Esto no es Toronto...

por **Nelly Evans** Jue Jun 10, 2010 5:23 pm

Aquella conversación de esa tarde con aquel misterioso hombre del sombrero le había dejado huella, sobre todo aquella última parte en la que le contó la leyenda que corría sobre aquel vagón. No es que tuviese miedo pero nunca había oído hablar de ese cuento y, además, un vagón nunca suele tener una historia tan rara. Eso acentuaba su preocupación, seguramente se había equivocado de tren y tendría que pagar otro billete con el poco dinero que le quedaba. Suspira largamente, sentandose en un largo sillón rojo de aquel famoso vagón 7. Su hurón blanco viene a su encuentro, poniendose sobre sus piernas y durmiendose al instante. Sonríe interiormente mientras miraba y acariciaba a su hurón, era su único verdadero amigo: fiel y en el que podía confiar de verdad. El sueño la invade poco a poco, durmiendose poco después.
Un ruido brusco y fuerte la despierta: el tren había parado. Da un suave empujón a Lady, su hurón, para despertarla. Coge su maleta y sale corriendo del tren, deseando no haberse equivocado de tren. Pero cuando baja del tren, se da cuenta de que aquello no era Toronto. << Bravo Nelly, eres una torpe.>>, se dice la chica mentalmente, dejando con frustración la maleta en el suelo gris de la estación. Observa el lugar con atención, era un tanto peculiar. Había un caminito de bombillas, todo estaba completamente iluminado. Se encoge de hombros, tenía que buscar una agencia para cambiar el billete.

-Vamos Lady, tenemos que ir a cambiar el billete, creo que me he equivocado de tren... -dice algo perdida, cogiendo la maleta con despreocupacion mientras que Lady se sube al hombro de la chica.-

Se pone a caminar con pasos lentos pero elegantes, fijandose en todo lo que encontraba con curiosidad e interés. Su mirada azulada se fijaba en todo, con cierto brillo en ellos, ese lugar tenia cierto encanto que la ecandilaba.Pasaron unos minutos hasta que vió un gran roble y, allí esperando, el mismo hombre del sombrero con el que había hablado horas antes. Se acerca a ella con su sonrisa misteriosa, tendiendole una bombilla. Nelly la coge, sin comprender nada de lo que ocurría. Iba a preguntarle algo al hombre cuando descubre que éste ya no está, había desaparecido. Observa la bombilla con atención, comprendiendo sólo una cosa: su nueva vida iba a empezar.

por **El señor del sombrero** Jue Jun 10, 2010 8:43 pm

La niebla vuelve en la villa y el caballero con el sombrero camina por las calles...

Las bombillas alumbran los árboles de forma tintineante.

El hombre no responder a la pregunta de la mujer y solo sonrie de forma siniestra, le ofrece aquella bombilla que parpadeaba en su mano. Es una bombilla de color verde y de ella sale un aullido de un lobo blanco.

La niebla lo cubre todo y el señor del sombrero desaparece cuando el reloj de la estación marca las doce en punto.

Esto no es Toronto...

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