Miss Anne-Lisse Shepard

Datos Personales:

-Nombre y apellidos del personaje: Anne-Lise Shepard Miller.

-Sobrenombre: Ninguno.

-Raza: Caucasica

-Edad: 19.

-Actividad: No trabajaba ni realizaba actividad alguna.

-Nacionalidad: Inglesa

-Orientación sexual: Heterosexual,

-Estado civil: Soltera

Descripción física y psicológica:

-Descripción física: Delgada y frágil, principalmente. Ojo, con "frágil" no me estoy refiriendo a una muchacha delgada pero esbelta y de curvas cinceladas... No, me refiero a eso mismo: frágil. Y es que, si apenas alcanza el 1,60, su peso es menor del normal, dando la impresión de que va a romperse en mil pedazos al menor contacto. Aun cuando tiene una figura femenina, las curvas que hay en esta destacan por una sola cosa: su escasez, ya que sus formas no son ni muy definidas ni prominentes, y tampoco es que su vestuario ayude a que se realcen, más bien logra lo contrario.

Tiene una tez muy pálida y cubierta por pecas, especialmente los hombros y espaldas. Llama mucho la atención su rostro, puesto que conserva aún la redondez infantil, y está enmarcado por un cabello rojizo, largo y ondulado. Salpicado también por pecas, especialmente en nariz y pómulos, es un semblante de frente marcada, nariz pequeña, labios muy finos y ojos quizá algo más grandes de lo proporcional, de un color azul muy claro.

En muchas ocasiones le han echado menos edad de la que tiene, y es que da la impresión de que su crecimiento se ha quedado algo estancado.

Spoiler:

-Descripción psicológica: Antes de describir su caracter, diré que la enfermedad que sufre y el desarrollo de su vida (ver historia), han influido bastante en su personalidad.

Impredecible y espontánea. Dos palabras que la resumen a la perfección. Sumemosle un par de kilos de brutal sinceridad y una pizca de ingenuidad desmesurada, y tenemos un cocktail explosivo y, sin embargo, prácticamente inofensivo. Anne-Lise es una personalidad caracterizada por las peculiaridades más sorprendentes que nadie pueda esperar. Suele decir siempre lo que se le pasa por la cabeza y, al momento, con una de sus finas manos llevada a la boca, lamentarlo con horror, debido a que muchas veces dice lo que piensa sin pararse a pensarlo, valga la redundancia.

Es incapaz de sentir rencor u odio salvo en casos extremos, puesto que tiene un empeño exagerado en afirma y reafirmar que absolutamente todo ser humano, tiene algo bueno, una mínima bondad, oculta en su interior... Y lo peor de todo es que se empeña en sacarlo fuera como sea, con tenazas si es necesario, puesto que su cabezonería a veces no tiene límites, aunque para eso primero tiene que atreverse a conocer y dejarse conocer, claro. No es de extrañar con esto que tienda a analizarlo todo, siendo una muchacha de gran empatía y afán de psicológa, buscando siempre despedazar todas las piezas que conformen algo.

Eso sí, aunque sea afable, no se le da bien socializar y es bastante tímida rayando lo introvertido, especialmente con el sexo opuesto, dada su nula inexperiencia en este, que la hace incapaz de evitar que un rubor cubra sus mejillas en situaciones comprometidas que suelen divertir a otros a su costa. De hecho, en su inocencia, conceptos como el sarcasmo, la ironía, o las indirectas se le escapan y es incapaz de emplearlos, como no sucede con las fórmulas de cortesía que maneja a la perfección.

Firme defensora de las causas perdidas, amante de los juegos que no están hechos para ella, y soñadora que desea ir a pelear al frente de los casos irremediables, hay quien dice, sin embargo, que en sus grandes ojos brilla constantemente la nostalgia. Sin embargo, cuando le preguntan siempre dice que se le pasará, que siempre se pasa, pero lo cierto es que… Sigue sin pasar.

Historia y familia:

-Historia:
Cambridge, Inglaterra. En el seno de una familia bien posicionada pero numerosa, Anne-Lise llega al mundo. No fue la hija a la que más atención prestaban, puesto que sus hermanos ya tenían edad para aprender todo sobre la empresa de familia, su hermana mayor estaba en edad de buscar un prometido, y a los dos años de nacer llegó otra pequeña a la familia. Su infancia se convierte por tanto en un episodio que pasa en un principio sin pena ni gloria alguna, con un padre obsesionado con sus negocios y una madre adicta a la vida de alta sociedad.

La niña fue educada en los modales más exquisitos, aunque había algo que comenzaba a sacar de quicio a su maestra, y era el carácter curioso e imaginativo que mostraba, así como el desinterés hacia todo lo que le enseñaban. Le encantaba enfrascarse en la lectura de libros de fantasía y, mientras su hermana pequeña jugaba a ser princesa, Anne-Lise prefería el papel de cazadora de dragones, aventurera, o guerrera amazona. Pese a todo, se concebía para ella el futuro de sus dos hermanas: estudios acordes a su estatus y un buen matrimonio.

Hasta que, poco antes de alcanzar la pubertad, descubireron en la pequeña Anne-Lise algo que nublaría ese futuro: una enfermedad terminal e incurable, sumada a un trastorno del crecimiento que conforme pasaban los años comenzó a ser más acusado. A partir de ese momento, parte del grueso económico de la familia se destinó a financiar investigaciones en busca de algún tratamiento, en vano, costeando los mejores especialistas en todo momento. Anne-Lise, por primera vez, recibió la atención de su familia, toda la que durante once años no había recibido, pero de forma quizá demasiado exagerada. La sobreprotegieron, haciendo que el único mundo exterior que comenzó a ver fue el de los hospitales, y las vistas que a través del balcón de su habitación se podían apreciar. El resto del tiempo, no salía de su mansión.

Recibía clases particulares, se examinaba en su propia casa, y pasaba el tiempo sumergida en sus lecturas o haciendo sonar el violín que desde niña había aprendido a tocar. Sin embargo, cumplidos los catorce años, comenzó a pedir por favor poder estudiar en un colegio, como sus hermanos, y su deseo le fue concedido, acudiendo a un colegio de élite. No obstante, no estaba preparada para ese mundo, donde las señoritas se convertían en fulanas cuando doblaban la esquina de su casa y se subían el bajo de la falda, y los chicos jugaban a ser hombres usando el alcohol como medidor. No se relacionó mucho, y el avance de su enfermedad le dificultaba poder asistir con asiduidad, pero el refuerzo de profesores particulares, su inteligencia y su empeño, ayudaron a que pudiera terminar sus estudios pese a que las cosas empezaron a ir mal...

...Con sus dos hermanos trabajando ya en la empresa, su hermana mayor casada y viviendo en el extranjero, y la pequeña entrada en la adolescencia, nadie se esperaba que más tragedias aparte de la enfermedad de Anne-Lise sacudieran a la familia Shepard. Pero no fue así, las infidelidades del cabeza de familia salieron a la luz, y conllevaron el suicido de su esposa, que prefirió la muerte a soportar ser la comidilla de su círculo. Meses después, el menor de los hijos varones, fue descubierto consumiendo drogas y confesó su posterior adicción, que hizo que lo enviasen a un centro de desintoxicación donde aún permanece interno. Un año más tarde fue el padre quien, retirado del negocio y dejándoselo al hijo mayor, se dio a la bebida... Murió de un coma etílico, cuando Anne-Lise tenía tan solo 18 años, y su enfermedad ya había empezado a ser acusada y a imposibilitarle cada vez más cosas que antes hacía con suma facilidad... Que moriría joven, ya era un hecho.

Toda esta situación tan negra vio, a finales de aquel fatídico año, una luz al otro lado del túnel, cuando fueron informados de un tratamiento experimental, caro, y novedoso en el extranjero, que su hermano se decidió a financiar. Anne-Lise se adentró entonces en un viaje hacia su única esperanza... Y para ello, cogió un tren.

-Familia:
-Frederick Shepard, padre, fallecido.
-Isabel Miller, madre, fallecida.
-Edward Shepard, hermano, a cargo de la empresa familiar.
-Rose-Marie Shepard, hermana, ama de casa felizmente casada.
-Arthur Shepard, hermano, actualmente en desintoxicación.
-Lillyan Shepard, hermana, estudiante de secundaria en un prestigioso colegio británico.


Otros Datos:

-Nivel de adquisitivo: Alto, aunque a ella nunca le importó demasiado.

-Pertenencias: Llevaba consigo dos maletas. Una de ellas, la grande, llena de ropa, el neceser con productos para el aseo, y un estuche entero de medicamentos. La otra, mas pequeña, abarrotada de libros de todo tipo, partituras, y un viejo oso de peluche. Con ella en la mano, su violín y, dentro de la funda de este, su cuaderno.

-Enfermedades: Degeneración Espinocerebral (Ataxia de Friedreich) y cierta deficiencia en el crecimiento. Cabe decir que la primera, incurable, fue empeorando con los años y que lo probable es que fuese a fallecer muy joven.

-Antecedentes: Ninguno.

-Manías o Trastornos: Morderse el labio inferior, enredar las manos en la manga de su ropa, mirar de cerca y a los ojos a casi todo el mundo, encogerse de hombros; golpearse con los dedos mentón y labios al pensar... Además, lleva siempre consigo un cuaderno cuyo contenido jamás muestra a nadie

-Fobias: Fobias en sí ninguna, pero tiene pánico a concebir la existencia de la maldad sin causa, remedio o justificación.

-Gustos: Tocar el violín El teatro, las novelas de amor y la poesía del romanticismo. Reír hasta llorar y llorar hasta reír. Danzar descalza bajo la lluvia, los amaneceres. Los dulces, el azúcar y las fresas, juntas mejor.


-Extra:

Religión: Supuestamente es católica, pero ella no tiene realmente fe y solo la practicaba por imposición familiar. Cree en un ser superior sí, y en el destino, pero no de la forma planteada por la biblia.

Habilidades: Tocar el violín. Escribir. Saber escuchar como pocos pueden.

Deportes: En su día practicaba hípica, pero conforme la enfermedad avanzó tuvo que dejarlo.

Mascotas: Tenía un caballo llamado Tormenta y un San Bernardo llamado George, aunque no le dejaron llevarse consigo a ninguno.

Idiomas: Inglés, como lengua materna, y Francés e Italiano aprendidos desde niña para darle una exquisita educación, y Alemán durante su formación en el colegio.

Estudios: Ha terminado los estudios básicos y el bachillerato.