Simplemente caminando [El Vagonero]

Había salido nuevamente de mi asiento, necesitaba caminar unos minutos. Llegué hasta el pasillo y empecé a caminar a lo largo de este, y a decir verdad era bastante largo, y habían muchas más cosas en él de lo que me habría esperado de un simple "pasillo".

Miré mi celular para ver la hora y noté que este permanecía apagado, suspiré profundamente y volví a guardarlo. Empecé a pensar en varias cosas a la vez tanto que se podría decir que me ahogué en mis propios pensamientos y sin darme cuenta choqué con alguien y caía al piso.

Algo aturdida me levanté y miré hacia arriba para pedir disculpas.

-Disculpe señor mi torpeza.

Dije apenada, mientras bajaba la mirada.

Me quedé mirando al señor que tenía en frente, me hizo varias preguntas a lo que solo pude sonreírle, negué levemente y le miré a los ojos.

-Pues no muchas gracias señor, tan solo había salido unos momentos, muchas gracias por la preocupación.

Volví a sonreírle, y me quedé mirando los tickets que poseía en su mano, metí la mano en el bolsillo buscando el mío y tan solo lo rocé para rectificar que seguía ahí. Le miré nuevamente y con un tono amable y esperando no sonar descortez le hablé.

-Disculpe la imprudencia, pero ¿Qué labor tiene usted en el tren?

Me observó un momento y yo me quedé viendo sus ojos color avellana, a pesar de su apariencia tosca al principio, algo había en el que llamaba mi atención. Volví a sonreírle cuando me hablo, en realidad las sonrisas eran algo que me caracterizaban desde siempre, no podía dejar de sonreír, ni siquiera cuando no me encontraba bien, siempre regalaba una sonrisa, con eso me podía sentir completa.

-Disculpe mi descortezía, mi nombre es Camille, un gusto.

Dije mientras extendía mi mano en dirección al caballero. Escuché que él era el maquinista y como si me hubieran revelado el más grandioso secreto del mundo, mis ojos brillaron.

-¿Maquinista? ¿Y es una interesante labor? ¿Podría contarme más de esto?

Le pregunté aún con mi tono cortez, ya que no quería incomodar al maquinista, si no me respondía le iba a entender.

-Si usted no lo desea, no responda.

Le comenté aún sonriente.

Tomó mi mano y sentí una cosquilla cuando la besó, me quedé pensando lo que había dicho con respecto a su nombre..."Vagonero" a pesar de darme la confianza para decirle así , él seguía siendo mayor, y debía ser respetado como tal.

-¿Estará bien Señor Vagonero? Es decir, el respeto es lo primero.

Me reí suavemente cuando dijo que era preguntona, ¿Y cómo no serlo? Si era la primera vez que hablaba con un maquinista. Escuché atentamente lo que decía y mi sonrisa se hacía cada vez más dulce. Pusé uno de mis dedos en mi labio inferior.

-Vaya realmente sonó ta interesante como pensé... Espero que no sea una de aquellas personas a las que deba patear.

Comenté con cierta diversión. Pestañé varias veces cuando volvío a hablar ¿Venir sola? A decir verdad así era, asi que sin dudar solo respondí.

-Pues sí, he venido sola el día de hoy, casi siempre viajó con una amiga, pero estaba enferma... ¿Por qué señor?

Pregunté sin perder la cortesía en mis palabras.