La villa del Roble fantasma.
Voces y verdades  Vagon7


Unirse al foro, es rápido y fácil

La villa del Roble fantasma.
Voces y verdades  Vagon7
La villa del Roble fantasma.
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Voces y verdades  03-1
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Voces y verdades  02-1
Voces y verdades  Pru
Últimos temas
» Empezemos por un: ¡¡Buenos dias!!
Voces y verdades  I_icon_minitimeSáb Jun 02, 2012 7:18 pm por Lucy V. Matersson

» Avatería oficial
Voces y verdades  I_icon_minitimeSáb Abr 28, 2012 11:47 am por Lucy V. Matersson

» Mekare Sttromblade
Voces y verdades  I_icon_minitimeMar Abr 17, 2012 8:19 am por Mekare Sttromblade

» Edward Potter
Voces y verdades  I_icon_minitimeMiér Abr 04, 2012 7:29 pm por Edward Potter

» Lucy V. Matersson
Voces y verdades  I_icon_minitimeLun Abr 02, 2012 2:29 pm por Lucy V. Matersson

» -Preguntas frecuentes.-
Voces y verdades  I_icon_minitimeMar Mar 27, 2012 10:22 pm por Azul

» Forever Mine -Recien Abierto- {The Vampire Diaries} Afiliacion Normal Se buscan persoanjes Cannon y
Voces y verdades  I_icon_minitimeSáb Ene 28, 2012 5:34 pm por Lena Night

» The Madness (normal).
Voces y verdades  I_icon_minitimeSáb Ene 28, 2012 1:47 am por Invitado

» A New Hogwarts- Recién Abierto- Élite- Pj's cannon dispo.
Voces y verdades  I_icon_minitimeVie Ene 27, 2012 11:05 am por Invitado


Voces y verdades  07-1

Voces y verdades

2 participantes

Ir abajo

Voces y verdades  Empty Voces y verdades

Mensaje por Leon 'Lev' Dostoyevski Jue Jun 24, 2010 11:15 am

Aún tenía aquella bombilla entre las manos. Y esta seguía mágicamente encendida, desprendiendo aquella extraña, fría y escalofriante luz celeste. Sí, había dicho “mágicamente”. Porque no estaba unida a nada, a ningún cable ni objeto que pudiera hacer que se iluminase. Estaba loco (más bien decían que esta loco) pero no era idiota. Ni siquiera estaba unida al suelo como las bombillas de Thesla…

Se había quedado en la estación, en el anden fantasma aquel, arrodillado un largo tiempo y cuando por fin pudo levantar la cabeza y regresar al mundo real, el hombre del sombrero se había desvanecido entre la niebla sin dejar rastro y en el anden solo estaban él y la bombilla, iluminando pálidamente la bruma… Seguía siendo de noche y empezaba a refrescar, ni lo notó pese a la fina ropa que llevaba y se levantó. No podía seguir ahí toda la vida, ¿verdad?

Con pasos lentos y obnubilados salió de la estación y siguió caminando, hasta llegar a un pequeño pueblo, una villa, que parecía sacada de un cuento. Un cuento de miedo. Si se omitía la escena del anden y la oscuridad reinante y se sustituía por un espléndido día de primavera sería hermosa. Las casas eran pequeñas, de madera y piedras; las calles eran anchas, había árboles… parecía sacada de un cuadro. Era muy bonita.

E inquietante.
O quizá solo eran imaginaciones suyas. El caso es que se sentía inquieto. Un mal presentimiento volaba sobre su cabeza girando cuan buitre. Desde que había cogido la bombilla. Ahora no podía separarse de ella. La agarraba con fuerza tal que los nudillos estaban blancos. Llevaba los labios ligeramente entreabiertos, observándolo todo. No sabía a dónde iba pero sus pies seguían caminando sin fijarse en el suelo de adoquines irregulares.

¿Qué lugar era aquel?

Era estúpido pensar que no era Polonia. Claro que no lo era. Ni Polonia ni Rusia ni ningún país parecido. Aquel sitio parecía sacado de otro mundo donde no existen los automóviles contaminantes, los crímenes o los rascacielos.
Parecía anclada en el tiempo.

Siguió caminando hasta llegar al centro de la villa. Allí levantó la cabeza hasta arriba. Había un gran árbol. Un roble, supo de inmediato. Tenía un tronco enorme que ni entre cinco personas lograrían abrazar y llegaba casi hasta el cielo. Las ramas eran fuertes, oscuras y nudosas en algunos casos, prendidas de hojas que se mecían al suave viento nocturno. El árbol estaba callado, en silencio. Todos los árboles están así, pensó. Los árboles no hablan. Pero aquel árbol en concreto tenía un algo que le hacía sentir… diferente. No estaba seguro. Una especie de aprensión que se instaló ahora en su pecho.

Cuando se recobró volvió a andar, sin bordear la plaza, dirigiéndose hacia el árbol.
Como un suicida, pensó.
Exactamente como un suicida.

Llegó hasta los pies del árbol. Las raíces se hundían con fuerza vieja en el suelo. Las miró, eran enormes. Una le podría servir cómodamente de asiento: le llevaba hasta la rodilla y un poco más.

En sus manos la bombilla titiló. Leon le dirigió una mirada. ¿Qué? Se había mantenido firme hasta ese momento. Que titilase le pareció raro.
Entonces lo oyó.

Un susurro como de hojas. Lo tomó como el susurro del viento entre las ramas del roble. Pero sabía que no era aquello. Las manos empezaron a picarle y, sujetando con la zurda la bombilla, se frotó la otra contra la ropa. Al mirársela descubrió la palma inusualmente roja. ¿Por eso le picaba?

… … … Lev

Se giró de golpe. ¿Qué había sido aquello? Confuso volvió a frotarse las manos, esta vez contra el pecho. El picor empezaba a ser molesto.

Lev…, con más fuerza.

-¿Qué ocurre?-preguntó al aire, sin obtener respuesta. Bah, tonterías. Jugarretas de su mente. Podría ser que hacía mucho que no tomase la medicación pero… ¡no! Él no la necesitaba. No la necesitaba…

La voz volvió a susurrarle. Era una voz vieja, silbante, como si… se giró, aterrado, con lentitud.

Estas atrapado…, las palabras eran arrastradas con la brisa. ¿E… estaba…? No, no, debía ser una alucinación. Maldición… Protégeme… Nunca saldrás… así que… hazlo. se llevó las manos a los oídos, aún con la bombilla entre los dedos. Niet, niet, niet.

El árbol estaba hablándole. Sin boca, sin labios, el viento silbaba entre sus hojas y estas hacían de cuerdas vocales.

- Глупости…* –masculló. Pero sabía que no era cierto… La voz seguía silbando a su alrededor, rodeándole como un finísimo hilo invisible que te ata las muñecas, el cuello y las manos. Leon volvió a sacudir la cabeza. Atrapado-. Niet…

No sabía en que momento se había tropezado pero ahora estaba acurrucado en el suelo, de rodillas, jadeando. Se apretó contra las raíces del árbol.
La voz ya no susurraba. Gritaba. O más bien aullaba.



* Tonterías
Leon 'Lev' Dostoyevski
Leon 'Lev' Dostoyevski

Mensajes : 25
Bombillas : 7
Fecha de inscripción : 20/06/2010

Volver arriba Ir abajo

Voces y verdades  Empty Re: Voces y verdades

Mensaje por Breccio Di Napoli Jue Jun 24, 2010 11:55 am

Lo ha intentado sin éxito alguno, en cuanto ha logrado saciar esa sed que le había impedido continúar con lo que estaba haciendo en el hotel por puro pavor a cometer alguna atrocidad (sustituyéndolo por otra de la misma índole pero sobre dos pobres conejos) ha intentado buscar una salida... Primero se ha internado en el bosque, corriendo, agotándose hasta el límite en busca de algún camino secundario que a alguien se le haya pasado por alto, un camino hacia su libertad y el abandono de esa pesadilla... Y es que lo que le había pasado antes no era normal. Vale que se diese a los placeres de la vida, pero la facilidad con la que había sucumbido a un impulso no era la correcta ni por asomo.

Más sorprendente ha sido, sin embargo, ver como, en un visto y no visto, como quién te teletransporta cual juguete, ha acabado de nuevo en la entrada del bosque. Le ha costado una hora larga digerirlo, certificar el hecho de que algo, porque eso nadie físicamente humano lo puede hacer, le había devuelto a la entrada del bosque. Después había ido a la estación en busca de algo, de alguna pista, cualquier minima cosa a la que agarrarse y depositar sus esperanzas de salir de lo que para él es una especie de Infierno.

No ha tenido éxito alguno, lo único que ha encontrado ha sido el vagón y sus pertenencias. ¿Cómo habían llegado al vagón 7? No lo sabe pero ahi estaban, y después de ver lo que ha visto y hacer lo que ha hecho, es lo que menos le sorprende. Durante el trayecto de vuelta a la plaza, al único sitio que conoce y que viene de paso hacia el hotel, ha estado pensando, cavilando, buscando con frenetismo una alternativa, una vía.

Y la desesperación de no encontrarla ha estado a punto de apoderarse de su persona, más aún cuando a su mente vienen todos los recuerdos de esta, para él, interminable noche. No le queda más remedio que hospedarse en el hotel, no tiene otra salida por el momento, cargado con las dos maletas y con la mirada ida, perdida, resonando sus pasos sobre las vacías, al menos a estas horas, calles.

Pocos son los minutos que tarda en alcanzar la plaza de aquel monstruoso y a la vez bello árbol, decorado por unas bombillas tan escalofriantes como bonitas. Parecen invitarle a sentarse y contemplarlas durante largas horas... Si no fuese porque, a sus pies, entre sus racíes, se encuentra un hombre. Sus ojos oscuros se desvían hacia éste, observándolo en esa posición semifetal. No alcanza a ver mucho más allá de la respiración sumamente alterada, y quizá sea eso, su respiración, lo que le hace dejar las maletas en el suelo y avanzar a grandes pasos, casi corriendo. Se acluquilla al instante delante del hombre, sintiendo una especie de opresión amenazadora al estar tan cerca del roble, alzándole la cabeza al susodicho y mirándolo fijamente, zarandeándolo para que vuelva del especie de estado de trance que está sufriendo:

-¡Caballero! ¡Caballero! ¿Se encuentra bien? -
Exclama, pregunta y zarandea, todo en una combinación con el claro objetivo de hacerle volver en sí. No está mucho para ayudar en estos momentos, pero no ha podido evitarlo y, ahora, ya no hay marcha atrás.
Breccio Di Napoli
Breccio Di Napoli

Mensajes : 33
Bombillas : 23
Fecha de inscripción : 19/06/2010

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.