Inspeccionando el Lugar... [Hathor Leview]

La neblina que me rodeaba también allí era bastante espesa. No era igual que la del castillo abandonado, ya que esa era un poco menos sólida que esta. Aun así, se podía ver claramente. Me rodeaban edificios viejos, algunos más que otros, pero todos abandonados. ¿A todas las partes que iba a ir iba a estar todo abandonado? Lo único que no lo estaba era la Villa, lo único.

Dudaba de si entrar a un lugar que tenía un aspecto bastante antiguo o no –no vaya a ser que si volvía a entrar a alguna de esas construcciones volviese a encontrarme con otra persona que me quería sacar sin ningún derecho–.

¿Hace cuánto que no le escribo ni le envío una carta a Lucy?, me pregunté suspirando. Según recordaba en ningún lugar había visto una oficina de correos como para enviarle la carta que ya le había escrito mientras venía y cuando llegué, sin contar que desde ese momento tampoco había escrito nada. Debía de volver a hacerlo o sino se me olvidaría y quizá perdería la costumbre, cosa que por temor quería evitar a toda costa.

Sin darme cuenta, allí había alguien más. Un hombre específicamente que también estaba caminando por aquellas calles con aire púrpura. Pensaba que en aquel lugar no había nadie más y que estaba deshabitado, pero me había equivocado por poco. Simplemente le miré para después desviar la vista y continuar caminando a mi paso.

Pensaba que había pasado desapercibida, pero no, no había sido de aquella forma, ya que con un “¡Eh, tú!” se dirigió a mi e hizo que me detuviese en mi andar, para darme media vuelta y mirarle. No era con cara de pocos amigos ni una seria, simplemente le miré con rostro calmado observando su andar al acercárseme.

Sonreí de lado y me encogí de hombros ante sus palabras. Dos veces había estado en un lugar donde la neblina más espesa, dos veces habían sido las que me preguntaron qué era lo que hacía sola en un lugar “peligroso” que, por cierto, a mi no me lo parecía, por lo menos no había visto nada que pudiese serlo más que yo o quizá aquel otro ser que ahora me había interrumpido mi soledad y que ahora me estaba haciendo compañía momentánea.

-Lo acabas de decir, puede serlo, pero también puede no serlo…- dije con un poco de ironía-. ¿Y qué puede decirte que yo no sea la peligrosa aquí? ¿O tú?- le miré de arriba abajo. Quizá lo fuese, quizá no. Aun así, aquello no me preocupaba y no me iba a afectar el estar allí como si nada sucediese a menos que algo ameritase que cambiase mi estado a uno más alerta y más… salvaje.

Me alejé un par de pasos y seguí mirando el lugar. No era más que un lugar en ruinas, con construcciones simplemente abandonadas que no llamaban mucho la atención. Además del bosque, seguramente debería de ser un lugar bastante despoblado y sin mucho movimiento. Me agrada, me agrada, me dije volviendo la vista al hombre.

-¿Puedo saber cuál es tu nombre?- pregunté con un deje de amabilidad en mi tono de voz. No pensaba ser agradable ni mucho menos, sino que era como solía ser por lo general con cualquiera, un toque un poco áspero.

Sonreí de lado al notar que estaba siendo precavido al hablar conmigo. ¿Quizá estuviese pensando en que yo era peligrosa por las palabras que le había dedicado? Simplemente se lo había dicho para que notase que no sólo podía haber algún peligro en el exterior, sino que él también lo podía ser, inclusive yo, aunque no era el caso para serlo, no me creía capaz de representar tal amenaza ante otra persona.

-Créeme, yo no represento ningún peligro aquí, simplemente fue una suposición para mostrarte que cualquiera podría serlo, pero yo, definitivamente, no lo soy- me encogí de hombros, sonriéndole-. Lo siento, soy Hathor Leview, ¿ahora si puedo saber su nombre?- le pregunté aun sonriendo. Había intentado ser lo menos cortante posible, y lo había logrado con éxito-. No tienes por qué desconfiar de mí…- continué diciéndole.

Volví a mirar alrededor. Éramos lo únicos que estábamos allí, ya que no podía sentir a nadie más que estuviese cerca, por lo menos no que estuviese próximo a nosotros, especialmente a mi, ya que tampoco es que estuviese muy cerca del hombre con el que estaba “hablando”. Mientras miraba las construcciones me preguntaba si podía entrar a alguna sin tener muchos problemas. Por lo menos, internar hacerlo en la que fuese más fácil de entrar.