Me escuchas? [Monólogo/El roble fantasma]

por **Berenice Moritz** Vie Jul 23, 2010 8:27 pm

Sin darme cuenta de hacia a dónde iba llegué a una plaza, extraño lugar en donde había más ampolletas, y la luz de esta se filtraba entre el espeso aire, el calor que éstas emanaban, apuntando a un árbol, un roble para ser más exacta, el cual se encontraba en el centro de este lugar, rodeado por un círculo de pasto demasiado brilloso, demasiado verde, quizás una ilusión óptica.

Pensé en dejarlo pasar, en pasar por el, sin siquiera mirarlo con detenimiento, volví a mi estado in materializado, para así pasarlo. Pero al poner mis manos sobre su tronco volví a ser sólida, a estar materializada y mi sombra se extendía largamente detrás de mi. Aunque traté de volverme incorpórea no pude hacerlo, algo no me dejaba, fue entonces cuando miré al roble, quien se veía bastante fuerte, bastante vivo y hasta pensé en que parecía demasiado sabio.

Al parecer la vida me ha dejado, solo para dejarme saber que un simple árbol puede pararme cuando quiere... O quizás, realmente soy yo...

Hize un gesto de molestia y me senté en frente de mi sólido acompañante.

Al menos pudiese ver mi reflejo, al menos pudiese... No te miraré!, así no tendremos problemas...

Entonces escondí mi cara entre mis brazos apoyados en mis rodillas, si no lo miraba el no existía, pero entonces me sumergía yo misma en una pieza oscura, sin nada, ni siquiera un solo cepillo de dientes!, en ese lugar yo... Yo realmente no existía.

La luz que propinaban las ampolletas del lugar, parecían no tener límites, pues se filtraron entre mis brazos, entre mis cerrados párpados como si fuese de día... Abrí los ojos y allí estaba el roble, tan quieto, tan hermético tanto que llegaba a molestarme, pero... Por qué?. Si y era solo por el hecho de saber que yo no existía para él, y quizás para nadie del mundo, pues jamás fui recordada, estoy en el olvido del abismo, ni siquiera puedo llegar a él y ahora este roble... Y allí estaba yo esperando una respuesta de él, solo para saber que si existía, y esperaba que él me lo demostrase...

por **El Roble Fantasma.** Vie Jul 23, 2010 10:02 pm

La plaza que le rodeaba como siempre estaba tan calmada que helaba, rara era la vez en que algún habitante erraba en su camino y acababa en aquella plaza. Los edificiós parecían insignificantes al lado de tan majestuoso Roble. Sin embargo los que el propio árbol convocaba se sentían atraídos hace él.

Las luces resplandecían con más fuerza cuando algún alma atrapada cargada de sentimientos se acercaban al Roble. Y eso era lo que más le gustaban las emociones, que le hacían crecer más y más. Intentan atraversarlo pero sus propias maldiciones no funcionan con él. Las manos rebotan cuando intentan tocarlo. La chica ocultaba su rostro, mientras el Roble aún sin estar del todo presente se nutría de ella, y de cada habitante de la brumosa villa.

por **Berenice Moritz** Vie Jul 30, 2010 12:47 am

Levanté el rostro, miré al roble por un momento, y realmente por un segundo creía que él también me miraba, que estaba pensando, que vivía como los demás habitantes... Me levante de mi lugar en el demasiado verde y brilloso pasto, entonces traté de mirar el cielo, pero las ampolletas de mi sólido acompañante se confundían entre las estrellas, y al ser demasiadas hasta se lograban confundir con la luna, quien parecía alumbrar tan poco al lado de tan luminosas ampolletas que hasta creí la pobre sentía pena, traté de separarlas con la mirada para decirle a la luna que ante ella no había comparación... Pero no pude...

Era tanta luz que sentí caer irónicamente en un abismo espeso y realmente oscuro, tanto así que creí caer en pánico, pero allí estaba él, ahora mi roble, bien digo mio pues estaba desnuda psicológicamente frente a su presencia, extraña presencia si, pues demostraba cambios que solo tenía frente a él... Extraño...

Allí estaba yo, silenciosa, quieta, abstraída en pensamientos. Porque mi roble, estaba allí y entendía así, su vida, él quien tranquilo veía pasar la vida por demasiados años, quizás cientos, sin embargo nadie lo veía a él, nadie lo miraba realmente, nadie le hablaba, ni lo cuidaba, y así con todo él seguía allí esperando, solo a que el tiempo pasase. Solo una mirada, unos pasos más, ni una palabra y todo volvía a comenzar nuevamente, un círculo errático.

Nunca me había preguntado qué es lo que decían estos seres de nosotros, los que somos y fuimos humanos alguna vez, sin bien no hablar realmente, pueden existir otros factores que impliquen algún tipo de respuesta, un mínimo movimiento, botar alguna hoja... Cualquier cosa que pueda ser positiva o negativa, pero allí está te mira, te observa y quizás se ríe, por el solo hecho de saber lo corta que es tu vida, de lo mal que se aprovecha, de lo poco que se hace.

Si no es acaso la luna quien nos guía, no serás tu, entonces quien lo haga con tu casa de ampolletas?

Y casi temerosa me acerqué, las yemas de mis dedos tocaron el roble, y sin pensarlo, le sonreí.

Dime entonces hacía dónde debo ir, dame una salida...

Dije en un susurro casi imperceptible y creí confundirme entre la sabia del roble, que mi sangre esta vez se hiciera su sangre, todo se veía distintos, era como si el roble guardara millones de historias que luchaban por ser contadas...

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