Conductores de electricidad (Livi)

por **Merrik Froid** Mar Jul 20, 2010 2:54 am

El primero de unas largas dos semanas en las que me mantenía sobrio, algo raro, pero suponía que también bueno y beneficioso, podría salir a buscar trabajo aunque ya no me llamaba la atención la ganancia de dinero, en mi estaba ese extraño sentimiento de solo querer vivir en el bosque, andar al aire libre, correr con mis enormes patas sin cansarme…aunque no era nada atractivo.

Recordé la última noche que amanecí parado, con barro en la espalda, pelo y brazos, una herida en la baja cintura y semi desnudo, el encargado del hotel me despertó y lo único que hice fue abrir la puerta para quedar tirado en el pasillo de nuevo en camino hacia mi cama, prácticamente desmayado, rara vida pero en esa asquerosa villa no había otra cosa para mí que hacer, nada mas tenia la vida de un animal y no terminaba de entender algo…

¿Por qué yo entre tantos, tenía que ser un animal? ¿Por qué de entre tantos guardas de aquella estación, le pregunte a ese enano alemán? Pero todo no tenía una respuesta lógica, algo real, ¡algo con base de cordura! No entendía nada, además porque ahora era un enorme animal de trescientos kilos cuando mi peso normal era de ochenta y tantos…algo ilógico, ¿y los que había conocido? ¡DIOS! Eve que soltaba chispas por las manos, Mc Mullen que se había comido una paliza y se había parado tan tranquilo, Cristina…cris…

-¡OSO IDIOTA, CALMATE!-

Y fue así, si no abría los ojos me abría chocado con una chica que venía de frente, era renga y algo bonita…pero cris…cris lo era más, y sin embargo…en fin…
Y la esquive, casi choco pero como había llovido el día anterior…resbalón y al piso, y de no haber sido por esos nuevos reflejos un idiota me abría arrollado con su moto…por los pelos me había salvado, lo curioso que cuando me fijo en la estúpida renga que tenía delante, además de oler exactamente igual a azul, es decir…a cobre con resina y creo que ella tenía un agregado de pólvora y un brillo algo opacado…pero era bonita al menos…

por **Liv James Hitt** Miér Jul 21, 2010 2:37 am

Busque varios lugares en la villa donde encontrar dinamita, o algo que produjera una explosión lo suficientemente fuerte para derrumbar una puerta y no dejar nada a su alrededor. Pensé en como le quedaría el rostro a Arnold si estuviera justamente situado detrás de la puerta, reí ante la imagen, por lo que tendría que encontrar algo que hiciera ¡Bum! Para hacer mí sueño diario realidad.

Las calles parecían interminables ese día, como una mala película, o como un libro poco interesante. Continúe caminando atenta a cada uno de los letreros que me rodeaba. Panaderías, bares, librerías, restaurantes, todo, menos un armería.

Luego de mi arduo debate interno en donde tramitaba un plan para joderle la siquis a Arnold, no había nada que me sacara de ese estúpido trance hasta que mi mirada como un imán siguió el trayecto de la caída del tipo de al frente. Mi risa fue lo primero que se escuchó tras el impacto. Lo miré reteniendo las otras carcajadas que se acumulaban en mi interior.

-La torpeza no es algo que se deja en casa lamentablemente- le dije en tono socarrón encogiéndome de hombros y estirando mi brazo hacia el piso en un intento algo insano de ayudarlo a levantarse, obviamente yo poseía menos fuerza que él y perfectamente podía levantarse solo. -pobre calle- susurré en el mismo tono.

Luego de encoger el brazo, me percaté de que permanecíamos en medio de la calle, retrocedí los pasos suficientes para que no me arrollaran y para que el tipo no me golpeara. Ya me estaba acostumbrando a conocer personas freak, con reacciones extrañas.

Aún no había nada en el perfil del tipo, pero su olor me parecía algo peculiar, y su aspecto podía tenuemente mostrarme que era en realidad. Hice que las bombillas de las calles iluminaran más para poder guardar su rostro en mi memoria.

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