¿y mi maleta?(libre)

Bien, bien y bien… todo en mano, la maleta, el libro y mi perro Golfo, abrí la maleta y rápidamente con cuidado y delicadeza metí el libro dentro de ella. Me quede observando todo aquel espacio del tren, simplemente…todo esto se veía un poco antiguo pero tampoco me importaba eso demasiado. El maldito perro no paraba quieto ni un minuto, no lograba estarse quieto y yo no lograba mantener mi equilibrio en aquel tren, deje la maleta en el suelo. Este lugar se me hacía demasiado empalagoso y lo peor de todo era que aquí me faltaba el aire, la respiración, notaba como si mi nariz fuera tapada por un gran pañuelo, en un acto automático me lleve la mano a la punta de la nariz, pero… no, no había ningún pañuelo que me impidiera respirar bien, era el lugar que me cerraba la respiración y me dificultaba poder tragar oxigeno.

Tampoco me podía quejar demasiado acababa de llegar… algo bueno tendría que tener este vagón no todo sería malo, pero por el momento no había nada bueno que destacar y la verdad era que estaba completamente agotado, estaba cansado y lo peor el viaje en absoluto seria un trayecto corto. Cogí la maleta empujando hacia donde estaban todas las otras y la puse en el primer sitio que vi que estaba vacío, seguidamente me voltee mirando a una chica de cabello rubio e ondulado y de una tez un poco blanquinosa… parecía tan desorientada como yo o mas, sonreí al menos no era el único.

Fui como pude hacia un rincón del vagón cerca de las maletas y me apoye en una de las paredes blancas hasta quedarme sentado en el suelo.

La cosa no podía ir mejor ‘’pensé’’, evidentemente este pensamiento no era otra cosa que sarcasmo, no le podía llamar de otra forma aquello era sarcasmo. Bufe fuertemente, verdaderamente estaba muy cansado y solo de pensar que este viaje sería bastante largo, veía como si el mundo se me fuera a caer encima, pero… ¡NO! , tenía que tener paciencia, mucha paciencia, quizá lo mejor hubiera sido coger un avión, conclusión: mucho más rápido que un tren.

Escuche a la anterior chica rubia decir alguna que otra cosa, pero… en ningún momento pensaba que me lo decía a mí, hasta que mire hacia ella para ver que le ocurría y vi que me lo decía a mí, le sonreí – Supongo que si… el caso es en qué? – le dije agradablemente incluso un poco divertido, me levante del lugar donde estaba y fui hacia ella, me gire un momento y hice unas palmas con mis manos para que Golfo viniera tras mío, él como buen perro vino detrás y siguió mis pasos en todo momento, me quede completamente quieto justo delante de la chica, esperando a que me dijera lo que le ocurría.

El chico estaba completamente en su mundo.Yo le hablaba y el ni me contestó.Me pareció gracioso,igualmente esperé que cayera nuevamente en este mundo.Cuando lo hizo y comrpobó que a quien me drigia era a él ,me contestó bastante simpatico.Le sonrei mientras miraba como se acercaba a mí seguido de cerca de su perro.Cuando se encontró justo frente a mi me eché un paso para atrás y levanté la vista hacia él pues hace unos segundos mis ojos estaban pendientes del perro,amaba los animales,que pena que dejara a mi hermosa gatita con mis padres,solo esperaba que ellos la trataran tambien como yó.-Primero Hola-alargué mi mano para estrechar la suya- tan maleducada,que ni te saludé, ni me presenté-dije con una dulce sonrisa dejando evr mis blancos dientes-Soy Narcissa Leblanc...

La escuche con atención, mientras sin ni siquiera pensarlo di una risa por lo bajo a causa de sus palabras, si… la verdad es que por mi parte tampoco fue muy educado, ni me presente, así que supongo que éramos los dos culpables – Tranquila… creo que yo también podría a ver estado un poco más atento cuando me hablan-le dije quizá un poco excusándome de mi error -Encantado, yo soy Ian Pierce… -le susurre, estreche mi mano con la suya al igual que ella hizo, una piel lisa, sin dudarlo.

Retire mi mano y la metí en uno de mis bolsillos del pantalón, dirigí mi mirada un momento hacia Golfo para ver como estaba, el siempre tan inquieto y olfateando cada rincón, allí se encontraba el… olfateando uno de los rincones de las puertas del vagón, ese era Golfo, no se le podría confundir con ningún otro perro de su misma raza, tenía características algo especiales, me di cuenta de que ya llevaba un rato mirando a Golfo y volví de nuevo la mirada hacia Narcissa – Espero que lleves el viaje algo ‘’estable’’ – le murmure en voz bastante baja y con cierta amabilidad.

Di un suspiro, entre tanta maleta... de seguro seria todo un reto encontrar la maleta de Narcissa, pero supongo que tendría que describirme ella paso por paso como era su maleta; color, tamaño e incluso marca? no tenía ni idea, pero estaba dispuesto a al menos intentar a buscarla, no me gustaría estar precisamente en el lugar de Narcissa... estaría bastante aburrido y con la maleta perdida entre un montón de ellas.

Algo me hizo sonreír con más ganas a las anteriores veces, aquello que dijo ‘’ni lo llevo bien ni mal, más bien solo lo llevo’’ , si... mientras lo llevara. – Bueno... supongo que lo normal sería preguntar de qué color es la maleta... –le dije algo pensativo pero razonablemente, no iba a buscar una maleta sin ni siquiera saber de qué maleta se trataba – Al menos... llevara tu nombre la maleta o algo para reconocerla, no?- le pregunte en un tono bastante agradable. Moví los dedos de la mano izquierda que tenía en el bolsillo y encontré algún objeto, esta completamente seguro seria uno de mis cigarrillos... lo cogí, lo mire mientras lo volteaba y lo volví a dejar en el bolsillo, a caso se podría fumar aquí dentro? seguramente que no, lo mejor sería tener el cigarrillo una buena temporada allí en el bolsillo. – Mejor que has dejado el libro allí dentro, a no ser que lo quisieras perder-le dije entre risa y risa.

Alargue la mano mientras la extendía por toda la sala señalando toda y cada una de las maletas que había, que la verdad no eran pocas maletas para ser exactos, esto no sería de un segundo a otro estaba casi seguro que lo menos 15 minutos tardaríamos en encontrar la maleta.

Sonreí para mi mismo a mis adentros y pensé ‘’ una chica lista y bastante curiosa… en vez de poner su nombre pone su foto’’, había escuchado que otras personas hacían eso pero no eran muchas las que lo hacían, la mía solo tenía un nombre, mi número de teléfono móvil y el correo electrónico personal, colgando de la cremallera, estaba seguro de que la mía no se perdería justo la compre de un color llamativo por eso mismo, era naranja fuerte, no quería acabar en alguna comisaria como el anterior año preguntando por una maleta y diciendo todas las características de ella. – Allí al fondo hay unas cuantas de ese color, quizá… -le dije dudando bastante –También puede ser esa, o esa… o también esa, la verdad no se- le dije bastante emocionado pero negando con la cabeza, no tenía ni idea… Me adentre a ese ‘’mar de maletas’’ mirando una por una donde estaban las maletas de su color parecía a ver algunas que colgaban algo de una cremallera.

Empecé saltando por algunas de las maletas poco a poco, eso estaba lleno de maletas… había tenido muchísima suerte al dejar la mía en un buen lugar.

Mire una de las maletas, si... tenía que ser esa maleta, era tal y como la había descrito ella, mire aquella maleta desde todos los ángulos posibles, aparte una de las maletas que tenia justo al lado de la posible maleta de Narcissa y la puse a un lado derecho, me acerqué mas a la maleta y la mire por alrededor lo más cerca que me era posible ya que unas cuantas maletas me impedían el paso, salte justo por una de color negro y ya cuando estaba en la que seguro que era la de Narcissa, me di cuenta como colgaba una especie de llavero, lo cogí con unos de mis dedos y la observe, sonreí la había encontrado... en la foto salía ella con un vestido blanco y con el cabello rubio caído en cascada y un poco alborotado – Supongo que no tendrás otra gemela y que este justo en este vagón... –le dije bromeando, mientras le señalaba su foto – Seguro que esta es tu maleta y no la de tu gemela... –le dije gritando a causa de la distancia, por un momento me entraron ganas de enseñarle la lengua de forma divertida y burlona pero agradable, pero me reserve y no lo hice.

Fui apartando varias de las maletas que entorpecían a mi paso, mientras arrastraba de un modo un poco brusco la de Narcissa, me quede justo a unos pasos de ella, solté la maleta y silbe al chucho, dándole una de las chucherías para perros. –Espero que ahora logres encontrar entre tanta cosa de la maleta tu libro, si no… me dices el color y encuentro el libro- le murmure un poco divertido.

Pues parecía que esto ya estaba, ya le di la maleta, ella había dado las gracias, todo en orden… ahora solo faltaba que yo fuera a dormir un rato, no paraba de pensar todo el rato en lo mismo ‘’tengo un terrible cansancio, esto va acabar conmigo’’ segundo tras segundo el mismo pensamiento, estire mis dos manos e hice un crujido de hueso.

-Bien, Narcissa espero que disfrutes del libro y no se te haga el viaje demasiado largo-le dije asintiendo – De nada…- al igual que ella hizo, le devolví el guiño de ojo y hice un sonido al suelo con el pie derecho para que Golfo me siguiera, de nuevo iba al sitio donde todo había empezado, me senté en el suelo con Golfo al lado, justo bajo mi brazo acurrucado. Cerré los ojos deseando poder descansar un poco…



FIN