Fumador Pensativo [Libre]

Me encontraba apoyado en la barandilla, me habia apetecido fumarme un cigarrillo y habia salido a hacerlo, hacia fresco hoy, pero el dia habia sido caliente, por lo que se estaba muy bien fuera, el viento soplaba suavemente meciendo el pelo y levantando el humo expulsado por mi al exterior en suaves volutas que danzaban con cada soplo del aire, se estaba muy a gusto alli fuera, y el lugar y momento eran propicios para sumirse en los pensamientos de uno mismo, dudas existenciales como que me habia llevado hasta alli, o cual era el motivo real de que hubiese seguido ese camino en la vida. Pero no me arrepentia de nada, y si pudiese vivirla de nuevo, la viviria exactamente de la misma forma.

Había oído que el revisor pasaba por el vagón para ver los pasaportes. No es que no funcionara el falso que tenía, ya que era muy bueno, pero no estaba dispuesta a que me vieran la cara. Seguramente habría carteles de "se busca" por la estación, así que hasta que no saliera del país, no estaría más o menos a salvo.
Salí al mirador esquivando a guardias y pasajeros. Sólo había un tipo, así que no me importaba. Pero si se daba cuenta de quién era, no me importaría que me acusaran de otro asesinato. Tenía la pistola bien a mano.
- ¿Tienes otro?- le pregunté señalando el cigarro que llevaba e nla boca, apoyándome en la baranda, a su lado, mirando hacia el horizonte.

Mire a la chica que habia llegado a mi lado por el rabillo del ojo, se apoyo tambien en la barandilla, me sonaba de algo... Seguramente se movia por el mal mundillo, si no no me sonaria tan rapido, acaricie mi arma, el tacto de la pistola era tranquilizador. ¿Que si tenia otro? claro, no solia ir sin unos cuantos, no me gustaba quedarme sin ellos. Pero el caso es si debia darselo... Una suave brisa despejo mis pensamientos, diciendome que no tenia porque preocuparme, quizá fuese alguien de mi mundillo, quizá no, la verdad tampoco me interesaba nada en ese momento, simplemente me interesaba terminar el trato que me traia hasta alli y volver a mi casa. Me encogi de hombros.

-Por supuesto... -dije sacando el paquete de tabaco y tendiendole un cigarrillo- No suelo viajar sin ellos.

-Gracias...- murmuré llevándome el cigarrillo a la boca.
Me incliné un poco para que lo encendiera con su mechero, le di una calada y apoyé ambos codos en la baranda mientras exalaba el humo con lentitud. Me quedé mirando hacia el frente, sumida en mis pensamientos, en silencio, casi en otro mundo, hasta que noté su mirada clavada en mí. Bajé la mirada y vi que tenía las muñecas magulladas a la vista. Me encogí ligeramente y las escondí en las mangas. Le di otra calada la cigarro y lo miré de reojo.
-¿Viaje de placer?- inquirí y exalé el humo.

Hice varias tonterias con un Zippo bastante bien adornado, muy bonito a decir verdad, y encendi el cigarro de la chica, despues hice un par de virguerias mas y me quede con el cerrado en la mano, jugueteando un poco mientras la media en silencio, creia haberla visto alguna otra vez, incluso quizá la conociese de algo, bueno, daba igual, ciertamente me importaba un carajo.
Di varias vueltas al Zippo entre los dedos, y al poco lo guarde, un tanto cansado de jugar con el, pude notar como la chica se ponia un poco "tensa" al notar mi mirada, por algo sería. Su intento de comenzar una conversacion, si era lo que parecia, no iba a resultar muy fructifero, al menos no conmigo, hablar de que me habia traido hasta alli no era una de las cosas que mas ilusion me hacian. Expulse un bocanada de humo que ascendio siguiendo a sus predecesoras, en un rapido tirabuzon.
-Negocios. ¿Y tu? -decidi contestar para no parecer un borde, aunque me quedo bastante seco, como atajando una conversacion que no deseaba demasiado tener. Aunque siempre era mejor eso que nada.

Le estaba dando una calada al cigarro cuando me respondió. Exhalé el humo y torcí los labios en una ligera sonrisa.
-Supongo que es un viaje de placer...- murmuré sin dejar entrever lo que en realidad era.
Me relajé un momento. Había pasado la primera prueba. Aunque me hubiera reconocido, no había dicho nada, así que... Esperaría a que se consumiera el cigarro para volver dentro. Estaba cansada de tanto ajetreo y necesitaba un tiempo muerto, y supuse que el revisor ya habría pasado por ahí.
- ¿Qué opinas del aborto de las gallinas?- pregunté como si fuera lo más normal del mundo.
Ahora pensaría que estaba loca.

Me encontraba sumergido en mis pensamientos, no sabia porque seguia fuera aun, podria entrar, irme a mi vagon, y olvidarme un poco de toda la gente, estaba deseando terminar todos los tramites para la entrega de la mercancia que este nuevo negocio me prometia; De esta manera me encontraba divagando, cuando la chica formulo una pregunta sin ningun sentido, ¿que opinaba del aborto de las gallinas? Alce una ceja girandome hacia ella y como unica respuesta no pude evitar dejar salir lo que me carcomia por dentro.
-¿Que clase de estupidez es esa? -quizá deberia habermelo aguantado, pero habia sido demasiado- Si no tienes nada que decir, no lo digas, pero no me hagas perder el tiempo con esos temas... -y dicho eso me volvi a girar mirando el horizonte, dandole una nueva calada a mi cigarro y expulsando el humo, acaricie distraido con una mano la pistola, por si la necesitaba, no sabia quien era realmente la chica, y si me sonaba, seria porque no era precisamente buena gente.

Me mordí un labio conteniendo la risa y rodé los ojos. Le di una calada al cigarro y lo acabé de consumir. Tiré la colilla y no pude evitar reírme. Me encantaba descolocar a la gente, era divertido. Solté un suspiro y me di la vuelta, llevándome las manos al bolsillo.
-Bon soir, chico malo...- dije en tono cantarín.
El atardecer teñía el cielo de tonos rojos, como el fuego, como la sangre... Regresé dentro del vagón y me metí en uno de los compartimentos vacíos. El silencio... Sólo se escuchaba el tren yendo sobre los railes. Me apoyé en la ventana, y no sé en qué momento, finalmente me quedé dormida.

Me encogi de hombros sin mas, todavia podia estar un rato tranquilo alli, sin que nadie me molestase y terminandome el cigarro, absorto en mis pensamientos, y en ver como las pequeñas volutas de humo que expulsaba de mis pulmones ascendian como pequeños bucles, arrastradas por las rafagas de aire.
-Que chica mas rara...