Los sueños se viven en el infierno (Privado)

por **Azul** Vie Jul 16, 2010 6:15 am

Eve intentaba dormir en aquel hogar que parecía un infierno, se sentó sudorosa y caminó hasta donde estaba escondido Kaos, cogió la flecha y escapó, tenía una bata únicamente y debajo de esta no tenía absolutamente nada. Sus pies de hundían en la tierra, y se lastimaba con las piedras hasta llegar al bosque donde la neblina espesa, se escondía entre los árboles para no ser vista. Se sentía agotada por el esfuerzo y tenía un dolor muy grande en el centro de su pecho. Deseó un vaso con agua y apareció en sus manos, que bebió tan rápido que le hizo toser, el agua era color purpura como toda aquella neblina. Tomo un poco de aliento, no quería pasar la zona cíclica a esas horas, se sentía un poco mareada, recordó la otra vez y entonces no traía la bicicleta, así que corrió con todas sus fuerzas, sin importarle lastimarse aquellos finos pies con las piedras. Al llegar al bosque sintió más alivio, sobre todo cuando pequeñas luciérnagas venían a saludarle como pequeñas chispas en el viento. Suspiró tomando aliento, sentándose un momento a descansar. Sintió el miedo y se tocó el rostro al recordar esa escena terrible con el señor del sombrero. Brotaron unas lágrimas y se puso de pie nuevamente, no quería llegar, tenía miedo de que la descubrieran tenía miedo, mucho miedo, se quedó temerosa entre los arbustos cerca de la laguna… y así se quedó durante mucho rato, con los ojos cerrados, ella creía que ahí nadie la vería, aunque se sentía más tranquila… escuchó el rugido de un lince y abrió los ojos, uno le estaba mirando a los ojos y pasó luego de largo…

por **El Vagonero** Vie Jul 16, 2010 6:23 am

Khárôn había bebido tanto que se había quedado dormido sobre la butaca de madera. Sus finos ojos se abrieron para observar a las luciernagas bailar, éstas le guiaron hacia algún lugar en particular. El vagonero las siguió lentamente, no tenía muchas ganas de jugar pero al menos no se sentía solo con la luz cálida de los pequeños bichitos. Sonrió al verle, pero pronto ésa sonrisa se desvaneció al verle sola e indefensa en una posición frágil, suspiró y se acercó lentamente hacía ella, se puso en cuclillas y le acarició el rostro viendo como el lince se iba en segundos. Quizás lo había espantado, a él le daba igual jamás fue amante de los animales, no los de 4 patas.

Le abrazó tan fuerte que creyó que la lastimaría, preguntó entre susurros ¿Estás bien? le vio preocupado, se quitó la gabardina que traía y le rodeó el cuerpo con ésta. No te preocupes estás bien, regresaste a tu hogar... dijo sonriendole tímidamente y acariciándole el rostro con suavidad. La cargó como si de una cajita frágil se tratara, besó su frente y pronto estuvieron de camino hacía la cabaña, cuando ella intentaba decir algo él le silenciaba con un siseo.

por **Azul** Vie Jul 16, 2010 6:30 am

Lo vio aparecerse en aquel sendero, iluminado por cientos de luciérnagas, eran ellas las que lo habían guiado hasta la centella. No pudo articular palabras aunque lo intentó, pero como si fuera una muñeca de papel la levantó de aquella tierra y se la echó a los brazos para llevarla a la cabaña. Su corazón latía con fuerza, podía recordar algo, el dolor, pero también sabía que lo conocía del pasado, estaba segura de ello ¿pero dónde? El señor del sombrero sabía de quien se trataba, pero ¿el? ¿Le diría la verdad? Ella reconoció que su instinto fue enseguida a buscarlo, le llamaba y gimió de temor, no quería que le pasara nada, lo había prometido. Y le agarró con fuerza escondiendo su pálido rostro en su pecho.

por **El Vagonero** Vie Jul 16, 2010 6:36 am

El vagonero sintió impotencia, sabía que le habían lastimado y odiaba estar atado de manos para no ir a matar a Damien. Beso su rostro cuando ella lo escondió en su tosco pecho, se sentó en las escaleras de la entrada de la cabaña y la sentó sobre su regazo, abrazándole protectoramente y con fuerza. Se quedó viendole fijamente no sabía que decirle o hacer, de pronto se preguntó en lugar dónde Damien la había tenido y le se atrevió a decir ¿Dónde haz estado? cuestionó entre susurros.

Las luciérnagas aún se replegaban en el cuerpo de la centella, en otra ocasión hubiese sido un gran espectáculo pero ahora sólo hacían más triste el momento. Cerró los ojos tratándose de calmar y recargó su lustroso rostro sobre el pulcro de Azul. No quiero perderte... fue lo último que dijo tratando de evitar que las lágrimas recorrieran su rostro.

por **Azul** Vie Jul 16, 2010 6:46 am

Eve no recordaba aquel lugar, solo recordaba que era gris, grande y lleno de bruma, era una especie de edificio. Pero no sabía si estaba bien decirlo, porque luego el señor del sombrero sacaría sus armas sucias para hacerle sufrir más de lo que ya lo había hecho. Las lágrimas le brotaban de la impotencia al escucharle decir que no quería perderla.
-Me tenían en un lugar, con alfombras rojas y paredes grises… hay una ventana que da a un parque, uno que siempre está vacío y hay mucha bruma… nadie pasa por ahí, no se escuchan voces… no se escucha nada y solo se puede escuchar el silencio de Kaos…-dijo como si se arrancara algo del pecho, con mucho dolor- Yo quería volver… pero no quiero que te hagan daño…

Suspiró mirándole a los ojos, dejando aquellas celestes lágrimas surcar sus mejillas.
-Kaos está a salvo contigo, sé que no lo forzarás a tocar cuando no quiere…-apenas pudo articular las últimas palabras y se quedó en sielncio-.

por **El Vagonero** Mar Jul 20, 2010 4:18 am

Khárôn acarició lentamente las mejillas de la centella, tratando de quitarle ése dolor que tanto hacía entristecerle. Prestó atención al lugar donde le tuvieron, pero no recordaba conocer algún sitio así. No me harán daño... dijo de manera rápida, haciendole sentir que no tenía que hacerlo por él, el vagonero estaría bien. Observó el violín asombroso que aferrado a su pecho, buscó sus labios besandole con suavidad y amor. Yo lo cuidaré por ti... le sonrió de manera melancolíca. Le abrazó con más fuerzas y se quedó en silencio, imitando a la centella, no tenía más que decir y en realidad sólo quería estar con ella haciendo suyo el tiempo y el espacio. Las lucíernagas continuaban danzando alrededor de la dama de azul, por primera vez al vagonero no le molestaron y evitó agitarlas de un manazo.

Habían sido los bichitos quienes le habían llevado hasta su amor, sonrió pensando sobre ésto y continuó haciendole mimos en el cabello a Azul. Te voy a encontrar... dijo suspirando y acariciandole los brazos, se puso en pie con ella en brazos y entro en la cabaña, dejandole recostada sobre el mueble rustico y dió marcha a prepararle un té en la cocina, todo en silencio.

por **Azul** Mar Jul 20, 2010 4:45 am

Su mirada oceánica penetro en aquellos almendrados ojos de Khárôn, en ese momento se dio cuenta que algo había nacido en ella y con el paso del tiempo ese fruto había crecido. Ella sabía que Kaos estaría bien con él, porque sabía que el señor del sombrero era capar de hacerlo añicos.
-Me duele –le dijo tomando su mano y colocándola en su vientre.- Busca a Anne… ella me puede curar… -dijo desganada, en verdad estaba así, no había probado en días, no tenía apetito y Pan solo le hacía preparar lo mismo que le cocinaba al Vagonero solo para torturarla…

Colocó su suave mano que estaba manchada con la tierra sobre el rostro de Khárôn para mirarle de nuevo acariciándole, sintiendo aquella esencia que le gustaba, deseando ver su sonrisa ausente, mirando las pequeñas luciérnagas que revoloteaban por ahí a su alrededor. Mientras vagonero tenía la mano en el vientre de Eve, el pudo sentir como este empezaba a crecer y crecer hasta hacerse bastante abultado, ella también lo miró con sorpresa.

por **El Vagonero** Mar Jul 20, 2010 5:12 am

El vagonero se quedó observandole en silencio, escuchó lo que la centella decía y observó su vientre cuando ella dijo que le dolía. Acarició con suavidad el lugar donde ella le indicaba, se sintió miserable por no haber podido ayudarle. ¿Anne? ¿La guardiana? preguntó con sorpresa, no le agradaban los guardianes por samaritanos pero también era elogiados por su forma de curar casi cualquier herida. La buscaré dijo... trata de descansar... comentó.

De pronto la mirada ambarina de Kháron observó lentamente como el vientre de Azul se abultaba más y más. Se preguntó que significaba eso, lo volvió a acariciar y sintió que algo había cambiado, su mirada regresó a la de Eve con preocupación, él esperaba que no significara absolutamente nada, sus ojos se quedaron fijos sobre los de Azul esperando una respuesta por parte de ella.

por **Azul** Mar Jul 20, 2010 6:47 pm

Eve asintió cuando preguntó por la Guardiana, era la única que conocía, bueno también conocía al señor Danko, pero no lo había visto en mucho tiempo. La mujer de azul sintió dolor y se incorporó un poco más. Mirando a Kárôn le dijo:
-Sé que algo pasó, y que tuvimos una historia juntos, no era necesario tomarlo a la fuerza, te hubiera dado todo, porque te amo… y más ahora compartiremos esto... –le ciñe la mano en el vientre, le sonrió con una cálidez abrazable, se acerca lentamente a darle un beso en los labios, un beso dulce y a la vez bastante amargo-.

Se escuchan unos aplausos “conmovedor” dice el señor del sombrero que está de pie escoltado de 3 sombras. En ese momento Eve empieza a entrar en labor y se aferra al vagonero por el dolor que esto le causa. Las sombras sujetan al vagonero el cual lo inmovilizan y lo separan de Azul para que esta en la terraza de la cabaña de a luz a un niño el cual llora y sombrerero lo agarra de un pie boca abajo. “Me pertenece” dijo sacando su espada y clavándosela a Eve en el corazón para arrebatarle la vida. Eve se desangra mientras el señor del sombrero desaparece ante los ojos de los dos amantes. Las sombras también desaparecen dejando libre al fin al vagonero junto con la mujer de azul que agoniza en el suelo.

por **El Vagonero** Mar Jul 20, 2010 7:23 pm

Khárôn le ayudó a ponerse en pie y le observó con preocupación. Su mirada brilló cuando ella habló sobre el pasado de ambos, él no podía decirle nada, era por su bien. Suspiró y se sintió miserable al recordar lo que le había hecho, agachó la cabeza al saber que realmente no había sido necesaria aquélla noche. Alzó el rostro al oir "compartimos ésto" y tocó el vientre de Azul. La besó profundamente, sabiendo que significaba, él no estaba preparado pero por alguna extraña razón ya no se sentía solo. El vagonero frunció el ceño cuando escuchó unos pasos y después los aplausos, su mirada se oscureció al saber quién era y no le dió tiempo para tomar a Azul y llevarsela lejos.

Intentó fallidamente soltarse de aquéllas sombras extrañas que le aferraban los brazos, la angustía lo abrazó y sintió como la sangre le llegaba de golpe al cerebro. Gruñó al ver a la joven centella comenzar su trabajo de parto, por más que intentaba soltarse no podía. Atónito vió nacer a su hijo y ser tomado de una manera brusca por Damien. Déjalo Damien o te juro que lo vas a lamentar... gruñó mientras le hablaba con odio pero ésto solo alentó la siguiente acción del sombrerero. El estoque fue a dar al blando corazón de Eve, los huesos de Khárôn tronaron y las sombras le soltaron pero cuando saltó contra el señor del sombrero éste ya no estaba y sólo se encontraba con la dulce mujer herida y el silencio nocturno. El gran perro aulló fuertemente rompiendo el silencio de la noche.

por **Azul** Miér Jul 21, 2010 12:38 am

Sintió el dolor en su pecho y apenas pudo levantar las manos para que Pan le devolviera el niño. Cuando el señor del sombrero desapareció el dolor se profundizó, una heladez recorrió el cuerpo y solo miró a un gran lobo que estaba aullando. Su débil corazón dejó de latir.

Abrió los ojos y se sentó de golpe. Agitada y con el sudor en la frente se levantó de aquella cama helada donde se encontraba, el hombre que la acompañaba parecía solo estar sentado fumando su pipa junto a la ventana, la miró, ella corrió al baño a devolver la “cena” de la noche anterior. Su piel estaba helada como en su sueño, fue un sueño bastante realista y solo se quedó pensando en todo lo que había soñado.

por **El Vagonero** Jue Jul 22, 2010 10:43 pm

El gran perro lamía el rostro de Eve, su mirada avellana dejaba correr la lluvía a través de ésta. Poco a poco Khárôn regresó a su forma humana y tomó el cuerpo frío de Eve entre sus brazos, casi protectoramente, aunque ya era demasiado tarde. La aferró a su cuerpo, como si tratase de fundirse con ella y que él también estuviera muerto. De pronto el cuerpo de la centella se volvió cenizas en sus manos y el triste vagonero saltó en el sitio en el que estaba, se dió cuenta que se había quedado dormido en la butaca. Varias botellas de vino se encontraban tiradas a sus pies, todas vacías.

Se paró sintiendose mareado, tambaleante caminó hacia las escaleras de caracol para ir a su cuarto a buscar ropa limpia. Ahora sólo tenía en mente un nombre, Anne...la guardiana. El vagonero se preguntaba dónde estaría Azul, seguramente en alguna área más urbana y menos "fea" dentro de la villa, ya que Damien era de gustos exigentes y cosas pomposas. Con todo éso en mente el vagonero se cambió de ropa y salió de su casa dando un portazo, corrió sin importarle nada, haría cualquier cosa para traer de vuelta a la centella.

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