Sola, Preocupada y Confusa (Berenice)

Caminaba por los callejones cabizbaja, sin saber donde ir, a quien recurrir o que hacer... Si en la vida pasada me sentía sola...Ahora me sentía más todavia... Acaricié mis propios brazos mientras caminaba al sentir algo de frío... Era curioso... pero yo no me sentía como si estuviese muerta. Me detuve en seco y miré a los lados, todo eran callejones... La verdad esque no paraba de dar vueltas en circulos, era suerte que no tubiera sueño ni sintiera el cansancio... Aunque lo que si sentía, era una inmensa soledad... Parecía que alguien de ahi arriba no quería verme contenta ni en una vida ni en la otra...

Dejé de caminar y me apoyé en la pared. Pensé en mi madre, que me estaba esperando... Me estaría esperando en el aeropuerto... Con su fuerte esquizofrenia ¿Que haría cuando le dijeran que había muerto? No quería imaginarlo... Imaginar a mi madre derrumbandose me hizo entristecer tanto que se me salieron unas cuantas lágrimas... ¿Y mi padre? ¿Cómo se sentiria al saber que su hija a la que casi nunca visitaba había sido asesinada?

Seguía recorriendo los espacios de esta villa, caminaba calmada y realmente sin un rumbo bastante fijo, dónde podría llegar?, pasé por unos callejones, no había nadie, mantuve una marcha constante y tranquila, pensaba, pensaba en un vacío existencial, pero no uno normal, sino uno más profundo, más oscuro, con más intensidad. Y eso que me faltaba quizás era tener una entidad estable, esa sería mi meta, aunque realmente no sabía muy bien como conseguirla.

Al llegar a un callejón estrecho, divisé a una mujer quien se encontraba apoyada sobre una pared, parecía bastante triste, preocupada, sentí que ella liberaba bastantes emociones y me sentía energizada, nuevamente me sentía más despierta aunque realmente no entendía demasiado. La muerte, este tipo de muerte, era mucho más dificil de lo que se piensa en vida. Pero qué no lo era?, todo tenía su grado de dificultad según como uno lo mirara, siempre, si siempre, se querían hacer las cosas mucho más dificiles de lo que parecían, porque es lo atrayente, lo dificil casi imposible.

Observé a aquella mujer y extrañamente se me hizo tan familiar, tan conocida, sin embargo jamás la había visto, en vida y hasta ahora, que ya no la tenía... Me quedé a unos metros de ella, quise dar el gran privilegio del silencio, un silencio que podría abarcar mucho más que todas las palabras del mundo, un silencio, como lo pensaba, mágico.

Rapidamente volteé la cabeza al notar a alguien que se acercaba a mi. Me la quedé mirando, ella estaba a varios metros de mi. Por fin me encontraba con alguien... pero esta vez era distinto, totalmente distinto... Esta chica me llamaba muchísimo la atención.

Dejé de apoyarme en la pared mientras la observaba, se le veía joven... unos 20 años le ponía yo.

-Hey, hola

Saludé. Raro en mi, pues siempre era bastante distante con todo el mundo, y más en ese lugar... Pero esa chica me dio sensación de bienestar. Me miré las manos, ahora mismo estaba en forma corporea así que seguro que podía verme. Aun así ambas seguíamos a cierta distancia la una de la otra, como si quisieramos las dos pero hubiese desconfianza...

Y la voz de aquella chica, todo se me hacía bastante raro, realmente creía que la conocía, quizás realmente era asi y no lo recordaba. Pero no, no, no, no la conocía, no recordaba su rostro, de ser de otro modo la reconocería, jamás me olvidaba de rostros, nisiquiera si la hubiese visto un par de segundos. Bien, no era memoria fotográfica, pero cierto era que recordar personas me iba bastante bien. Quizás algo tendríamos en común, no lo sabía, pero siempre se habla de instintos, diversos instintos, la pasión, los impulsos, el creer, y quizás conocer de alguna forma. Aún sentía que mi cabeza era una caja de pandora, de la cual podrían salir mil y una ideas, mil y un recuerdos, tantas cosas que quizás me hacía aveces dudar de la misma, y cierto era que aún mantenía esos recuerdos humanos, y los mismo pensamientos, pero en este estado, la caja de pandora debería tener otra salida y otra entrada para que no fuese ya mil y una ideas o pensamientos, sino un millón y miles de pensamientos e ideas...

Lo cierto es que no te conosco, sin embargo hay algo más. Cómo te llamas?

Pregunté con la mirada innundada en curiosidad, transparente y verdadera curiosidad. Su nombre, si su nombre, debería grabarlo en mi mente así como el de Pann, pues su presencia, su alma, su existencia de alguna forma estuvo siempre presente en la mia propia, alomejor teníamos más en común de lo que ninguna de las dos podríamos imaginarnos.

Me acerqué y quedé al lado de ella, mi mirada trataba de buscar en sus ojos alguna respuesta, alguna respuesta metafísica que me diera algún indicio, indicio de qué?, de algo!, si, algo que pudiese hacerme inferir infinidades de imposibles, que cierto era en este lugar eran tan posibles como posibles imposibles...

La chica, que parecía algo distraída, o pensativa me habló en esos momentos desde cierta distancia, en cuanto yo la saludé. Me dijo que no me conocía, pero que parecía haber algo más... Eso me descolocó un poco. Después de hablar la chica se acercó a mi hasta quedar a mi lado.

-...Me llamo Mindy... Y... dudo que nos conozcamos... Hace poco que estoy aquí

Le expliqué dibujando media sonrisa algo entristecida, sin apartarle los ojos de encima. No porque me sintiera incomoda con su presencia, al contrario. Me sentía a gusto. Y lo reflejé volviéndome a apoyar en la pared.

-Pero yo también creo que hay algo más... Aunque no se bien el qué... Eres distinta a las demás personas que he conocido. en este lugar...

Sus palabras, cuánta razón en ellas!, yo no la conocía, jamás la había visto, sin embargo éramos distintas, en qué?, quizás solo era una coincidencia...Qué?... Concidencia?, NO!, las coincidencias no existen, porqie simplemente siempre hay un destino, el de la vida y éste, el mío, el de la muerte, dulce y transparente muerte. Si, dulce digo bien, pues te quita de cierta forma el ser de humano, la irracionalidad caraterística de éstos, y te translada, tu concientemente, a una racionalidad por sobre de...

Mi nombre es Berenice, y supongo que pienso lo mismo de ti

Respondí, aunque ella no me preguntase, pues era el primer paso para comenzar a analizar qué sería ese algo más. Un algo que comenzaba a fluir en algo común entre un existente real y un no existente realmente lleno de ser y conciencia, aunque de ello nace la existencia, contradicción del no ser por una pregunta existencial, que afloraba en mi la pregunta "Qué soy?, y por qué lo soy?".

Aún yo estaba materializada, lo que me calmaba, pues así ella podría verme sin asustarse, ni pensar que solo yo era una ilusión de su propia caja de Pandora. Mindy parecía bastante triste, y sus emociones me agradaban, pensé entonces que las emociones eran una fuente energética, podría vivir yo sin emociones ajenas?, sería entonces una pregunta que podría hacerle a Pann cuando lo encontrase...

-Un placer conocerte, Berenice

Dije dibujando una amable sonrisa en el rostro.

-¿Hace mucho que vives aquí?

Le pregunté para entablar un tema de conversación. Era con la primera persona de ese lugar que no me incomodaba hablar con total naturalidad.

-Yo... la verdad esque llegué hace poco... me he estado dando paseos por la villa pero no he visto a demasiada gente...

Le expliqué a la joven. Una vez más repasé su edad con la mirada, desde luego parecía muy joven. La más joven que había encontrado hasta ahora.

Desvié mi mirada de Mindy, ésta chica extraña que me era tan conocida y a la vez no recordaba a nadie, nisiquiera parecida. Miré la pared que se encontraba frente a nosotras, pared que cerraba cada vez más este estrecho pasillo, con ladrillos sobrepuestos, quizás solo eso era yo, un ladrillo sobrepuesto, que quizás con el tiempo e desgastaría y se caería sobre el piso haciendoce añicos, quizás ese sería mi destino... Pero no! mi destino no podría ser ese, yo quería seguir, aún era un ser conciente no?, aún podía darme cuenta qué sucedía a mi alrededor y mientras eso sucediera entonces yo podría salir de todo esto, quizás solo era esta extraña villa, quizás fuera de ésta las cosas podrían ser distintas, pero distintas en qué?...

Supongo que llegué hace algunas semanas...
Suele pasar, pero la pregunta es uno no ve a la gente o las personas no pueden verme?

Ciertamente esa pregunta me la había hecho yo hacía algunos días y había caído en la cuenta de que ellos quizás no pudiesen verme, o talvez quizás no querían. Denuevo el vacío volvía a prensentarse ante mí, ese vacío tan lleno de existencia, hacia la misma contradicción de la naturaleza...

Su pregunta me descolocó un poco. Me quedé un rato mirandola algo pensativa. ¿Las personas no podían verme o yo no veía a las personas? Bueno... yo la veía a ella... ¿A que se estaría refiriendo sino?

-Eh... no se, yo te estoy viendo perfectamente... ¿Por qué preguntas eso?

Por más que la mirara no veía más que a una chica normal y corriente. Quizá algo paliducha, pero nada del otro mundo como otros con los que me había cruzado. Si solo hacía unas semanas que estaba aquí había llegado en el tren. Por lo tanto le habían dado una bombilla... Apreté los labios mirandola fijamente.

-¿De que color era tu bombilla?

Quería averiguar que era cada bombilla... La mía era blanca, porque era un fantasma... La de Farah era verde, porque se transformaba en lince...

Mindy parecía atenta a lo que yo dijese aún más después de que yo hablara, parecía interesada y a la vez confundida. Y era para entenderla, mis palabras no eran de todo normales, para una conversación normal, siempre tenía un trasfondo aún más transparente y ambiguo, podría o no verme la gente?, ella si me veía y solo porque estaba materializada, alejando mi estado fantasmal, desvié mi mirada de aquella pared que se encontraba frente a nosotras y la miré a la cara. Entonces me dí cuenta, cuán pálida estaba y qué ojeras!, por un segundo aquella imágen cuando miré por primera vez mi reflejo, luego de haber llegado a esta extraña villa, por qué tenía aquellas características tan parecidas a las mias?, y por qué ahora me venía a fijar?... De seguro estaba tan sumida en pensamientos lejanos y blancos que no presté atención a este gran indicio, alomejor éramos más parecidas de lo que yo imaginaba.

Pues porque supongo, no somos tan distintas después de todo.

Le dije mirándola fijamente a los ojos, buscando aquella verdad, aquella transparencia que según mis inferencias, ella debería tener. Su pregunta me desvió un tanto de mis pensamientos en busca de su transparencia y esta vez mi mirada se hizo aún más intensa.

Blanca... La tuya?

Devolví la pregunta con gran curiosidad en mis ojos, esperando ansiosa su respuesta...

Que no eramos tan distintas después de todo... Podía ser. Cada vez tenía más sospechas de que era alguien parecido a mi. Mis ojos tambien buscaron los suyos, abiertos como platos, esperando la respuesta del color de su bombilla... Y cuando me contestó, cuando me dijo que era blanca, me quedé incluso sin aliento. Blanca, una bombilla blanca... como la mía... Me alegré, en mi rostro enseguida se formó una enorme sonrisa y sin una palabra más simplemente me lancé a abrazarla con todas mis fuerzas. Como si fuese una hermana perdida que acaba de encontrar, como si tubiese que protegerla o cuidar de ella.

-Blanca

Dije en un hilo de voz. Sonriendo por no ser la única. Por poder compartir como me sentía con alguien. Pero... en esos momentos, la profunda alegría poco a poco se fue transformando en pena... Me separé de ella muy despacio para observar su cara. Era joven... Muy joven, más que yo... Que injusticia que pasaran cosas así....

-Berenice... eres tan joven...

Le dije con tristeza.

El asombro asomó a los ojos de Mindy, se alegró y me abrazó. Yo me sentía algo confusa, pues no era alegría exactamente lo que me llegaba, tampoco era tristeza, realmente no lo sabía. Yo no era una persona que diera abrazos, asique al ella abrazarme solo pue mis manos en su cintura. El expresarme demasiado en cuanto a gestos de cariño no iba conmigo, mi mirada se perdía en un horizonte lejano, lejano y blanco, blanco como mi ampolleta, ampolleta que me condenó a la muerte, de vida sin tenerla, de la conjugación de mi prio ente y el ser mismo en la mismísima nada. Así también había sucedido con ella, pero al parecer ella era más irracional que yo, debió serlo cuando fue humana, realmente humana, talvéz demasiado humana.

Sus emocionen emanaban por montones, pronto pasó desde la alegría hacia la tristeza, me miró con pena y habló con el mismo tono. Pero ella se equivocaba yo no era demasiado joven, ni demasiado adulta. Solo que ya no había más tinta ya no había dónde escribir un destino realmente existente, no lo había más, viví lo que tube que vivir y punto, ahora otra era se abrió ante mis ojos y mi nuevo existir.

Viví lo que tenía que vivir, la vida como la conocíamos no era para nosotras.

Y de hecho así lo era, la vida no era para nosotras, porque de cualquier misión que hayamos cumplido, ya no quedaba otra en la lista de espera, fuimos lo que fuimos solo para ser ahora lo que somos, así es el círculo de la vida, cuando se abre, pasamos a un nuevo círculo de un nuevo existir, esta nuestra vida después de la muerte, o por desgracia para otros, solo un abismo eterno...

Aún por suerte concervamos nuestras conciencias, no solo somos seres errantes, somos seres pensantes y concientes.

Curvé levemente mis labios en una sonrisa.

-No, no... Berenice, no, las cosas no son así...

Le dije mientras la tomaba por los brazos y negaba con la cabeza.

-Tú tenías tu vida y merecías vivirla al igual que otros. Nadie tiene que decidir cuando acabará tu vida... Porque es tuya y tú decides cuando empieza o cuando debe terminar... Pero nadie debe decidir por ti cuando arrebatartela

Le expliqué. No trataba de que se aferrara a su vida anterior. Solo que entendiera que lo que le habían hecho estaba mal y era una injusticia... ¿Por qué las cosas tenían que ser así?

-...Al igual que yo... Yo tambien tenía mi vida y me la arrebataron...

Le dije con tristeza. Me apoyé en la pared y me dejé deslizar por ésta hasta que quedé sentada en el suelo.

Entendía si, sus palabras nos arrebataron la vida de alguna forma, pero no porque no querían que viviesemos lo que nos quedaba, era solo porque no había más, porque el destino se pasó a uno nuevo, si no teníamos nada más que hacer en vida, tendremos que hacer en esta nueva no vida, en esta falsedad materializada de la naturaleza paranormal. Y cuando encontrásemos aquella misión, entonces pasaríamos a forma parte de la nada, formaremos parte de la vitalidad de los reales humanos que viven fuera de esta vida, cegados por lo posible, cuando aqui lo imposible ya no lo es más y lo mágico cubre con un manto de seda a esta luminosa villa sin luz de luna ni estrellas.

Es cierto que nos han quitado nuestra vida, pero solo por no tener más que vivir.

Mindy se apoyó en la pared y se deslizó hasta el suelo, parecía bastante triste, mientras toda esa tristeza me energizaba, entonces el pensamiento de Heidegger se presentó nuevamente en mi mente, nuestro-ser-con-otros, no porque estemos en el mismo lugar, sino que de otros dependemos para poder seguir aferrados a una realidad, por muy posible imposible que ésta sea, y todo realmente en este mundo, como en el otro estaba tan conectado, como las propias relaciones de extraños.

Ahora tenemos una nueva "vida", y solo depende de nosotras seguir en esto o pasar a formar parte del abismo eterno.

Le dije mientras me sentaba a su lado y buscaba su mirada.

En lo primero no coincidí demasiado, no pensaba igual que ella. No creía en el destino. Creía en la casualidad o las coincidencias... Pero siempre creí que todo el mundo escribía su propio destino. Si yo ese día no hubiese decidido artarme de todo, si quizás hubiese esperado cinco minutos más, o si quizás hubiese salido aunque fuese dos minutos antes no me hubiese encontrado con mi novio, si no me hubiese encontrado con mi novio no me hubiese dado una brutal paliza, si no me hubiese dado una brutal paliza no estaría débil... Si quizás cuando huí hubiese pillado unos cuntos semáforos en rojo, hubiese perdido el tren, y si nunca hubiese subido a estre tren... Yo aun estaría viva... Todo eso que era... ¿Coincidencia o azar?

-Si, supongo que no nos queda más remedio que seguir adelante... sino... ¿Qué remedio nos queda?

Le pregunté mientras sonreía.

-...¿Que te ocurrió?

Aquella mujer parecía bastante arrepentida, al parecer de sus propias desiciones, desiciones que escriben un destino, destino que carece de coincidencias y azares, así era, solo eso.

La miraba mientras ella hablaba y pensaba, aunque no sabía muy bien lo que ella pensaba, de seguro sería en su estado, su nueva forma, su nuevo no ser, aún así su nueva existencia.

Realmente no lo sé muy bien, solo recuerdo estar en mi último vagón 7 - Así era como yo llamaba mi última escena de vida- recuerdo a un hombre a Pan y un té bastante bueno, ya luego solo me entregué a los brazos de morfeo.

Resumí todo lo que había sucedido a Mindy, ese té había sido quizás la causa de todo esto, pero la real causa de todo fue mi propia desición de beber de el, proviniendo de un desconocido.

La observé y parecía más pálida como debería serlo, o quizás el no verme, como yo realmente era, me hacía pensar en que todo era más de lo que era, cuando realmente así era. Entonces me imaginé en una pieza llena de espejos, espejo que no podían reflejarme y caí en la cuenta de que ello no era bueno, no podía serlo... Cómo se puede vivir sin conocerce?... No creo que realmente se pueda, y de hecho así es.

Y a ti ?

Devolví la pregunta, simplemente porque realmente no creía que le hubiese sucedido lo mismo.