El comienzo de algo nuevo...[Libre]

por **Berenice Moritz** Vie Mayo 28, 2010 10:38 pm

Había caminado bastante tratando de encontrar la dirección que en mi pasaje se encontraba, caminé largas calles, frías y solas, mirando solo al frente, tratando de evitar las miradas de extraños que a mi lado pasaban como fantasmas... O quizás no, yo era un fantasma, podría ser. Porque mi alma, antes brillaba, brillaba con la intensidad de la vida plena, ahora es solo un humo en mi interior, humo que se esparse por mi cuerpo y llega a mis ojos para borrar la visión, guiandome así, solo por inercia, nada más que inercia, puesto que ya lo había perdido todo, bueno no, casi todo, aún estaba viva, aún quizás podría estudiar si me esforzaba en seguir trabajando para pagar la universidad, solo yo deseaba que fuese así, lo demás lo haía dejado a la deriva, pues yo solo vivía, si! vivía cual animal salvaje en un bosque lleno de depredadores en donde podría perder su vida. En mi caso, es vida gris, llena de humo, humo que podría querer salir en cualquier momento y ser libre en algún espacio, de alguna dimensión quizás por el momento aún desconocida, pero, cómo llegar a ella?...

Suspiré hondamente al llegar a la dirección indicada no había mucha gente, y eso me tranquilizó de alguna manera, miré a mi alrededor y guardé el ticket en mi mochila, encontré un letrero que decía algo de "Terraza" y caminé en la dirección que esté me indicaba, llegando así a un lugar parecido al anterior, cuando entré a la estación, sin mucha gente y tranquilo. Pero el lugar físico era distinto, obvio, con algunas plantas algo marrones y varias sillas que acompañaban algunas mesas pequeñas, busqué alguna en donde llegara suficiente viento, viento para volar, volar para encontrar, encontrar para preguntar y finalmente preguntar para responder, así era como yo era, mi ser, mi existencia solo volaba...

Me senté en una silla al lugar derecho de la mesa en donde podía sentir el roce del frío sobre mi rostro, y allí me quedé esperando, solo esperando a que anunciaran la salida del tren hacia mi destino desconocido, por todos, y por mi.

por **El señor del sombrero** Vie Mayo 28, 2010 10:59 pm

Se escuchan sus pasos con aquellos zapatos de gamuza. Se ajusta el sombrero y se detiene frente a la mujer que está sentada en una banca. Aun no llega el tren, pero pronto aparecerá por las vías. Es como un fantasma con ese andar sigiloso y con un porte inquietante. Ataviado con aquellas finas ropas de traje en tres piezas, apoyándose en la empuñadura de un bastón de ébano que tiene una cabeza plateada de un león y la base es una garra. Su andar le llevaron hacia la mujer y se queda mirándola con suspicacia con una sonrisa encantadora.
-Bonjour mademoiselle, pourquoi es très seule… -Su mirada curiosa del señor del sombrero se queda fijamente en la mujer que está sentada en la banca, observa cómo sus cabellos se mueven con el viento- ¿Vous parlez francais ou une autre langue?

por **Berenice Moritz** Vie Mayo 28, 2010 11:30 pm

Aún esperaba con la mirada perdida en algún punto de la terraza, con mis pensamientos desordenados en algo parecido a notas que aparecía y desaparecían mientras evitaba pensar hacia dónde iría este tren que estaba pronto a tomar, el aire ahora se me hacía diferente, algo más espeso, pero más limpio, algo más liviano, y en poca cantidad, entonces me dí cuenta que comenzaba a sentir ansiedad por lo que me esperaba luego de cruzar la puerta para entrar al vagón de este extraño tren, de extraño ticket, que había encontrado en un asiento solitario, jamás creí en la suerte o en las coincidencias, solo en el destino, y creí que en él esto ya estaba escrito, también tenía una teoría bastante extraña y quiz´´as algo enrredada que por el momento me deicaría a ordenar para pasar el rato.

El destino está escrito, si... Pero hay un punto en donde la tinta del lápiz de la vida se cortaba, entonces nosotros como ser y ente tendría que escribirla, pero no escribirla sólo por escriir, sino que escribirla on inteligencia y conveniencia, si, conveniencia, porquel el ser humano...

Mis pensamientos que vieron cortados por una presencia extraña, un hombre bien parecido, con finas vestiduras y hermoso bastón, por unos segundo quedé algo sorprendida por la elleza de aquel objeto de apoyo o sólo adorno. Al momento de desviar la mirada para cruzarla con la de él, su presencia se me hizo inquietante, tenía un aire bastante misterioso y por decirlo de alguna forma, místico... Traté de evadir su mirada, pero no pude pues, antes que pudiera pensar en dónde mirar él comenzó a hablar, reconocí su acento Francés, por lo que no entendía casi nada, puesto que conocía solo algunas palabras que salían de vez en cuando en algua película norteamericana, su sonrisa era casi deslumbrante, pero aún así respondí sin emitir alguna, por miedo a desentonar quizás... No lo sé.

Entschuldigen Sie mich?, Oh tut mir leid, ich weiß nicht französisch sprechen...

Le dije con un tono suave y casi nervioso... Si de algo me desagradaba de ser humana, era que aunque uno quisiera las emociones aveces eran vencedoras, por lo tanto bastante irracionales, me mantuve en mi asiento, esperando una respuesta de aquel tan misterioso y agradable hombre, de curiosa mirada.

Spoiler:

por **El señor del sombrero** Sáb Mayo 29, 2010 12:46 am

El señor del sombrero asiente, entiende que la mujer no habla su mismo idioma. En ese momento llega el tren de media noche, justo para abordar el vagón 7. Los destinos son inciertos, aunque la mirada de la mujer le hace pensar al hombre del sombrero, este responde con la lengua que habla la mujer, y le mira con esos ojos avellana de forma inquietante, la curiosidad que despide es suspicaz.
-No se preocupe señorita… ¿Puedo ayudarle?

Las emociones de la mujer fluyen, algo que le gusta, le gusta demasiado y le alarga la mano para ayudarla a levantarse. Siempre de forma educada. El no lleva maletas, solo trae su bastón y su porte perfecto. Busca una de las maletas de la mujer para ayudarle con esta.
-Me llamo Pan Wickham, si me lo permite le puedo acompañar abordar.

por **Berenice Moritz** Sáb Mayo 29, 2010 1:16 am

Por un breve momento tube miedo, si miedo, porque el miedo es caraterístico de algún peligro?, no, realmente no era así, esta vez por como se mostraba aquel sujeto no había ningún peligro, o quizás estaba siendo demasiado confianda, este hombre tenía algo inquietante y llamativo... Comencé a decirme a mi misma que no debía dejarme llevar por tantas emociones a la misma vez o caería en la irracionalidad, auténtica irracionalidad, que si no te la dá la locura, la daría estas desagradables emociones, terribles emociones!... Entonces a mi mente se vino un tipo demente, una invención mía, quizás su enfermedad podría ser un derivado de alguna esquizofrénia o alguna otra, que le habría quitado la racionalidad por un exceso de emociones, tan fuertes que probablemente haya hecho corto-circuito, provocando un desorden sistemático que lo haga actuar de manera tan instintivamente extraña?, esque acaso las enfermedades son causa de ser muy emocional?...

Mis pensamientos se vieron nuevamente interrumpidos por el asentimiento del místico hombre de buen parecer, entendía mi idioma?, alomejor era políglota, alomejor él era perfecto, entonces estaba condenado, porque no hay perfección que no tenga un Karma, por ende una condena...

Nuevamente mis pensamientos fueron acortados por su voz, la cual ahora hablaba en mi mismo idioma, curvé de forma suave mis labios, pero aquella expresión no llegó a mis ojos, era más que nada por cortesía pensé.

En realidad si, sabe dónde se encuentra el Vagón 7?

Le pregunté al momento que comenzaba a buscar en la mochila el ticket del tren, al encontrarlo cerré la mochila y le mostré el ticket, el extraño tenía la mano estirada hacia mí, para ayudar a levantarme, tomé su mano como respuesta.

Luego él muy cortés, como siempre procedió a presentarse, entonces se llamaba Pann Wickham, comencé a pensar en que no podría olvidar su nombre, y realmente no tenía bastante claro el por qué...

Berenice Moritz

Me presenté de forma breve con solo pronunciar mi nombre...

Iba a acompañarme a abordar?, tómo mi maleta. Entonces Pann también iría a ese destino desconocido por todos y por mí?, no quizás él si sabía cuál era el destino, las preguntas se agolpaban en mi cabeza, pero traté de controlarlas para contestarle.

Está bien

Me puse la mochila al hombro y lo seguí.

por **El señor del sombrero** Sáb Mayo 29, 2010 3:17 am

El hombre con su galantería se espera un momento mientras la mujer se decide. A él le gusta sentir las emociones de la mujer, se alimenta de tanta que flota en el aire y una sonrisa vuelve a dibujarse en sus labios perfectos, una sonrisa cálida y segura, dándole a la mujer confianza. Así era, el hombre del sombrero tiene una condena que paga eternidades. Una noche bebió los labios de hiel que le arrebataron el alma, sin embargo ahí está sonriéndole a una desconocida.
-Sí, lo sé.. Es ese –lo señala con su bastón de forma grácil- ¿No es ese tu tren?

Al sentir la mano de la muchacha el hombre del sombrero se presenta al escuchar su nombre, le besa el dorso de la mano con delicadeza y responde:
-Encantado de conocerla Berenice Moritz. –sonó su voz de forma encantadora con ese aire de sensualidad y le dio el brazo para encaminarse a tomar el tren.

El hombre de sombrero deja pasar a la mujer primero al tren y luego le sigue para que aborden juntos aquel tren que los lleva a un destino incierto. Lo seguro es que ambos bajaran, pero uno se queda en la villa y el otro vuelve abordar, el hombre que se nombra Pan, le dice a la mujer señalándole el camino para que vaya a tomar asiento:
-¿Es primera vez que viaja en tren señorita Moritz?

por **Berenice Moritz** Sáb Mayo 29, 2010 3:56 am

Pann apuntó el tren con su reluciente bastón de definidos detalles y notoria fineza, asique ese era mi tren, a mi destino incierto, tan incierto como la niebla que cubría mi humeante alma, que recorría mi cuerpo hasta llegar a mis ojos nublandolos también, como la luna cegada por rebeldes nubes que osan posarse sobre ésta para obstaculizar el paso de su radiante luminosidad...

Supongo que es ese.

Luego de presentarme mi extraño acompañante besó el dorso de mi mano, atrayendo rápidamente la imágen de mi madre y Finn, ambos muertos, y la angustia llegó a mí, qué era todo aquello?, quizás era una conección, o quizás solo seguía cansada, bastante cansada, supuse, realmente era lo más probable, asentí ante sus palabras. Pann me dió su brazo, lo tomé, aún reflexionando sobre las imágenes que aún recordaba, tan nítidas, tan claras, tan presentes, pero que para mi no significaban demasiado, solo la liberación del alma, por rendirse ante las posibilidades que la vida les otorgaba en aquellos momentos e inauténticamente libre habían tomado el suicidio porque "se debía"...

Bastaron unos pasos para quedar en la puerta del vagón 7, entonces crucé el umbral de esta, no había nadie más y las luces de éste estaban encendidas, todo parecía bastante diferente, no solo porque no hubiera nadie más, sino porque estaba viendo las cosas desde un punto de vista diferente y pensé que al cruzar el umbral de la puerta del vagón 7 estaba cerrando una etapa de mi vida que estaba escrita con el lápiz de la vida, y ahora la tinta había dejado de bajar por éste para dejarme el paso libre y así comenzar yo a escribir mi propia historia, lo cual me era bastante atrayente y la ansiedad pronto comenzó a envolverme, sentí todo más liviano y a la vez de un peso imposible, todo era bastante variante, me gustaba.

Me dirije hasta el asiento indicado, dejé mi mochila a un lado y expiré un suspiro bastante suave, las posibilidades se abrían ante mis ojos y ahora era yo, solo yo quien podría tomarlas, el mundo ya no era mundo de todos, sino el mio propio, entonces mi mundo era por otros y estaba conciente de ello, desde ahora yo podría ser mi propio infierno o mi propio cielo, no había más limbo que soportar.

Escuché la pregunta repentina de mi acompañante y desvié mi mirada a él.

Si, realmente este es mi primer viaje a otro lugar.

Dije algo enrredada pero esperaba que él me entendiera, jamás había viajado en tren, jamás había salido de la ciudad, condenada por la dependencia, pero ahora eso estaba lejos mi vida... Ahora era parecido a un Fenix que renace de sus propias cenizas, grises iguales a mi alma.

por **El señor del sombrero** Sáb Mayo 29, 2010 4:15 am

Se queda mirándola con sus ojos avellana que guardan secretos y misterio. Y sonrie con aquella sonrisa terriblemente encantadora, Deja que tome asiento y luego el toma asiento también, apoyándose de su bastón que tiene aquel león que en ocasiones al mirarlo parece rugir. El hombre del sombrero tiene ese agradable aroma a lavandas y abre la ventanilla para que se filtre el aire antes que la locomotora empiece a andar sus ruedas de hierro. Levanta un poco su sombrero y palpa su pecho para sacar una pipa de ébano, una que le regaló su hermano tiempo atrás para limar asperezas, hace mucho tiempo que no lo ha visto y en ocasiones lo echa de menos. Con un pañuelo de color azul limpia la pipa con extrema delicadeza, tiene bordado en una de las puntas una letra A en dorado. Y luego, le pone un poco de tabaco y la enciende con una cerilla de madera, sin importarle que están en un lugar cerrado, desprende ese aroma fuerte a tabaco.
-Siempre es bueno viajar a otros lugares para liberar la mente y el alma señorita Moritz –coloca le pañuelo azul en el bolsillo del saco, de forma que solo queda un borde brillante que contrasta sobre el fino saco gris- ¿Le gustaría tomar un poco de té?

por **Berenice Moritz** Sáb Mayo 29, 2010 4:37 am

Desde que me senté me fijé en los movimientos de Pann, quien sonreía, abría la ventana, quizás para dejar escapar su aroma a lavanda, pero mis pensamientos se habían equivocado, él sacó una pipa, con un pañuelo azul la limpió con extremo cuidado para luego ponerle tabaco y comenzar a degustar el humo que se filtraba por esta en dirección a su boca, realmente no me molestaba el olor, quizás podrías sacar un cigarrillo, pero prefería dejarlo para el fin del camino, no estaba acostumbrada a fumar en transportes, ni menos como éste.

Pann habló de la liberación de la mente y "el alma" mediante los viajes?, comencé a reflexionar rápidamente en ello y llegué a la conclusión que difería en cuanto a la parte en donde nombraba el alma.

Creo que el alma, quien le da el ser al ser, solo se puede liberar mediante el sonido del silencio, el beso de la muerte y la luz de la oscuridad. Porque al liberar el alma el envase que lo contiene ya no lo es más, por tanto el ente desaparece así también se dispersa el ser.

Expliqué mi forma brevemente sobre lo que sabía del ente y el ser, aunque esperaba él no se molestase por ello, era tan dificil hablar de filosofía, pero irónicamente era más dificil hablar por el ser humano, raza tan conocida pero tan oculta a la vez, tan misteriosa y tan erróneamente conceptuada...

Devolví la mirada hacia Pann y asentí ante su pregunta, un té me vendría bien.

por **El señor del sombrero** Sáb Mayo 29, 2010 5:10 am

El hombre la mira con atención, sin dejar de humear con su pipa de ébano. Le parece interesante todo lo que dice la mujer y siente un estrago al recordar el color azul inundándole los ojos y recorriéndole las venas. Suspira humeando un poco dejando aquellas figuras grises de tabaco vuelen sobre su sombrero. Cuando la mujer acepta el té. Pan el caballero del sombrero se pone de pie y se dirige en su búsqueda, pasan unos minutos cuando el vuelve con una bandeja, con dos tazas y una tetera, también hay un recipiente con leche y otro con terrones de azúcar. Saca una tablilla que es una mesa de madera cerca de la ventana y asienta la bandeja. Y coloca las cucharillas en los platos con todos los estatus de etiqueta. Sirve el té en las dos tazas es de un color purpura, humeante y de un agradable aroma a flores. El bebe su té colocando la servilleta sobre una de sus rodillas. Y observa a la mujer mientras hace esto.
-Espero que le guste, es de violetas y otras flores… -le guiñe un ojo y vuelve a beber, la pipa ya no humea, la tiene guardada en el saco-.

por **Berenice Moritz** Sáb Mayo 29, 2010 8:02 pm

Pann no respondió a lo que yo había dicho, no quise pensar en un por qué, miré el humo expandirse por el ambiente, quizás la vida era así al liberarse por el último suspiro de alguien que ya cumplió su ciclo, entonces el alma se expande por el mundo y se desvanece?, entonces podría parecerce bastante a la existencia de alguien, de los recuerdos del mismo, si los pensamientos permanecen en otra persona por la que ha muerto entonces el tiempo se encargará de esparcirlos por el mar de recuerdos hasta borrarlos, guardarlos en un lejano inconciente, por lo que dejas de existir por la otra persona, si, dejar de existir la peor pesadilla del ser humano, no por la existencia de uno mismo, sino el hecho de no existir más para el otro, algo parecido a la indiferencia sin querer...

Pann se levanto y se dirijió a buscar el té supuse, entonces me dí tiempo de observar detenidamente el vagón en el que me encontraba, este aún permanecía en la estación y extrañamente nadie entraba, sería acaso yo la única que tomaría este viaje?, quizás el destino incierto de este vagón provocaba en los demás miedo, el miedo a lo desconocido, si! miedo, miedo, miedo, ese que te ciega y pone la mente en blanco, en mi caso me ponía ansiosa por dejar todo atrás, cerrar la puerta ponerle llave y tirarla al vacío para no volver jamás, jamás sería quizás bastante extremista, pero estaba hablando de no volver jamás en cuanto a recuerdos, el pasado puede pisarse y llenarlo de tierra, pero alomejor volver físicamente sería una opción en algún tiempo lo más lejano posible... Miré mi nuevo tatuaje en mi brazo derecho, Finn me persiguiría por toda la eternidad y era así puesto que yo había tomado esa desición...

Mi acompañante volvió con una bandeja, con dos tazas, una tetera, un recipiente con leche y un posillo con terrones de azucar, el azucar, dulce azucar que hacía una vida más dulce, no, gran equivocación... Pann sirvió el té, un té extraño que olía bastante bien "De violetas y otra flores". Tomé la taza con el líquido morado y buen olor, bebí un poco, sin ponerle azúcar, hacía algunos meses que había dejado de endulzar las cosas, las prefería más naturales, por decirlo de alguna forma.

Sabe bastante bien

Y de hecho era así, no le había puesto azúcar, pero el té era bastante dulce, o así lo sentí yo...

por **El señor del sombrero** Sáb Mayo 29, 2010 9:35 pm

Mientras disfruta de su bebida con aquel porte mira a su acompañante que bebe de aquel trago de té. Una sonrisa suspicaz se plasma en los labios de Pan, igual que el dios que recorta flores para conquistarlas el está cultivando una nueva flor. Esta complacido, ella había bebido de su destino. El hombre asiente cuando la mujer le responde sobre el té y el se acaba su taza de porcelana. Y la deja sobre la tablilla. Se pone de pie y le da la mano a la señorita para despedirse, no sin antes darle un beso en el dorso de forma educada.
-Iré a otro vagón señorita, fue un placer acompañarla, pronto será mi llegada… disfrute su viaje.

Lo que le dio a beber a la mujer es algo que le hará dormir, algo que podrá cambiar su destino.

Spoiler:

por **Berenice Moritz** Sáb Mayo 29, 2010 10:09 pm

Ambos en silencio bebíamos de tan dulce líquido, claro con olor a flores y violeta. Pensé que al llegar a mi gran destino desconocido buscaría dónde comprarlo, así también me daría tiempo para conocer sea donde sea que llegue, y quizás llegase a un desierto, a una ciudad abandonada, las posibilidades se amontonaban sobre el vagón, este vacío Vagon 7, que aún permanecía estático sobre los rieles de la estación...

Pann asintió a mis palabras, y acabandose su té, se levantó de su sitio, yo también había terminado mi té y desvié mi mirada hacia la de él, tomó mi mano y besó el dorso de esta, entonces caí en la cuenta que esto era una despedida y él la corroboró, se tenía que ir a otro vagón, pero... Qué esta locomotora no estaba con más pasajeron?, o no quizás yo solo estaba generalizando y si había más gente. Pero pronunció también algo que quedó dando vueltas en mi mente "Pronto será mi llegada?", qué significaba aquello?, todo se tornaba bastante extraño.

Un placer fue para mi, el haberlo tenido de compañía, gracias.

Comencé a sentir un cansancio inmenso, y sentí que la vista comenzaba a fallar, parpadeé un par de veces y él ya no estaba, lo que me sorprendió, acaso todo había sido una ilusión?, sería él un fantasma?, Pann realmente existía o solo había sido una mala jugada de mi cerebro?, ah! es cierto que la mente es aún una caja de pandora de la cual se pueden inferir cosas pero nunca saber con exactitud, se puede saber su forma, las funciones, sus partes, pero jamás su contenido, de hecho nisiquiera uno mismo se conoce realmente, cómo podrías reaccionar en una situación de peligro extremo?, es tan incierto como las nubes negras que recorren el mundo en busca de algún lugar en donde soltar su contenido, el pensamiento de una nube negra es blanco y el de una nube blanca negra, tan enrredado, tan transparente, tan neblinoso, mis pensamientos comenzaban a aflorar con incoherencia y no quería cerrar mis ojos, por el hecho de temer, el miedo! otra vez se asomaba en un ser humano, tan solo un ser humano como yo, y yo no tenía nada del otro mundo como para evadirlo, no quería caer en tan luminosa neblica oscura... Oh no quiero morir!....

De pronto me dije a mi misma no pensar más, puesto que hasta mis propios pensamientos me atraían a la verguenza de tanta incoherencia junta, todo por culpa del cansancio, me mantuve despierta con todo el esfuerzo que pude, pero pronto no quedó otro remedio que cerrar los ojos y dejarme llevar por los brazos de morfeo, o quizás desgraciadamente... La muerte...

Fin

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