¿Qué hago ahora? [Hath]

Ya habían pasado unas cuantas desde que había llegado a la Villa y casi me había acostumbrado a estar rondando por el lugar. Ya no me parecía tan extraña y poco a poco estaba conociendo todos los lugares que tenía. Aun no había socializado mucho con la gente que había tenido la misma suerte que yo. Tampoco me era muy necesario, ya que prefería que nadie me molestase y que me dejasen tranquila. Sin embargo, si no lo hacía me vería también un poco incapacitada para permanecer allí con calma.

A cada paso que daba, me encontraba con algún lugar abandonado nuevo. Si no era un castillo, era un pequeño barrio igualmente en ruinas, y si no era aquello, era un sanatorio en ruinas, también. ¿Qué más habría? Observé que la puerta de la construcción en ruinas se encontraba entre abierta, de manera forzada, pero con una cadena que se interponía en el camino. ¿Podría entrar igual? Se suponía que aquello era para que nadie ingresase, sin embargo, yo no era muy amante de cumplir las normas, a pesar de que era estudiante de derecho.

Salté aquella cadena y entré en el lugar. Mis pies me guiaron hasta el sonido de un piano. Me estaba gustando la melodía que estaba sonando, aunque nunca antes la había escuchado antes. No tardé mucho hasta llegar hasta la habitación donde aquella canción tocada al piano era producida. Pero, sin embargo, ni bien llegaba hasta el marco de la puerta, esta se detuvo. ¿Me habría escuchado la persona que estaba tocando a pesar de que mis pasos habían sido completamente silenciosos, o por lo menos eso creía?

Sentí una descarga en el hombro que me lanzó hacia la pared que se encontraba detrás de mí. Eso me había dolido un poco y había hecho que cerrase los ojos cuando un destello de luz había salido. ¿Qué había sido? No me había acercado a ningún tomo de luz ni nada que se le pareciese, ni siquiera había cables colgando que pudiese haber tocado sin haberme dado cuenta, sin haberlos visto.

La voz de una chica hizo que volviese a abrir los ojos. ¿De qué se estaba disculpado? ¿Había sido ella la que había ocasionado aquella descarga eléctrica? Genial, también hay gente que son como anguilas eléctricas, me dije poniéndome de pie. Todos con los que me encontraban eran bichos raros, incluyéndome a mi también. ¿Acaso no había nadie normal en el lugar? Al parecer, no.

Me puse de pie y observé a la chica. No parecía una persona que sobrepasase los dieciocho años. Me pregunté qué es lo que hacía viajando sola para terminar con aquel destino del que seguramente nunca podría salir, como yo, como todos.

-No te preocupes… ¿La descarga la has generado tú?- ¿confirmación? Ya me había percatado de que había sido ella quién la había provocado, sin embargo, quería que me lo confirmase, simplemente para estar del todo segura. Aquello tenía un poco de irreal, personas que podían generar electricidad… lo mío también lo era si nos parábamos en el mismo punto-. Hathor Leview- respondí a su presentación-. ¿Tú eras la que antes estaba tocando, Camille?

Ya lo sabía. No quedaba duda de que había sido ella, no había nadie más que pudiese haberlo hecho, ya que yo no iba a electrocutarme a mi misma, y ni siquiera podía hacerlo aunque fuese lo que quisiese. Una sonrisa de lado apareció en mi rostro. Ni yo lo sabía, pensé mirándola.

Tampoco me había equivocado en que había sido ella la que había estado tocando el piano. Verdaderamente me había gustado su melodía, o su forma de tocarla, o algo por el estilo, pero me había agradado, de eso no había duda. ¿Encima era suya? Al parecer aquella chica llamada Camilla tenía talento, un buen talento.

-Sí, me pareció agradable. ¿Puedes seguir tocándola?- le sonreí amigablemente, esperaba que me dijese que si, ya que me había olvidado mi reproductor en el hotel antes de haber salido y no llevaba nada para escuchar encima. ¿Qué podía ser mejor que alguien con talento pudiese tocar para mi?-. ¿Hace mucho que tocas el piano?

Y ahora me preguntaba si yo sabía lo que era ella. Nada más que era una anguila eléctrica. ¿Aquello le serviría de algo? No lo creía, además de que pensaba que aquello ya lo sabía por si sola, sin ninguna dificultad, simplemente mirándose a ella misma y viendo lo que podía hacer, electrocutar a la gente. ¿Podría hacer algo más?

-¿Lo que eres tú? No, no lo sé, sin embargo, si sé lo que soy yo- le respondí encogiéndome de hombros-. Tú también eres algo, no eres común, ya no lo eres y no lo volverás a ser…- la última parte la dije apenas en un susurro para que no pudiese escucharme-. ¿Tienes conducción de electricidad para todo o solo para las personas?- le pregunté con un poco de curiosidad. Era la primer persona que se encontraba y que era de aquella forma.

Sentí el contacto de su mano cuando tomó la mía para llevarme hasta el piano. Podía sentir como las descargas pasaban de una mano a la otra. ¿No podía controlar la electricidad? Había pensado en que quizá antes se había asustado al escuchar que alguien se le acercaba, pero quizá había sido porque aun no podía controlarlo… ¿Tal vez acababa de llegar a la Villa? Eso podría explicar también un poco el por qué no sabía ni lo que era.

Me senté al lado de ella y le escuché fascinada tocar el piano mientras cantaba. Me percaté de que no solo tocaba bien, que era lo único que había escuchado antes, sino que también cantaba igual de bien. ¿Había empezado a hacer las dos cosas al mismo tiempo? Eso si que era tener talento… y uno muy bueno. Miré sus manos mientras las deslizaba por el teclado del piano, tocando suavemente cada tecla. Escucharla me hacía entrar ganas de también aprender a hacer lo mismo, no cantar, mi voz seguramente no serviría mucho para aquello, pero si para tocar aquel instrumento de tan buen sonido.

Le sonreí cuando los últimos sonidos fueron producidos, enseñando que ya estaba terminando la canción y, finalmente, dejó de tocar y me miró con una sonrisa igual a la mía. Quizá estaba teniendo un poco de envidia hacia ella, pero no era algo tan grave. Sin embargo, me gustaría poder tocar como ella, no tan bien, pero por lo menos algo.

-¿Encender luces? Y también electrocutarme… No has salido del mar ni del océano, ¿no?- le pregunté bromeando, sonriendo de lado y riéndome ligeramente-. Ya sabes, familia de las anguilas eléctricas…- seguí bromeando. Mis dedos se deslizaron por las teclas del piano de derecha a izquierda, produciendo un sonido en orden de a cuerdo a como estaban acomodadas estas y despegué al fin mi dedo cuando llegué a una parte donde ya no podía estirarme sin más tirarme sobre ella-. ¿Sabes? Creo que sería lindo aprender a tocar el piano…- nunca antes había aprendido a tocar ningún instrumento musical, sería bueno saber algo al menos.

Me reí levemente por lo que había dicho de su padre. Me había acompañado en la broma que le había hecho al ver que era conductora de electricidad. Era perfecta para cuando te quedabas sin luz y… quizá ella podría hacer que volviese rápidamente, aunque quizá podría tener el efecto contrario al deseado. Aun así, creía casi imposible que en la Villa se pudiese cortar la luz, con tantas bombillas no me la podía imaginar completamente a oscuras.

-Debo de repetir lo que acabas de hacer, ¿no?- le sonreí volviendo mi vista al piano. Había visto la secuencia que había hecho con las teclas al tocarlas y había podido distinguir bien los sonidos por mi buen sentido auditivo que se había desarrollado más al llegar allí. ¿Podría reproducirlo de la misma forma que ella lo había hecho? Quería hacerlo, o por lo menos intentarlo a ver si salía algo… por lo menos un poco aceptable.

Con mi mano derecha intenté reproducir la secuencia que ella me había mostrado hacia tan solo unos pocos segundos atrás. Sin embargo, aunque hubiesen sido sólo tres teclas de las tantas que tenía un piano, noté que no lo había hecho bien, sino que había sido en otro orden y que no había sonado de la misma manera.

-No me sale bien- me reí levemente y aparté la vista del piano para posarla en Camille que continuaba sentada al lado mío mirando lo que estaba haciendo-. Creo que esto no es lo mío, ¿no?- sonreí de lado. En verdad, era que nunca antes había tocado un piano, ni siquiera había estado cerca de uno anteriormente.