Esperando y buscando respuestas (Libre)

Existía un árbol, un enorme y peculiar árbol que destacaba fácilmente en toda la ciudad... o pueblo, o cualquier cosa que fuera ese sitio. ¿Por qué tenían algo tan feo como paisaje? Era un enigma cuya importancia no representaba gran cosa para el irlandés, sin embargo, matar el tiempo podía resultar fundamental mientras aguardaba a que las ideas fluyeran nuevamente a través de su cabeza.

Se calzó los zapatos de charol, uno de sus atuendos azules, enfundó la 9mm detrás de sí y emprendió el viaje caminando hasta el centro de su atención momentánea, abriéndose paso entre las molestas luces cuya presencia paraceía conferirle un aspecto de carnaval a toda la villa... enfermádole demasiado... A menos claro que carnaval fuera sinónimo de mujeres, alcohol y autos...

El camino daba la impresión de ser interminable, más aún porque aquella cosa no dejaba de crecer a medida que continuaba avanzando en su dirección. Desde luego, al final alcanzó su objetivo, vislumbrando el gran tronco del árbol. Para su sorpresa, no era el único en las inmediaciones... ¿sorpresa? Ya se iba acostumbrando a esa clase de casualidades.

-¿Qué cosa tan grande y estorbosa, no es cierto?- preguntó en voz alta, usando su todavía fuerte acento irlandés, mientras sentía un escalofrío recorrerle.

Parpadeó un par de ocasiones mientras ponía atención a la joven con quien se encontrase. El brillo celeste de sus ojos le llamó la atención un momento para después plantearse una interrogante carente de importance; ¿cómo se veían sus ojos, ahora de un color más bien violeta? Tal vez sólo parecería un sujeto con una peculiar mutación en su rostro, quizás sería una marca ocasionada por el foco cobalto que le entregaran a su llegada.

-¿Un símbolo?- repitió parcialmente incrédulo de que semejante cosa pudiera estar en tan alto sitio. Pero después las voces le gritaron, le reprendieron e incluso le intimidaron con un tono más grave y tétrico. ¿Por qué? ¿Por qué era tan relevante semejante árbol?- ¿Un símbolo de qué?- agregó con un ligero matiz de curiosidad asomándose en su voz mientras echaba un breve vistazo a aquella cosa viviente que parecía tener un aura de misterios rondándole y que, al mismo tiempo, le ocasionaba un escalofrío terrible sólo con verlo.

El árbol....es malo... debes destruirlo.... aniquilarlo por... el bien... de todos...

Sacudió un poco la cabeza ante la insistencia de las voces, las mismas que parecían gritarle al tiempo que golpear en lo profundo de su mente, como si aquellas palabras debieran ser cumplidas a la brevedad. Carraspeó un poco, fingiendo demencia temporal, para evitar que descubrieran la locura de la cual había caído presa al llegar a aquella población tan extraña. Lanzó una mirada al árbol pero pronto tuvo que volver a observar a la chica, presa de una extraña fuerza que parecía inmovilizarlo.

-Seguramente este pino de navidad esta maldito. En Irlanda tenemos demasiadas leyendas sobre árboles como estos- agregó viendo de reojo y con cierto repudio la obra de la naturaleza. Era demasiado grande, demasiado sombrío y, a la vez, llamativo...