¿Casper eres tu? (Anne)

por **Merrik Froid** Vie Jun 04, 2010 2:35 am

Y así era como concluía mi completa y aislada soledad lejos de mi madre, mi casa, mi trabajo, mi vida, mi todo… ¡una completa mierda! Por lo que me venía pasando los últimos días, me levante como siempre para irme al bosque.
Tenía pensado recorrer la parte que no había visto todavía, las minas y la zona noroeste, por aquel lugar no había pasado y eso que vivía en formato oso en el bosque, para luego volver con Mc Mullen. Tenía esperanzas ese día de poder encontrar a algún cambiante mas, ya que solo había visto a Kira y sentí el aroma de otro en el hotel, pero no lo había encontrado, debía de ser demasiado escurridizo…
Probablemente un ratón…
Me reí como un tonto mientras avanzaba tranquilo por entre los árboles y sentía como que me miraban y me perseguían, odiaba esa extraña sensación de persecución, ya que era algo incomodo y prácticamente no te dejaba respirar, era algo así como tener dos ojos constantes en la nuca.
A pesar de tener esa extraña sensación siguiéndome, calculo que debía de ser algún fantasma, o algunos…ya que siempre me seguían a mi o a Mc Mullen, nos veían como un suculento plato de pasta a la salsa blanca con camarones.

-Bueno ya está bien de andar chupándome lo que me queda de alegría eh… ¿Por qué mierda no se marchan y se van a molestar a algún otro?-

Veo una rubia cabellera, escucho una risita y bufo algo molesto, me molestaba mucho los fantasmas materializados, especialmente los burlones y tontos como ese. Escudriño a través del follaje e intento localizar al Gasparin alegre que se ríe y burla, pero no lo encuentro, me quito la remera y la tiro sobre el pasto para usarla de almohada mientras buscaba a ese tonto fantasma.

por **Anne Iris Heaven** Vie Jun 04, 2010 3:18 am

Algo si le había heredado a mi padre: un deseo por meterme en cuanto bosque se me cruzara por delante, amaba la naturaleza, aunque sin llegar al extremo de amarrarme a un árbol para evitar que lo talen...eso era pasión.

Sonreí para mis adentros. Me encontraba más feliz que antes, la villa parecía ser el lugar al que pertenecía después de todo, como si a falta de un hogar me hubieran dado otro y sin siquiera pedirlo o buscarlo.

Y sabía que todo era por el Roble.

Yo era diferente a aquellas personas que lo único que querían hacer era irse...yo solo quería quedarme.

No había explorado más allá de la villa y sus casas y edificios, y aunque era bastante pacifica un poco de aire fresco, naturaleza y silencio sería reconfortante.

Seguí el camino del río hasta que se alejó de la villa, y se adentró un poco en el bosque. Estuve un rato jugando y simplemente siendo la loca abraza-arboles hasta que vi que alguien más entraba en el bosque. Alguien que se me hacía familiar.

Sonreí, oculta tras un árbol cuando lo reconocí. Sabía que también había llegado a la villa, pero no había tenido oportunidad de verlo. Tal vez Jhon no le habría dado mis saludos.

Lo seguí sigilosamente sin ninguna mala intención, aunque de vez en cuando la risa tonta me delataba. Supe que se había dado cuenta cuando comenzó a escudriñar los alrededores, pero quería darle una sorpresa.

Cuando le dio la espalda al lugar en el que me había escondido, tomé un gran impulso, de forma silenciosa para que no se diera cuenta y salté, aunque no esperaba saltar tanto y tan lejos, que logré caer sobre él y lanzarlo al suelo riendo.

-Gabrieeeeel!!!!-lo saludé..de una forma muy poco convencional, pero bastante efusiva y alegre. Seguro que me recordaba como la chica emo del tren...

por **Merrik Froid** Sáb Jun 05, 2010 7:51 pm

Era de esas cosas que pasan una sola vez en tu vida y ese momento dura tan solo menos de un nanosegundo cuando te sobresaltas e intentas en ese nanosegundo pensar reaccionar violenta o defensivamente…ese era el momento.
Por lo general yo no me espero que alguien se me tire encima de aquella manera, por lo general, no espero que una melena rubia me haga el salto del tigre de entre medio de los arboles, por lo general…no suelo gruñirle a las personas que quiero.

Pero en el siguiente nanosegundo que deje de gruñir e intentar no morder a aquella cosa rubia y pequeña que se me tira encima y me clava ambos codos en mis costillas y logro pensar, caigo en la cuenta de quién era, su olor, su tacto y encima ese ligero brillo mierdoso que también tenía Mc Mullen, al fin y al cabo, ya pude ver quien realmente era.
Anael estaba tirada encima mío, y ruedo los ojos cuando logre calmarme y respirar varias veces profundamente, a veces me molestaba que me sorprendiesen así, más que nada estos días, que parecía que sacaba a pasear al oso en cualquier momento, como aquel, que había tenido mi instinto animal de peligro a flor de piel con la tranquilidad humana, ambas peleando e intentando no hacer algo malo.

-Hola Anne, ¿como estas?-

Dejar de gruñir era lo primero que tenía que hacer, me costaba si, pero suponía que era de lo más normal en aquel estado mío últimamente, con toda la adrenalina pasando a velocidades extremas por mis venas y el sabor de los besos de Eve, me era algo dificultoso.
Pero al menos veía a la chica emo otra vez, me ponía feliz el verla ya que en la villa me había parecido ver a una rubia enana como ella, aunque no había estado lo suficientemente seguro como para comprobarlo, y no me abría acercado a ella aunque quisiera hacerlo, había estado muy ocupado intentando enamorar a Eve y mi cerebro daba vueltas de carnero ahora que conocía el por qué de no podíamos estar juntos.
Como sea…ahora tenía que calmarme…

por **Anne Iris Heaven** Jue Jun 10, 2010 9:27 pm

Ya que estábamos en el suelo, me acomodé apoyando mis codos en su pecho y mi cabeza entre mis manos mientras lo veía gruñir, por mi parte bastante divertida.

-Uuuy que miedo - me reí un poco de él antes que pudiera dejar de gruñir y hablara como un humano. Suponía que a alguien normal le daría miedo el acto animalesco que me había echado, pero sabía que Gabriel no me haría daño, aunque lo conociera poco.

-Muy bien...eres tan cómodo como recuerdo - le contesto sonriente desde donde estoy.

Aún estoy algo sorprendida por el "pequeño2 salto que había dado. Aunque se me daba bastante bien eso de aceptar todas las rarezas de este lugar...

-¿Desde cuando le gruñes a las niñas que te saludan de una forma tan creativa?-le pregunto aún riendo un poco.

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