaba la tierra con mis patas y mi pelaje, incluso movía los arbustos, no quería asustarla, parecía atenta a su entorno, nerviosa. Frenarme no muy cerca ni muy lejos, tampoco quedaría expuesto por qué sabia que se asustaría y tampoco quería aquello, llegue a la cuenta redonda que si la chica que te gusta le teme a los ojos y tu justamente eras uno de unos cuantos muchos kilos y enorme…no le gustaría verte.
Una piedra en el camino frustro mis planes, ya que accidentalmente la había pateado y esta había rodado hasta casi caer cerca de los hermosos y descalzos pies de la chica que tenía delante, me tape la cara con una de mis patas e intente no moverme, aunque sabía que había cometido el error de mi vida.

¿Y ahora? Volvía a mi forma humana y me quedaba allí escondido para que no me viese, ya que estaba desnudo y mi ropa la había dejado en el hueco de un árbol, o dejaba que me descubriese en forma de oso y asustarla. Todo un dilema, pero tenía que actuar rápido si o si…

por **Azul** Lun Jun 07, 2010 2:15 am

Entonces Eve se adelantó un poco más para observar entre los arbustos, era muy curiosa lo cual le causaba problemas. Escuchó de nuevo un sonido y se detuvo en seco, entonces se puso alerta cogiendo una piedra en su paso, hundiendo los pies sobre la tierra. Y una piedra le cayó en esos blanquecinos pies soltando la piedra que había cogido en el aire y agarrándose sus pies angustiosamente, lagrimando un poco y cojeando por aquello.

Entonces sus ojos azules tornasol de la mujer de azul se oscurecieron y de su cinto agitó el arco que tenía de plata y de este sacó una diminuta flecha que tenía incrustada, la preparó y la cual lanzó con un perfecto movimiento hacia donde estaba lo que le había lastimado. Ella nunca falla era campeona en esos menesteres con arco y flecha, aunque en esa ocasión solo llevaba una.

por **Merrik Froid** Lun Jun 07, 2010 2:34 am

El sentir como la flecha se metía en mi pecho y me lastimaba no había sido nada agradable, me había dolido de sobre manera y no lo esperaba, además de que había cambiado a mi forma humana para que no me descubriese.
El insulto salió de mi boca y me pare inmediatamente, quedándome expuesto frente a Eve sin proponérmelo y viendo en sus manos un pequeño arco y su cara de sorpresa al verme aparecer a mi desnudo y con la flecha clavada.
Miro la flecha y luego a Eve, la reina de azul…
Sigo así durante un momento y luego suspiro, me dolía si, pero a fin de cuentas ya había pasado, mas dolor me había producido el recibir la flecha de lleno, le enseño la flecha a Eve con una mano y miro alrededor, no había nada higiénico cerca, así que…que mas daba…

-Admito tu buena puntería, ¿pero no era más fácil tirar una roca Eve?-

Me quito la flecha y sale más sangre de la herida, mi ropa estaba a muy lejos de allí como para improvisarme una pequeña venda y poder volver al hotel hasta que Mc Mullen me curase, y lo único que había de tela allí y ahora era la ropa de Eve.
A fin de cuentas...ella me había herido…
¿Por qué no?
Miro el vestido de azul y la pequeña herida sangrante y profunda, arrojo la flecha por lo más lejos que puedo y me doy la vuelta para volverme por donde había venido a buscar mis ropas para una venda, o eso pretendía de momento…pero me di vuelta y mire otra vez a Eve…y su collar…

por **Azul** Lun Jun 07, 2010 2:46 am

Azul:
Lanzo una Flecha entre la maleza.
Mayor puntaje entra la flecha y da en el pecho.
Menor puntaje no alcanza a darle.

Merrik:
Esquiva la flecha
Mayor puntaje no le da la flecha y se inserta en un tronco de un árbol
Menor puntaje le da en el pecho.

Este dado no existe.

por **Merrik Froid** Lun Jun 07, 2010 2:47 am

Este dado no existe.

por **Azul** Lun Jun 07, 2010 7:09 am

La mujer de azul se quedó paralizada cuando escuchó algo entre la maleza, había acertado con aquella flecha de plata. Se sobresaltó cuando escuchó una voz que salió entre los matorrales y eso le sorprendió más, las lágrimas podrían desbordar de sus ojos puesto que le había dado a una persona, entonces, en ese momento pensó que podría tratarse de alguien que quizá podría hacerle daño o no lo sabía con exactitud su cabeza se hizo muchas cuestiones.

Ella estaba sorprendida al mirar al joven Merrik que posaba la flecha de plata en su pecho, aunque no se clavó con profundidad si llegó a lastimarle el pecho. Eve no sabía que decir, estaba en Shock. No sabía nada de medicina y no le gustaba la sangre, no le gustaba mirar las heridas, ni siquiera las propias, cuando se cortaba no las miraba, directo al grifo.

El cambiante se tambalea y brota de su pecho un hilo de sangre que va aumentando de intensidad, todo se le pone borroso y pierde el equilibro haciendo que este se tambaleé y caiga al suelo. Eve pudo rasgar su vestido del borde de la fada estaba aun desesperada y angustiada no sabía que se trataba de Merrik ¿qué hacía ahí escondido?, así que dejó con miedo las telas sobre la herida y corrió a pedir ayuda, debía conocer a alguien, Anne o alguien en el hotel que pudiera ayudar.
-No te muevas, no tardo… -dijo antes de emprender la carrera-.

por **Gabriel Danko** Mar Jun 08, 2010 3:48 am

Ese dia no habia empezado como cualquier otro, ya hondaba mas en él la necesidad de quedarse ahi, el problema era que todavia no sabia el porque y ese interrogante parecia consumirlo de apoco...
Gabriel se habia quedado en la habitacion del hotel a limpiar su rifle, con cada pieza que desarmaba pensaba en el proposito de sus dias de ahora en más y hasta el limite que duraran ya que eso para su mente, en ese momento tambien era desconocido.
No sabia que hora era, el ritmo de su vida habitual no habia cambiado mucho pero aun asi el tiempo sin hacer lo cotidiano parecia pasar mas lento de lo normal.
Tal vez luego iria hasta la habitacion de haylie solo para saber que era lo que estaba haciendo y conversar un rato con alguien, la soledad podia tornarse insoportable con un silencio tan prolongado y llenarlo de una voz femenina era una opcion bastante prometedora.
Se calzo las zapatillas nauticas y tomo un jeans y una de las remeras, se vistio con rapides y coloco en su cintura su amiga inseparable , mientras agarraba las llaves del cuarto lo cerraba y caminaba por el pasillo hacia las habitaciones contiguas...
Pero los movimientos fueron interrumpidos por una joven que le resulto conocida, era aquella belleza extraña del tren sin duda y parecia alarmada pidiendo por un doctor.
Gabriel se acerco y le pidio que se calmara al tiempo que hablaba con vos tranquila y pausada No soy un doctor... pero... creo que... creo que puedo ayudarte... Afirmo convencido y fue guiado por eve hasta el bosque no sabia que debia hacer ahi solamente se limiti a seguirla entre la maleza...

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