Dejando el Equipaje [Libre]

Me encontraba en el compartimento del equipaje, habia decidido que asegurarme yo mismo de que mis maletas quedaban bien colocadas, y por supuesto, bien cerradas, no me gustaria que por "arte de magia" me desapareciese algo. Asi pues habia ido hasta alli en persona, habia colocado mis maletas juntas y las habia agarrado con un arnes de seguridad, para que no se moviesen del sitio, las maletas eran delicadas, y no me gustaria que se dañasen, alguien con mis obligaciones debia aparentar un buen fondo economico, y hasta las maletas tenian que decir que uno lo poseia, una maleta dañada daba mala imagen, y te hacia perder credibilidad en cuanto a los necocios. Eso nunca me pasaria a mi.
-Bueno... pues ya esta todo -dije totalmente para mi.
-"¿Las vas a dejar en este lugar?" -como siempre mi compañera inseparable, mi otra personalidad, habia decidido hacer su aparicion en un momento que no venia a cuento.
-"Claro que las voy a dejar en este lugar, y no me molestes con tus estupideces." -pense en contestacion a la pregunta de mi otro yo, a veces era realmente insoportable.
-"Esta bien... si eso es lo que quieres..."

Estaba nerviosisima, y no era propio de mi ponerme nerviosa. Pero no todos los días una tenía la oportunidad de conocer a su madre. En vez de chocolate debería de tomarme litros y litros de tila. Pero nunca me habían gustado demasiado las infusiones. Paseé por el vagón sin prestarle atención a nada. Cuando me sorprendí a mi misma en el compartimento de los equipajes. Mis pies tenían la manía de llevarme a lugares extraños cuando me dedicaba a caminar sin pensar. Miré el reloj. ¿Se había parado? Efectivamente. Mi reloj se había parado a las once menos cuarto. ¿De la mañana o de la noche? ¡Yo que sé! Me pasé una mano por el pelo, entre contrariada y desorientada. Era como si aquel día en vez de veinticuatro tuviese cuarenta y ocho horas. El viaje en tren se me estaba haciendo demasiado largo. Probablemente porque una parte de mi, deseaba llegar ya a Calais para conocer a mi madre, y la otra deseaba bajarse en la siguiente estación y volver a Paris. ¿Que le debía yo a aquella mujer? Era una desconocida para mi. Me avandonó en un cubo de basura y no ha vuelto a aparecer en mi vida hasta ahora. ¿Por que ahora? Seguí caminando sin rumbo, cuando me percaté de la presencia de un hombre justo a tiempo para no chocar con él.
-¡Dios! ¡Que susto! -¿Cuando había aparecido el hombre? El corazón me latía tan fuerte que parecía que se me iba a salir del pecho.

Me pare en secocuando vi venir a la chica directa hacia mi, y alce una ceja en el sitio cuando vi que no se detenia, se detuvo justo en el ultimo momento, a punto estuvo de chocar conmigo, y encima, al parecer, el susto se lo habia dado yo, puse los ojos en blanco durante un instante y despues la mire de arriba a abajo, estudiandola rapidamente, no parecia mala persona, desde luego, y de hecho, parecia preocupada por algo, muy nerviosa, se le veia en la cara, me encogi de hombros.
-No dire que lo siento, porque has sido tu la que ha estado a punto de atropellarme -incline la cabeza hacia un lado- ¿Esta usted bien señorita?
-"¿Porque le preguntas si esta bien?" -pregunto la otra voz dentro de mi- "Deberias haberla atropellado tu..."
-"Callate imbecil..." -pense, intentando hacer callar a mi otro yo-

Había estado apunto de chocar con aquel hombre. Es normal en mi distraerme hasta perder la noción del tiempo y del espacio, pero nunca me había ensimismado hasta tal punto. Me quedé congelada. Mi mente pugnaba por liberarse de aquel bloqueo. Tardé unos cuantos segundos en conseguirlo, en los cuales me dediqué a clavar mis ojos en los del hombre que había estado a punto de atropellar.
-Pa ... Pardon, monsieur ... -Dije atropelladamente al reaccionar -Lo lamento ... Lo siento. Ha sido ... Ma faute? -Casqueé la lengua. Encima me quedaba en blanco y se me olvidaba como hablar correctamente -Culpa mia -Conseguí decir al final -Yo estoy ... Bien -Nerviosa, distraida, helada, preocupada, nerviosa, nerviosa y nerviosa ... Pero bien. -¿Y usted? -Me aseguré de que no le había pisado ni nada parecido mirando al suelo durante un instante -Iba tan inmersa en mis pensamientos que no me percaté de que estaba usted aqui -Dije exusandome de nuevo.

Vi como miraba al suelo, y no me senti incomodo mientras me miraba a los ojos, estaba costumbrado a sostener miradas que intentaban asesinarme, miradas que congelarian la sangre, la mayoria de mis "socios" lanzaba miradas asi, no sonrei, aunque tendria que haberlo hecho para quitarle tension al asunto, la chica ya estaba bastante nerviosa para tener que dar con alguien como yo. Suspire tranquilamente.
-Ya... me he podido dar cuenta de ello, y no se preocupe por mi, estaba colocando mi equipaje poco antes de que llegaseis. -no mire mis maletas ni nada, simplemente mire a la salida- Si hubiese avanzado un poco mas me habrias atropellado, pero por suerte no ha sido así.
-"¿Vas a dejarte de tonterias? ¡Dale pasaporte ya!"
-"¡Silencio! No estoy de humor para discutir contigo ahora."

Fruncí ligeramente los labios. Este tipo de cosas solo me pasaban a mi. La proxima vez que viajase en tren me quedaría sentadita en mi compartimento, para no atropellar a nadie ...
-Por lo menos no ha habido heridos ... -Menudo intento de broma mas decepcionante. Sonreí lemente a causa de la tensión y me coloqué un mechon de pelo tras la oreja antes de tenderle mi mano. -Soy Victoria D'Noir. Me alegra no haberos atropellado, monsieur ... -Esperé a que estrechase mi mano mientras me debanaba los sesos tratando de encontrar la forma de relajar mis nervios. Quería llegar a Calais viva, y si no lograba calmarme y dormir un poco, moriría de un infarto.

Estaba absorto en mis pensamientos, pensando en que haria cuando estubiese con aquellos posibles nuevos... proveedores. Ordene rapidamente las ideas, como solia hacer varias veces, para quedarme bien con todo el procedimiento a realizar, cuando la chica comenzo a hablar me sacó de mis pensamientos, escuche su presentacion y vi que me tendia la mano, se la estreche y le dedique una leve sonrisa, era mejor que nada.
-"¿Porque no la matas ya?"
-"Que no me molestes..." -pensé- A mi me conocen con Fyros, o Sr Fyros. -le dije a la chica mientras le estrechaba la mano- Creo que deberiamos volver a nuestros asientos... Pero ten cuidado, no vayas a atropellar esta vez a alguien. -agarre mi equipaje antes de salir de alli, ya no me fiaba de dejarlo alli, si podia entrar hasta alguien que anda medio dormida... era mejor tenerlo cerca.

Me despedí del Sr Fyros con un vago movimiento de cabeza. Apoyé mi espalda en una de las traqueteantes paredes del compartimento. Una vez me dijeron que la mejor forma de tranquilizarse es no pensar en nada. Pero sigiendo ese consejo había estado a punto de atropellar a un hombre que era del todo extraño. Yo también debía volver a mi compartimento, y dormir un rato. Seguro que dormir era una buena forma de relajarme, y ademas no arroyaría a ningún pasajero del tren mientras soñaba. Respiré profundamente y salí del compartimento de equipaje concentrada en no asaltar a ningún pasajero. Todo sería mas facil al llegar a Calais. Estaba segura de ello. Solo tenía que llegar a Calais.