Voces que se apagan

- Esta noche les anuncio que, voy a retirarme de los escenarios por un tiempo, para preparar lo que será mi nuevo material, y para sorprenderles a todos, muchas gracias por su apoyo, de verdad a todos mis fans que vinieron esta noche, los amo, y siempre los llevaré en mi corazón.

T- Skyler bajó del escenario. La prensa corrió tras él despues de sus declaraciones, no respondió nada. Se encerró en su camerino, y se secó las lágrimas frente a un espejo amplio, con focos alrededor, que daban la forma de una media luna. Entonces, la decisión estaba tomada. Sacó una maleta de su ropero, y llevó lo necesario, lo que cabia en ella. Se escapó por la ventana, que daba a unas escaleras amplias, en forma de caracol, que siempre se usaban para cuando algun artista queria escapar, así que no lo dudó más. Tomó un taxi, y se fue a la estación de trenes. Escuchó una promoción atractiva, asi que dijo:

-Quiero ir a donde sea, escuché el anuncio en la radio- Le sonrió al que lo estaba atendiendo, quien intentaba reconocerlo, pero, Skyler llevaba puesto un sombrero, y tenía el cabello atado a una cola de caballo, y lentes oscuros, aunque era de noche. Tomó el boleto y se fue corriendo.

Erick, su mejor amigo, lo descubrió, ya que ese sombrero lo usaba para las presentaciones, así que Skyler corrió hacia el tren, y se subió, evitando que el chico lo alcanzara. Erick gritaba su nombre, pero Skyler ni siquiera lo volteó a ver.

Toda la ciudad quedó atrás, y su pasado tambien. Derramó una lágrima, pero se mantuvo tranquilo.

Skyler miró a la chica vestida de azul, la cual le parecía muy simpática, se quitó el sombrero y dejó caer sus cabellos negro y rubio, se quitó la lágrima con un pulgar, y sonrió amablemente a la chica- Adelante, puedes tocar cualquier canción. Creo que algo de música me vendría bien. - Luego, se quedó contemplando detenidamente a la chica de azul, que llevaba consigo un violin de un color azul intenso, y brillante, el cual le pareció hermoso, como sacado de un cuento de hadas.

- Oye, tu violín está hermoso, puedo tocarlo?-- Preguntó a la chica de azul, con curiosidad.

- Digamos que es de placer, vacaciones, y demás- Sonrió de nuevo, dejando mostrar sus dientes perfectos y blancos, despues de todo, era un momento agradable, despues de uno triste, fingía normalidad y serenidad, para no sufrir. Después tomó delicadamente el violín, se lo colocó en el hombro y comenzó a tocar una melodía suave y melancólica. Por un momento se olvidó de que habia alguien a su lado, puesto que cerró los ojos, y se transportó a ese momento cuando dió un concierto en Nueva York, donde tocó esa canción que los hacía llorar a todos.

Luego, abrió sus ojos de nuevo, dejó de tocar. Le devolvió su violín a Eve.

- Es muy bonito, y esta muy bien cuidado- dijo mientras le entregaba en su mano el violín- Bien, yo me llamo Thierry, pero puedes llamarme Skyler.

- Oh, gracias- Tomó en sus manos su boleto, con su nombre real, aunque el artístico lo mencionó, parecía que Skylar podia seguir apareciendo entre la conversación, pero ser llamado Thierry, era bastante raro para él, pero era su realidad, aunque tratara de evadirlo, siempre tendría en su mente que tiene dos vidas, la vida artística y la vida personal. Tenía lo mejor de dos mundos, pero el mundo de la fama era el que había roto su corazón.

Después, al escuchar las palabras de su compañera violinista, meditó un poco en lo que diría- No creo que haya valido mucho la pena llorar, pero si el cuerpo lo pide, hay que hacerlo, aunque creo que esas ganas de llorar se me han ido despues de tocar el violín.- Le dio una amplia sonrisa .

- Yo soy cantante, y estudié música desde niño, y debo decir que jamás había visto un violin de esa especie, ha de ser una pieza única. Sabes donde podría conseguir una?- Preguntó con curiosidad, aunque al mismo tiempo emocionado.

- Bueno, creo que buscaré luego por internet,o podría mandar a hacer uno, siempre he dicho que los instrumentos deben ser únicos. Yo toco el piano, es mi fuerte, aunque no es nada cómodo llevarlo en un tren- Se echó a reir, lo cual le hizo sentir bien- Vaya, tenía mucho que no reía, ha sido demasiado estres.

Cuando paró de reir, suspiró un poco- Espero que al llegar a Minessotta, encuentre algo como lo que llevas, aunque tendré que esperar días , jamás había viajado en tren. Es algo diferente, siempre han sido aviones, y camiones, incluso coches. A propósito, aunque sea de noche no sirven algo como bocadillos y chocolate caliente? Tengo hambre.

Skyler se dirigió hacia donde estaba Eve, y ambos tomaron un asiento, con vista panorámica. Parecía que iba a llover. Pidió algo para comer, una pasta alfredo, pan de ajo, y de postre un streussel de manzana, acompañado de una taza enorme de chocolate espumoso.

- Dios, esto sabe demasiado bien- Comenzó a comer, casi de prisa- Oh, creo que deberia dejarles algo a los habitantes de este tren- Se echó a reir de nuevo, así que suspiró un poco y siguió comiendo.

- Me encanta la lluvia. Una vez escribí una canción inspirado en la lluvia, de hecho, recuerdo que en un concierto, mucha gente lloró, no sé que rayos hayan sentido.

- No tengo ni idea, pero mientras estemos vivos , creo que lo que suceda tendrá un motivo para seguir adelante, de lo contrario, si no vivimos, no aprendemos, y por lo tanto, jamás avanzaremos- Seguí dando un sorbo de mi chocolate caliente, para despues degustar mi pedazo de pastel.

Luego observé detenidamente que ella miraba su reloj- Oye.. si te tienes que ir, adelante, o si tienes que hacer algo, no te detendré, pero aun asi me encantó conocerte.

- Oh, fue un placer conocerte, y gracias por la compañía- Y de repente vió que habia desaparecido, no se había explicado cómo eso era posible. Entonces, terminó de cenar, y se levantó de la mesa. Exploró todo el tren caminando a solas, escuchaba en su cabeza una canción de piano que había escrito. Todo era tranquilo, como vivir en una canción de cuna. Alguna vez de niño soño con subirse a un tren y viajar lejos, a un lugar donde nadie lo encontrara.

Su voz se había apagado por un tiempo, quería dejar de vivir esa vida de fama y fortuna, quería algo más.

Despues de recorrer todo el tren, llego a su sitio, y se quedó dormido. Seguro soñaba con su futuro incierto, o con su triste pasado.